No paraba de llorar mientras limpiaba mis lágrimas con sus dedos, por una parte era un efecto cariñoso, pero por la otra cada vez que tocaba su tacto me quemaba como mil demonios. Es la primera vez que estoy en frente de un hombre desnuda, ni mi ex me vio desnuda, me espere hasta nuestro matrimonio para poder mostrarle todo de mi pero esto me supera.
Va bajando su mano desde mis mejillas, cuello, por en medio de mis pechos, hasta mi estomago. Luego vuelve a subir y para en uno de mis pechos y lo toca con delicadeza.
-Jade eres hermosa, no debes llorar, yo te daré amor si te portas bien.- Dice empezando a besar mi cuello.
-No me toques.- Le digo con lágrimas en los ojos y dándole un empujón llevándome al otro extremo del barreño de madera.- No puedes tocar mi cuerpo, no tienes derecho hacerlo.- Le dije con rabia en mi voz.
-¿Por qué? Ahora eres mía y contigo puedo hacer lo que me plazca. Esta noche te dejaré tranquila, pero mañana no tendrás la misma suerte.- Dice mirándome con una sonrisa en sus labios.- Desde el momento en el que te vi me fije en ti, no creo que pueda cansarme de ti nunca.- Dice levantándose completamente desnudo saliendo del barreño.
Giro mi rostro, no quiero verlo, estoy demasiado roja. Esto es una locura, porque quiere estar conmigo, el se va a casar con otra mujer. No quiero ser una simple cualquiera que le da la virginidad, mi virginidad apreciada al primero que pasa, me niego, lo siento mucho dios pero me niego.
-Ven a la cama.- Dice Bjorn mientras yo sigo metida en la bañera.- Si sigues hay enfermeras y dentro de poco vendrán a retirarla.
-Gira tu rostro, no quiero que me veas desnuda.- El empezó a reírse de mí.- Lo digo enserio Bjorn.
-Te dije….
-Yo te dije que no te trataría de usted, no eres mi dueño ni tu ni tu gente, sea como sea conseguiré salir de aquí y volver a mi auténtico hogar. Para mi eres mi igual te guste o no y ahora tápate la cara.
Él se tapó los ojos con el brazo y salió del agua corriendo cogiendo la tela blanca que había para secarme. Cuando giró para ver la cara lo veo mirándome con los ojos ansiosos.
-Eres preciosa, donde has estado todo este tiempo Jade.- Dice embelesado.
-TE DIJE QUE NO MIRARAS DEGENERADO, ERES UN MIRÓN O TE TAPAS LOS OJOS O TE ARRANCO LO QUE TIENES ENTRE LAS PIERNAS ENTENDIDO.- Digo tapandome como puedo con la tela blanca casi transparente.
Me acerco a un baúl, ya que mi vestido está destrozado y lo abro. Veo algunas camisas gigantes que imagino que seran de él y cojo una. La paso por mi cabeza y me la coloco, me llega gigante es como si fuera un vestido. Voy hacia mi bolso y sacó una muda de ropa interior. Que estúpida eres jade, aun te cojes la más sexy esque soy tonta hasta para eso.
-Estas increible con mi atuendo, quiero desnudarte y hacerte mia, reclamarte como tal.- Dice lamiéndose los labios.
-Te recuerdo que te vas a casar y no deberías hacer estas cosas, sobre todo si la amas.- Digo con pena en mi voz.
-Yo no la amo, solo la he visto una vez, mi padre me obliga a casarme con ella por el poder y la alianza.- Dice con amargura.- Ella no es de mi agrado, es una arpía, no se como la voy a poder aguantar.
-En mi era eso no pasa.- Digo viendo como se interesa el por el tema.- Conocemos a las personas y nos enamoramos.- Me acerco a la cama y me siento.- Siempre hay pinchazos en todas las relaciones, pero al menos nos quedamos con quien queremos de verdad y no con quien nos obligan. Yo perdí años de mi vida con una persona que no valoro lo que yo hice por él y mira como me lo pagó.- Digo con tristeza.
-Yo nunca te trataria asi, eres como un tesoro, desde el momento en el que te vi llamaste mi atención, tanto que no permitiré que nadie que no sea yo te toque.- Me dice posesivo.
-Bjorn, no me conoces en absoluto, hace solo un momento me hubieran violado sin ataduras y te aseguro que yo te hubiera odiado el resto de mi vida. Eres la primera persona que me ve como dios me trajo al mundo.- Lo dije sin vergüenza.
-Nunca te escondas de mi. Yo te enseñare como somos, como debes de tratarme, no permitiré que nadie te toque.- Dijo cogiéndome del brazo y arrastrándome hacia el.
Me abraza fuertemente como si fuera su tesoro más preciado. Dentro de mi siento algo golpear mi pecho como exigiendo que debo estar a su lado. No me quiero enamorar de la persona que me puede hacer daño a la misma vez.