CAPITULO 36

Mañana de navidad, las nueve de la mañana para ser exactos y que no es muy pronto estamos de vacaciones pero ya estoy escuchando a Lía dando golpes a las sartenes era lo más normal, a ella le fascinaba más que a mi este dia y eso que era difícil pero a decir verdad lo más divertido era escuchar como Daniel y Damián le gritaban.

- Te lo prometo por lo más sagrado que tengo Lía o paras de dar golpes o te tiro de cabeza en la nieve.

- No te oigo Damián, no te oigo hasta que no muevas el culo hasta el salón lleno de regalos.

Lo próximo que se escuchó fueron los gruñidos de nuestros amigos seguidos por las puertas abriendo y cerrándose dando a entender que Lía lo había conseguido, por tanto solo faltabamos Ethan y yo para salir con ellos.

- Bonito, vamos a levantarnos antes de que nuestra amiga fanática de la navidad venga a sacarnos aquí con el mismísimo papá noel de la mano.- Dije riendo mientras daba la vuelta en la cama y encontrarmela perfectamente vacía..

No lo había escuchado levantarse en ningún momento pero desde luego lo había hecho porque me encontraba totalmente sola en la cama y era una sensación que no me gustaba nada sobre todo por el día que era hoy. Salí de la habitación con mi bata llena de renos para encontrarmelos a todos sentados alrededor de el árbol de navidad menos a él, claramente él tampoco estaba ahí.

- Si lo buscas está en el porche hablando por teléfono hace ya un rato.- Me dijo Denna antes de que pudiera abrir la boca para preguntar algo. Me acerqué hacia allí para decirle que empezariamos con los regalos pero además quería desearle feliz navidad como yo lo había imaginado pero entonces lo ví, a través de la ventana veía su sonrisa, una que a decir verdad nunca había visto en su boca ni conmigo ni con ninguno de nosotros.

Me tendría que sentir feliz de verlo así pero no se por que no lo sentía, había algo detrás de esta escena que me daba a entender que no me gustaba nada así que por primera vez decidí acercarme sin que me viera para poder ver de qué trataba todo esto.

- Lo sabes perfectamente Vittoria pero llevo hablando contigo cuarenta minuts debo volver dentro.- Una vez más sentía mi corazón romperse, estaba cansada de este tema de escuchar el nombre de la hermana de su amigo pero no entender el por que, pero sobretodo no entendia por que me lo ocultaba, se suponía que nosotros en ningún momento nos habíamos guardado secretos, pero ahora no estaba tan segura…

No tenía muy claro qué hacer en estos momentos, si salía tendría que afrontar una conversación que no tenía muy claro poder tenerla en estos momentos y si entraba tendría que fingir que todo estaba bien aunque así no fueran las cosas.

- ¿Estás debatiendo si salir o no?.- Brinque en el sitio justo cuando escuche la voz de Daniel a mi lado, él me miraba con algo de pena, no era tonto sabía que algo ocurria, el problema es que si me preguntarba que era no podria contestarle por que ni siquiera yo lo sabía.- Lo quiero mucho pero más te quiero a ti, si tengo que decirle cuatro cosas dimelo y lo haré enana, tenlo claro.

Lo sabía, todos éramos amigos pero como es lógico se crean lazos más estrechos y fuertes entre uno que otros y ese había sido mi caso con Daniel, los quería mucho, por supuesto pero él es quien había estado desde el primer día y no me había fallado ni una sola vez.

Verlo ahí parado esperando a que yo le dijera que hacer me hizo sentir vulnerable y no precisamente por que él hubiera hecho daño sino porque en estos momentos es cuando me daba cuenta de que mi interior yo seguía bastante rota aunque la sonrisa no se esfumara de mi cara en todo el rato, es en ese momento que la pregunta qué tanto miedo había tenido de hacerme a mi misma salió de mis labios sin darle tiempo a procesarla a mi cabeza.

- ¿Crees que estoy teniendo dependencia de las personas? ¿De él, para ser más exactos?.- Ni siquiera sabía de dónde había salido la valentía de decírselo cuando llevaba ya unas semanas que ni siquiera en mis pensamientos podría plantearlo.

Yo estaba totalmente estática en el sitio pero podía sentir perfectamente la incomodidad de él a mi lado.

- No esperaba esta pregunta la verdad.- Asentí porque no había mucho más que decir, ni siquiera yo la esperaba.- Pero como mejor amigo me toca ser sincero, el problema aquí es, ¿quieres que sea hoy? sabiendo el día que es.

- Necesito escucharlo, en estos momentos porque creo que si me espero un solo día más voy a romper de la peor manera posible.

- Entonces alejate de la ventana antes de que Ethan entre o todo se complicara.- Con toda esta conversación se me había ido por completo el motivo principal del por que estoy plantada en la ventana a las nueve la mañana de la navidad en vez de compartir con la gente que quiero, así que le hice caso, dirigí una última mirada para saber que aun seguía hablando y avancé con Daniel hacia mi antigua habitación para hablar.

-Te lo voy a volver a preguntar por última vez antes de adentrarnos a esto. ¿estas segura?

- Lo estoy, necesito que alguien que de verdad me esta viendo desde fuera me diga las cosas como son…

- Está bien. Creo firmemente que estás haciendo creer que ya estas fuera del agua mientras sigues ahogandote Emma, que solo has conseguido sacar una parte de ti pero aun queda demasiado por trabajar.- Eso tenía sentido.- Pero sobretodo creo que todo esto viene de la mano de que pasamos demasiado tiempo todos juntos, estos meses han pasado tantas cosas que no nos damos cuenta que este grupo de formo tan solo en agosto y aunque me encanta saber que ya somos una gran familia esto puede ser algo tóxico para alguien que no está listo aún.

- ¿Tu crees que no lo estoy?- Sabía con certeza que la respuesta era que no porque lo veía en sus ojos, en cómo estaba intentando adornar todo para no hacerme tanto daño pero lo que ahora necesitaba era sinceridad.

- Creo que no te queda mucho para estarlo pero todavía no, todo te queremos muchisimo eso no lo dudes pero nosotros no somos psicólogos Emma y se perfectamente que llevas diciendo que quieres empezar a ir a uno pero nunca acabas de dar el paso, eso es algo que no me está gustando nada, se que tienes miedo pero más miedo tienes que tener de la locura que nos puede crear nuestra mente en segundos.