El destino del alfa. (el destino 3.)

Capítulo 5.

  • ¿Cómo que se ha abierto?
  • Ayer por la noche hubo otro terremoto – explica Leviatán -. Fuimos a comprobar y descubrimos que las puertas estaban abiertas.
  • ¿Y puede salir?
  • No.

As asiente pensativo, pues no sabía que podía haber pasado para que eso sucediera, y tampoco quería admitir lo que pasó cuando ocurrió el primer terremoto. Eso le hace mirar de nuevo a Phoebe y si su hermano no lo hubiera sujetado, hubiera ido a acabar con la miserable vida de Robert.

El vampiro estaba sobre Phoebe, sujetando las manos de ella y con las caras muy cerca.

  • Asmodeo, céntrate – Leviatán intenta hacer contacto visual -. ¿Qué te pasa?
  • Nada – gruñe y aparta la vista de esa escena, porque si seguía mirando, mataría a Robert -. Dices que no puede salir.
  • Exacto, no puede salir del infierno – el que usara esas palabras hizo que As pusiera toda su atención en él y le pide que le cuente todo sin saltarse ni un detalle, y es lo que hace.

Le cuenta, que cuando ocurrió el terremoto todos los hermanos que estaban en el infierno fueron a ver que había ocurrido, ya que después del terremoto se oyó un tremendo estruendo. Cuando llegaron al último círculo, descubrieron que las puertas se habían abierto.

Hasta ahí todo fue bien, As entendía más o menos bien lo que su hermano le estaba contando, pero seguía sin saber por qué había dicho que “no podía salir del infierno”.

  • Bueno, pues al ver que las puertas estaban abiertas – prosigue Leviatán -, a Luci se le ocurrió la idea de probar a ver si podía salir. Y lo hizo. Ahí es cuando ocurrió algo que no esperábamos. Lucifer empezó a gritar.

«Empezó a quitarse la camisa con nuestra ayuda, y descubrimos que el sello que antes había en la puerta había sido grabado en el cuerpo de nuestro hermano – finaliza el caído de ojos marrones.

Esto último le costó un poco de asimilar.

  • ¿Entonces puede ir por todos los círculos del infierno? – quiere saber Asmodeo.
  • Sí, pero no puede salir de él – aclara.

As asiente pensativo y sin querer pone su vista en Phoebe. La chica estaba mirando hacia él, más exacto, a Leviatán.

  • Vamos a un lugar tranquilo para hablar de esto.
  • ¿Está Esther aquí? – pregunta mientras se encaminan a la cabaña -. Vamos a necesitar mucho poder para contactar con el infierno.
  • Sí, está aquí – responde -. Entra aquí y espérame. Yo voy a por Esther.

Isabelle estaba sentada junto a Raffe. Había ido con él sin pensarlo, ya que algo dentro de ella le instaba a estar con el lobo.
Comenzaron una conversación para que ella aprendiese más sobre los lobos, pues no sabía nada de ellos. Con forme le iba contando se iba sorprendiendo cada vez más, pero alguien se pone frente a ellos, tapando la luz del sol y al alzar la vista ve que se trata de Asmodeo.

  • Izzy, necesito que vayas a la cabaña – pide con amabilidad -. Vamos a necesitar ayuda. Leviatán está ahí.

Ella asiente y se levanta.

  • ¿Qué van a hacer? – gruñe Raffe, pues no le había gustado que viniera el caído para llevarse a Isabelle. Ella se detiene a medio camino, pues no le había gustado el tono del chico -. ¿Para qué la necesitan? Estábamos los dos tranquilos y tienes que venir a molestar.
  • No le hables así – dice ella, furiosa al ver ese lado del chico. Ahora mismo le estaba recordando mucho a Miguel. Así fueron las cosas entre el arcángel y ella. Al principio él era muy amable, pero con forme pasó el tiempo empezó a ser muy controlador y celoso. Eso no le gustaba, y estaba viendo que Raffe era igual que Miguel. Se había llevado una decepción -. ¿Cómo permites esto?

Asmodeo sonríe con cariño y le dice que no pasa nada, que se fuera tranquila. Ella lo hace, pero antes le lanza una mala mirada a Raffe.

  • Deberías bajar un poco esos celos – susurra As cuando se quedan solos -. Con ese comportamiento harás que se aleje de ti.

Cuando As fue a por Esther se reúnen en la cabaña y le explican que es lo que tenían que hacer. Iban a abrir como una especie de ventana al infierno, y así poder comunicarse con los caídos, pero en especial Lucifer. As quería ver el sello en el cuerpo de su hermano.

Después de media hora, al final lo consiguieron, pero habían gastado muchas energías.

  • Lucifer – dice Leviatán y la cara del nombrado aparece en la ventana que habían abierto.
  • Sabía que iban a hacer algo pareci…- Lucifer no termina la frase -. ¿Izzy?
  • Luego hablamos de ella – interviene As -. Quiero ver el sello.

Lucifer se lo muestra, pero aún no salía de su asombro. No había esperado encontrar a la chica ahí. Pensaba que nunca la volvería a ver.

Asmodeo se percata de que hay algunas cosas del sello que no se han grabado en la piel de su hermano, y es la parte en la que evitaba que Lucifer pudiera acceder a sus poderes. Esto cambiaba mucho las cosas y a mejor.

  • Lucifer, ya puedes usar tu magia – susurra As.
  • ¿Qué? – la alegría inunda al primer caído, pues si podía acceder a su magia Alice volvería a su lado -. Quiero que me traigan a Alice – vuelve a mirar a Isabelle un segundo. No se fiaba de ella, no después de lo que hizo. Pues la traición que más le dolió no fue la de su hermano Miguel, sino la de ella.  
  • Prepararé todo para salir ahora mismo – dice As y cortan la comunicación.

Los cuatro se separan para preparar todo lo necesario, y por el camino Mia detiene a As. Se había enterado de que Leviatán había llegado.

Este le cuenta lo ocurrido a la loba y esta decide acompañarlos. Necesitaba ver el sello en el cuerpo de Lucifer. Así que va a decirle a Joseph.

  • ¿Vas a volver a Francia? – pregunta el lobo incrédulo -. Acabamos de llegar.
  • Ya te he contado lo que ha pasado, y Alice va a volver a la vida – dice ella recogiendo algo de ropa mientras la mete en una pequeña maleta -. Quiero que me diga todo lo que hizo y como romper el sello de una vez por todas.
  • Y yo debo quedarme aquí – se cruza de brazos. No le gustaba estar lejos de Mia. Sabía que gracias a la unión que tenían siempre estaban juntos, pero prefería estar a su lado.
  • No podemos dejar solos a los niños aquí – ella deja lo que está haciendo para acercarse a su marido -. Puede que manden a más ángeles y solo confío en ti para proteger a los niños.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.