El destino que nos eligió

CAPITULO 10

Habían pasados dos semanas de que el dia en el bosque, Denna, se había integrado en el grupo y aunque al principio no me gusto la idea una vez más me equivoqué, he perdido la cuenta de las veces que me ha pedido perdón por lo de su hermano, el cual me he cruzado y hemos tenido conversaciones cordiales. Además a ella le encantaba recordarme que entre Ethan y ella no había nada.

No tenia por que repetirlo a cada minuto, el y yo estabamos bien, no eramos nada pero cada vez estabamos más unidos, el tema del beso casi no se había tocado y por momentos creo que es por que se ha arrepentido pero no me gusta dar las cosas por sentado, soy más de ir de frente y preguntar.

Estas semanas el frío era más fuerte, octubre ya había empezado y las cosas en la universidad eran más estrictas, me gustaba la carrera, veía que en un futuro me ayudaría crear aquello que quiero pero sobre todo estaba aprendiendo cosas que de verdad me llamaban la atención. No coincidimos mucho entre nosotros, por la mañana salía a caminar sola, era mi momento de paz y aunque a veces me cruzaba con los chicos cada uno seguía a lo suyo, él sàbado es cuando nos lo dedicamos a nosotros y aunque no hemos salido de fiesta hemos estado en el partido de fútbol el cual ganamos.

Ni siquiera he tenido tiempo de leer, “anhelo” lleva sin abrirse desde el último momento que tuve con Ethan, para mi era una tradición, una que no sabía si él quería seguir pero ahí estaba esperando.

Era viernes y aunque debería estar descansando tengo una entrega el lunes que me trae de cabeza, es la única que no consigo pillarle el truco y debo hacer un trabajo de mínimo 40 páginas de las cuales no llevo ni una. Cuando dan las siete y media de la noche decido rendirme e ir a pedir ayuda, cogo las gafas que solo utilizo para estudiar, el portátil y los apuntes.

Llegó a la puerta de mi vecino y pico a la puerta, no soy como mi hermano y no utilizó las llaves si no es una emergencia de verdad.

Es Damián quien me abre.

- Hombre ermitaño.

- Siento si a ti te da igual tu carrera.

- Como se nota que estás en el primer año.

- Lo que tú digas, ¿está Ethan?

- Se está duchando pasa.

Nunca había estado en la casa, siempre invaden la nuestra, era todo en tonos negros y blancos, tenian una pantalla enorme con una play y una xbox como no, se notaba que era el piso de dos hombres pero a la vez era bastante formal.

- ¿Qué necesitas?

- Ayuda en un trabajo para derecho de sociedades.

- Uy, en eso poco te puedo ayudar, Ethan es al que mejor se le da.

- ¿Que se me da bien?- Iba a contestar pero al girarme no esperaba verlo con una toalla en la cintura y otra removiendo el pelo, ¿De verdad se pueden tener tanta tableta y músculo?

- Tss, cierra la boca anda, eres muy obvia.- Mierda, Damián se rió de mí y yo solo le saque la lengua.

- ¿Qué haces aquí peque?

- ¿Dejarás de llamarme así en algún momento?

- No.- Contestaron los dos.- Damián me visto y estoy.

- ¿Os vais?

- Si hacen una fiesta en casa de un compañero.

- Entonces vuelvo otro dia.- Soy consciente de que no tengo más días pero me las apañare.

Ethan salió vestido y me frenó.

- Nunca vienes aquí, ¿Que necesitabas?

- Tengo entrega de un trabajo de derecho social el lunes y no entiendo nada, quería pedirte ayuda pero vuelvo mañana.

Me giré para ir a la puerta pero él volvió a hablar, esta vez no se dirigió a mi.

- Damián ves tú, hoy no tengo ganas de fiesta. - El no se lo pensó dos veces, cogió y se fue.

- No te quedes un viernes por la noche para ayudarme a mi de verdad.

- Y tanto que si, por fin tenemos un rato a solas después de dos semanas.

No contesté, qué mierda iba a decir, me había quedado completamente en shock. No había ni pensado que esto significaba que debíamos quedarnos solos.

- Emm, ¿empezamos?

Me di cuenta que me había quedado quieta durante un largo rato, debe pensar que estoy loca.

- Si claro, te aviso, soy nefasta para esta asignatura.

No entendía como pero una hora después ya tenía un index de todo el trabajo y además lo entendía todo bastante bien.

- ¿No te quieres dedicar a clases particulares? Eres increible explicando. - Vi cómo él se reía.

- Me conformo con ser solo tu profesor particular. - Ahí vamos otra vez, es imposible estar cerca de este hombre y que la cara en algún momento no se me ponga roja.

- Bueno creo que es tarde, voy a casa a seguir con el trabajo, muchas gracias de verdad Ethan.

- ¿A dónde se supone que vas tan rápido?

- A casa, ya te lo he dicho, ahora puedo continuar sola y siento haberte robado tiempo de un viernes.

El dejó ir un suspiro, no sabía cómo tomarlo, con él nunca lo sabía.




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