El destino que nos eligió

CAPITULO 30

“Siento no haber sido un buen compañero de viaje pequeña”

“Se que piensas que pasa algo pero de verdad estoy bien, pasate un rato o me paso yo si quieres para estar juntos”

“Peque, de verdad, todo esta bien”

“Siento que se está levantando un muro entre nosotros y no quiero eso”

“Buenos días pequeña, supongo que ayer descansaste para el viaje, nosotros ya estamos listos, enseguida vamos para la casa”

Por un momento me sentí mal por que es verdad que ayer al final decidí no mirar el móvil más porque tampoco tenía muy claro que el me escribiera en algún momento pero supongo que sí que es verdad eso de que con mi cara la gente ya sabe que me está ocurriendo y el como pareja mía que es lo ha notado pero la realidad era otra, él podría haber venido en cualquier momento a buscarme par hablar las cosas y no lo ha hecho, por tanto yo no sería esta vez la que iría detrás de él, solo quería disfrutar las navidades y de mi familia.

El timbre sonó en el momento en que yo aparecí en la cocina, puse una sonrisa bien grande en mi cara y me dirigí a abrir la puerta, estaba más que claro quien estaba al otro lado, los chicos entraron cada uno con su maleta vestidos en chándal para poder conducir cómodamente estas dos horas que nos venían por delante. No sabía como Ethan iba a saludarme nada más verme por que es verdad que no ha ocurrido nada pero los dos sentimos como algo no esta funcionando, supongo que decidió hacer lo mismo que yo y hacer que no pasa nada por que se acercó para abrazarme y besarme.

- Buenos días pequeña, se que ayer debía haber venido cuando no contestaste los mensajes pero quería darte espacio para prepararte para el viaje.- Supongo que eso era entendible, sobre todo porque ni siquiera había pasado nada grave entre nosotros más que mis pensamientos que siempre me están traicionando cuando empiezo a ser feliz.

- Tranquilo Ethan, no hay ningún problema.- Sus ojos intentan mirar en el fondo de los mios si le estoy hablando enserio o si solamente intento dejar ir el tema así que pongo mis dos manos en sus mejillas, me pongo de puntillas para poder llegar a su boca y lo besó enseñándole lo que le he extrañado y que no se preocupe por nada.- Para que no sigas con la duda de si hablo enserio.

- Duda más que resuelta.- Me río con él y nos adentramos a mi habitación para poder coger mis maletas y bajarlas al coche.

Los chicos habían decidido que querían conducir ellos en todo momento y la verdad Lía y yo no tenemos ningún problema, no me apetecía nada conducir prefería invertir las horas en desconectar y dormir un poco.

Entrar otra vez al pueblo que me vio crecer hizo que sintiera demasiadas emociones, la nieve por las calles, las casas decoradas de navidad, todos los locales con la decoración más bonita del año para que la gente del pueblo pase el tiempo en ellas para refugiarse del frío. Los niños haciendo guerras de nieve de un lado al otro de la calle, las farolas adornadas con guirnaldas y toques blancos gracias a la nieve.

Solo hacía cinco meses que me había ido y cuando lo hice juré que nunca extrañaría un sitio que los últimos años de mi vida me había causado tanto dolor pero he podido sanar y volver a reencontrarme con cada rincón del lugar que ha sido mi sitio feliz toda mi vida. Me sentía feliz y plena de venir aquí pero sobre todo porque ahora era mi momento de mostrarle a Ethan los sitios que me sacaron risas y llantos en mi vida igual que él lo hizo para acción de gracias en su ciudad.

En el momento en que entramos en nuestra calle siento como lágrimas se apoderan en el filo de mis ojos para poder salir, no se muy bien en qué sentido aparecen pero tengo un buen sentimiento, uno lleno de esperanza y felicidad, me siento orgullosa de mi misma por estos meses, por haber crecido personalmente, haber progresado y buscar siempre mi propia felicidad.

Nuestra casa se hace paso ante nuestros ojos, era bastante grande, no tanto como la de William pero si lo suficiente para tener una pequeña casa al lado para los huéspedes con suficientes habitaciones para las cuatro parejas que somos, más allá de eso solo tenía dos lavabos y todo lo demás tenías que ir a la casa principals que contaba con dos plantas llenas de vida y sobretodo ahora mismo espíritu navideño, toda la fachada estaba llena de luces de color amarillo calido convinados con rojo, verde y blanco, estas fechas son muy significativas para mi familia y se celebran por todo lo alto. Liam y Lía nos dejan en la puerta de casa para que ellos vayan dos calles más adelante para ir primero a ver a los padres de mi mejor amiga así de esta manera yo tenía algo de intimidad para presentar a Ethan a mis padres.

Las maletas se iban a bajar cuando ellos volvieran así que en la puerta de la casa le cogí de la mano a Ethan y suspire.

- Va a salir bien pequeña, piensa que les va a encantar el amor que les tengo a su princesa.- Este comentario resultó ser el definitivo para sentir que están haciendo lo correcto, que no me estaba equivocando y que con él, el tiempo no importaba sino que eran los momentos que hemos vivido lo que lo hacían perfecto.

Alargué la mano que tengo unida a Ethan y apreté el timbre para que resonara por toda la casa, podría haber utilizado la otra mano pero entonces no hubiera sentido que era algo que estabamos haciendo juntos, dos segundos después una señora de unos cuarenta años, ojos azules y un pelo tan rubio como el mio aparece con una gran sonrisa en la puerta.

- ¡Mi niña ha vuelto a casa!.- Exactamente, mi madre todavía seguía tratándome como si tuviera ocho años y la necesitará para todo, en el fondo me alegra saber la gran relación que tenemos pero otras veces es un poco asfixiante, justo como ahora que me tiene atrapada en sus brazos.

- No puedo respirar.- Ella me suelta enseguida con su sonrisa característica y entonces sus ojos se ponen en él, otra vez los miedos se apoderan de mí, ellos no tienen prejuicios con la gente y además yo sé lo buena persona que es el pero puedo entender lo que impone un chico de uno noventa con tatuajes por que por mucho que lleve un jersey el que tiene en el cuello conectado al hombro se le aprecia un poco.- Él es Ethan, mi novio. Bonito, ella es Olivia mi madre.




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