El destino que nos eligió

CAPITULO 19

- No es verdad Emily, he conocido al chico gracioso, noble y bondadoso; no tengo ninguna duda que todo eso viene de todo el amor que le regalaste de pequeño.

- Y que luego le arrebaté.

- Para mi no es así, a ti fue a quien arrebataron demasiadas cosas empezando por tu vida, tu alegría y tu libertad.- Ella empezó a llorar. - ¿Estás bien?

- Lo estoy desde que llegasteis y habéis traído una paz que hacía años que no sentía.- Asentí sin saber muy bien que decir.- Gracias por intentar entenderme, por dejarme hablar y hacer que viniera.

- No he hecho nada que no te merezcas después del infierno que has pasado.

- ¿Te puedo abrazar? .- Asentí ligeramente sin pensarlo dos veces, no sé porque sentía que yo también tenía la necesidad de abrazarla y reconfortarla.

Se me acercó poco a poco como si tuviera miedo de que en algún momento me arrepintiera de mi decisión así que me moví un poco más rápida que ella y la abrace yo primera, noté cómo pego un pequeño brinco pero de repente su cuerpo se relajo y empecé a escuchar sollozos.

Podría ser muy incómodo para otra persona pero yo sentia paz, supongo que por que prefería pensar que había servido para que se desahogará sin miedo ni temor; no sabía que estaba pasando fuera entre mi tío y Ethan pero esto me parecía mucho más importante así que cerré los ojos y empecé a respirar calmadamente para poder transmitirle esta calma a ella. Escuche como la puerta se abría pero ningún ruido lo acompañaba, giré un poco la cabeza y ahí se encontraban los dos mirándonos, mi tio tenia la mirada de orgullo que me ha dedicado muchas veces en la vida y tanta fuerza me ha dado pero cuando estaba segura que hacía lo correcto fue cuando mis ojos llegaron a él, al chico de ojos azules…

El me miraba como si su mundo estuviera juntandose de golpe, eso me daba una felicidad y un temor por dentro que me sentia asustada de la intensa mirada que me estaba dedicando, sobretodo en el momento en que el corazón se me partio en mil pedazos al darme cuenta de la lagrima que le resbalaba por la mejilla, estaba llorando, joder.

Emily se dio cuenta a los segundos que ya no estabamos solas, se apartó rápidamente como si estuviera avergonzada así que decidí coger sus manos y unirlas a las mías, eso provocó que su mirada se centrará en mi.

- No debes avergonzarte por absolutamente nada, en esta sala hay dos personas que te quieren con locura y otra que lo está empezando a hacer.- Me miraba como si no entendiera todo lo que le decía.

- Ya te dije que Emma era preciosa por fuera y por dentro Emily, es un ángel después de todo lo que ha sufrido solo busca lo mejor para todos.- El corazón se me volvió calentito, ver el orgullo que me tenía una de las personas que más me ha ayudado y el primero en haber sabido todo era reconfortante para mi, pero entonces Emily habló como si estuviera asustada.

- Dios lo siento, no debería saber información tuya si tu no me la has dado, le dije a tu tio que queria saber de él y me lo explicó, lo siento mucho Emma.- Empezó a jugar con sus manos mientras se iba alterando, esta vez fue Ethan quien se acercó a ella.

- Mama, mirame.- Le hizo caso automáticamente.- No debes pedir perdón, Emma no está diciendo nada, ella nunca lo haría, su tío tiene mucha razón.

Sentia que mis mejillas se tornaban de color rojas con cada palabra que decian, yo no me veia tan buena ni por asomo, no tuve la valentia de frenar cuando empecé con toda la mierda tiempo atrás y ahora aqui estoy persiguiendo a un chico que aunque se que quiere algo conmigo necesita su tiempo, pero yo sigo aqui a su lado presionando y teniendo actitudes de mierda, asi que de angel no creo que tenga nada.

Llevábamos por lo menos tres horas aquí, nos habíamos quedado a comer todos juntos y segun mi tio era la primera vez que la veía comer tanto en estos años, algo que por la cara que puso Ethan no le sentaba muy bien

- ¿Por qué mamá?.- No teníamos que ser muy listos para adivinarlo, pero sabia por que lo preguntaba, necesitaba escucharlo, por mucho que eso hiciera más daño pero era lo mejor para los dos, su madre miraba a mi tío dudosa de que hacer pero cuando él asintió, habló.

- No podía comer sabiendo todo el daño que he hecho.- Cerré los ojos, porque dolía escuchar que esta mujer, que tanto había sufrido, creía que seguía siendo la mala de la historia, nunca lo fue.

Y nunca lo será.

- ¿Comes ahora porque has hablado con los tres?

- Así es hijo, siento que me he quitado un peso que llevaba cargando, he dado el paso, ahora debo esperar.

- ¿Esperar a que mama?

- A que me acepteis, a que me perdonéis y me volváis a querer.- El tenedor de Ethan cayendo al suelo retumbó por todo el comedor, el silenció que se hizo fue muy chocante, el estaba en trance, mi tio tenia los ojos cerrados mientras negaba y yo parecía que estaba en un partido de pin pon mirando entre Ethan y su madre todo el rato. - Hijo, ¿estás bien?

- No, joder no.- Salió del trance en un segundo y su mirada pasó al dolor una vez más, ese sentimiento que odiaba ver en él pero por desgracia lo conocía bien en su mirada.- ¿Piensas que te tenemos que perdonar algo? ¿Cómo voy a tener que aceptar a mi madre? O peor, volver a quererla. Mamá, ninguno de nosotros te ha dejado de querer nunca, es más, el dolor nos ha hecho quererte más y toda esta situación nos ha hecho admirarte, pero sí habló sólo de mí y no de mis hermanos espero no volver a escucharte decir eso, no tengo que aceptar a la persona que me dio la vida cuando lo único que fue es irse para sobrevivir, para salir del infierno que nuestra mierda de padre la había metido.

Ella intentó hablar, pero esta vez fue mi tío el que interrumpió.

- Como lo defiendas quien se levanta de la mesa esta vez soy yo. - Prefirió callarse, supongo porque había adivinado que si que iba a decir eso.

- ¿Lo ibas a defender? .- Hizo un pequeño asentimiento, mínimo, sabiendo que no debería ni siquiera mencionarlo delante de ellos dos.- No lo pienses nunca más, él tiene la misma culpa que nuestro tío, mejor dicho su hermano. Pero ten claro algo, puede que he tenido mucho dolor en toda mi vida desde que te fuiste, pero ahora me alegra, por que fuiste valiente, pero más lo eres ahora que has vuelto a afrontarlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.