Narra Jonás
-Perdóname...- dije, no sé cuántas veces le dije -Diego...- dije, solté su mano donde me levante, él también se levantó pero él solo me abrazo. Eso me sorprendió.
-Te perdono, sé que estas herido por dentro...es normal que tú me odiaras- dijo, le aparte un poco.
-No Diego, lo único que quiero en esta vida...- dije, no puedo decirle -Quiero que regreses, todos te están extrañando incluso yo, pero lo entenderé si no quieres verme más...- dije.
-regresare...gracias Jonás- dijo.
-Una cosa más, como estas tu- dije.
-ah…eso...estoy bien- dijo.
-qué bueno, es mejor que me vaya antes que sea muy tarde- dije, me despedí de el pero mañana cambiara muchas cosas.
Las clases estaban a punto de comenzar, pero alguien abrió la puerta y nuestra sorpresa fue enorme, Diego había venido y todos se fueron tras de él. Me alegre tanto de que el viniera y poder ver la sonrisa de mis compañeros incluso de Alejandro.
-Ah diego volviste, que bueno- dijo la profesora -bueno todos tomen asientos, el timbre ya sonó- dijo.
-oye Jonás, tú le dijiste que volviera- dijo Ale.
-Si, me alegro de que haya vuelto- dije, pero una tristeza me invade.
Narra Alejandro
Estaba tan feliz de que Diego volviera, pero Jonás estaba muy deprimido, no es bueno ocultar sus sentimientos porque sus ojos brillaban con solo ver a Diego.
-estas bien, te veo deprimido- dije, pero el me sonrió.
-estoy bien, así después de clase tengo que ir con Edgar- dijo, saco su cuaderno -porque no hablas con Diego- dijo.
-está bien, pero pensé que lo veríamos juntos- dije, porque se está alejando de Diego.
-después lo veré, pero esto es importante- dijo.
-está bien...- dije.
Las clases habían terminado donde Jonás y Edgar se fueron así que me levante para ir al pupitre de Diego donde estaba guardando sus cosas.
-Hola diego- dije, el me miro donde me sonrió con dulzura, mi corazón comenzó a palpitar -Quiero invitarte a tomar un jugo- dije.
-gracias- dijo, ambos salimos afuera donde fuimos al kiosco que estaba en el colegio, compré dos jugos donde se lo di -gracias Alejandro- dijo.
-Vamos al jardín- dije, ambos fuimos a ver las flores -han crecido- dije.
-Emilia lo cuida muy bien- dijo.
Al observarlo fijamente podía ver una calidez que le rodeaba, me gustaría verlo sonreír así para siempre y estar a su lado, cuidarlo y protegerlo, pero no quiero que nuestra línea se rompa.
Caminamos por todo el jardín donde sentí que alguien me empujaba, cuando abrí los ojos pude ver que Diego estaba encima mío, pero a los lejos vi una maceta rota que había caído del segundo piso.
-Diego estas bien- dije, me levante donde le ayude a levantarse, pero su cuerpo comenzó a temblar -que sucede, te lastimaste...- dije.
-Lo siento, pero me tengo que ir- dijo, se fue corriendo y no pude detenerlo.
Me acerqué a la maceta donde observaba la distancia y la caída, quien hizo esto dije en mi mente. Corrí para seguir a Diego, pero no lograba verlo, camine por los pasillos donde escuche la voz de Jonás y de Diego.
Me escondí para escucharlo, aunque no sé porque me escondo.
Narra Jonás
Diego venia corriendo donde choco conmigo, estaba asustado y temblaba demasiado le agarre donde el me vio
-Diego que te a sucedido, te hicieron daño otra vez de la media- dije, pero el negó -entonces porque estas temblando- dije más calmado.
-Jonás tengo miedo- dijo, aun seguía temblando donde me abrazo con fuerza -tengo miedo, no quiero que vuelva a suceder- dijo. Quería abrazarlo y protegerlo y eso fue lo hice lo abrasé con delicadeza.
-no te preocupes, yo te protegeré- dije, puse su cabeza en mi hombro donde le acariciaba su cabellera -te protegeré- dije, pero vi alguien que se estaba ocultando en la pared y era Alejandro donde me miraba con tristeza.
le hice una seña a mi amigo para que viniera donde él se acercó deje de abrazar a Diego donde le aparte de mi dónde le limpie sus lágrimas.
-Diego, yo te protegeré como Alejandro también te protegerá- dije, le di la vuelta para que viera a Alejandro -el también estaba preocupado por ti...- dije, le empuje despacio donde Alejandro atrapo a Diego.
-estas bien- dijo Alejandro.
-si...- dijo diego.
-bueno me tengo que ir, nos vemos en la salida- dije, camine por los pasillos de la escuela donde una pequeña lagrima cayo por mi mejilla. -así es como se siente el dolor del amor- dije, por favor dios que ellos dos estén juntos y que el destino no lo separen.
Narra la escritora
A pesar de lo ocurrido Diego aún está asustado por lo sucedido, pero Alejandro miraba como su amigo se alejaba y no sabía que estaba sufriendo por dentro.
Pero en el mismo lugar Isaac observaba a los tres donde su plan iba marchando a la perfección.
-No dejare que él se quedó con algunos de ellos dos- dijo Isaac, miro su mano donde él nunca tuvo un hilo rojo -tu serás mío, Diego...- dijo sonriendo.
Continuara...
El siguiente capitulo
"Él es mío"