El destino que nos eligió

CAPITULO 4

EMMA

No se cuanto tiempo llevábamos mirándonos el uno al otro, para ser sincera alomejor estaba siendo algo dramática y solo hayan pasado escasos segundos pero es que mirarlo, joder no pense que mirar a alguien del que no tenias ni idea de su vida podria ser asi. Esa mirada me estaba diciendo todo de él, estaba tan o igual más roto que yo.

- ¿Por qué estás en el apartamento de mi hermano? .- Bien Emma, lo primero que le sueltas y es un reproche. Pensé que me iba a soltar qué me importa pero simplemente sonrió.- ¿Qué te hace gracia?

- Ya se me hacía raro no haber coincidido contigo o que te hubieras enterado.

- ¿Enterarme de que?- No entendía absolutamente nada.

- Bien preciosa, volvamos a empezar, me llamo Ethan y soy tu vecino.

- ¿Perdón?

- ¿De verdad que después de verme con tu hermano, no pensaste que soy su compañero?

- Pues no la verdad, pensé que era Damián, él me ayudó el otro día con las bolsas y estaba en el apartamento de mi hermano así que lo supuse.

- Pues no, soy yo así que un gusto vecina.

De verdad que mal he hecho yo para que el karma me lo pague asi.

- No entiendo tu cara, ¿por qué te disgusta tanto que yo viva aquí?

La verdad yo tampoco entendía muy bien mi humor, él no me había dicho nada, ni nos conocíamos pero en su mirada vi que esto era el comienzo de mucho, no con sentimiento de amor sino de aprendizaje.

- No tengo ninguna cara, pero oí tu conversación, no quiero no poder concentrarme por ti y tus amiguitas.

- Tranquila, si quiero diversión te llamo a ti así no te molesto con ruidos. - Me guiño el ojo y volvió a entrar para dentro, ¿quien se creía? Ni en un millón de años.

Dios, no entendia como podian ser asi los hombres, por que se piensan que decir algo sobre ellos de sus ligues ya es por que nosotras tambien queremos, si joder es jodidamente guapo y si siento atracción pero lo he visto tres veces en mi vida. Hablaba enserio cuando le dije que no quería mucho ruido y también se como puede sonar sobre todo por que en su casa pueda hacer lo que quiera pero es que quiero mis mejores notas… Aunque no suene creíble, no busco nada más que poder estudiar y conseguir mi sueño.

Eran las once pasadas y Lía no había vuelto, alomejor se había quedado más tiempo para el cierre pero me prometió avisarme para que no me preocupara, fui hasta su habitación por si acaso llegó y no me enteré pero seguía vacía, lo mejor era ir a echar un vistazo. Volví a mi habitación para poder ponerme unas bambas pero cuando me acerqué al balcón a cogerlas vi que Ethan seguía ahí y como no con un cigarro en la mano.

- Preciosa, ¿ya quieres venir a divertirte?

- Eres idiota.

- He perdido la cuenta de las veces que me lo has dicho en lo poco que nos conocemos.

- Es que es la verdad.- Me senté para empezar a ponerme las bambas.

- ¿A dónde vas a estas horas?

- ¿A ti qué más te da?- Giré para entrar hacia dentro. Pero en ese momento vi que él estiraba el brazo y no pensé que hubiera tan poca distancia porque consiguió frenarme.

- Emma te he hecho una pregunta, es tarde para salir por una ciudad que no conoces sola y de noche. - Era la primera vez que escuchaba mi nombre en su boca, joder por que tenia que soanr tan bien. No iba a contestarle pero al mirarle me di cuenta que lo decía enserio y que se preocupaba, me dio ternura.

- Mi amiga no ha llegado a casa, hace más de media hora que ha plegado de la cafetería de vuestro amigo Damián, pero no ha vuelto y no contesta, estoy preocupada.

Por que si, se que ella suele andar a estas hora pero me avisa, por que las dos sabemos muy bien que cuando empieza a andar para poder desahogarse y centrarse en ella misma a veces se desorienta o pierde la noción del tiempo, lo se por que en ese desgraciadamente somos iguales, por eso procuramos saber donde esta la otra siempre.

- Te acompaño.

- ¿Enserio?

- Claro, entiendo tu preocupación pero no dejaré que te pase nada.

- ¿No quieres que mi hermano te maté?

- No cariño no, no quiero matarme yo mismo sabiendo que no te protegí y te deje sola.- No me dejo contestar, por que justo en ese momento entró supongo que para calzarse.

¿Qué acababa de pasar? ¿Qué había dicho? Desde luego este chico cada vez que hablo con él me sorprende de una nueva manera. Enseguida escuche como tocaban a la puerta, al salir ahí estaba él, preparado para salir a buscar a Lía.

- Gracias, de verdad, no me conoces nada y no es tu obligación pero gracias.- Y era verdad, no me debía nada y aun así estaba aquí conmigo, lo agradecia, en el fondo se que me daba miedo salir yo sola. Cuando es de noche intento no hacerlo y menos desde hace un año atrás.

- Me da completamente igual no conocerte, sea lo sea, a la hora que sea si necesitas algo avisame, dejaré siempre el balcón un poco abierto.

- No pensé que fueras así… Me sabe mal haber pensado mal de ti.

- Es normal, siempre doy esa impresión, pero bueno te acostumbras.- No es justo, lo tenía muy claro, puede que yo sea estúpida y solo por hablar con él dos veces pensé que era como la mayoría de chicos pero todos merecemos el derecho de la duda.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.