El destino tu y yo

Capitulo 10


Me levanto a la mañana siguiente sola en la cama, miro a mi alrededor encontrando un vestido a los pies de la cama. Me levanto y toco la tela recia, con unos colores horrendos adornando al pobre vestido, me fijo en el suelo y hay unas zapatillas planas de esparto. En serio destino, enserio me haces esto con la ropa tan bonita que tengo en mi era y me pones esta cosa horrenda, por dios.

Cojo mi bolso y busco mis cosas de necesidades higiénicas, que esté en otra era no significa que no me pueda cuidar, lo que tengo que ver es que cuando se me gasten estos productos hacer nuevos con las cosas naturales de esta zona, no pienso renunciar a lavarme los dientes todos los días y perfumar mi cuerpo y no hablemos de cremas para hidratar mi piel.

Cuando ya estoy aseada con el cubo de agua que hay en una esquina me pongo ese vestido espantoso que con su tela araña mi piel, me miro en el espejo que tiene Bjorn en su cuarto y me hago una trenza que me llega hasta mis caderas. Perfecto.

Salgo de la habitación y recorro el pasillo por el que fui ayer con mi mente en otro momento de mi vida, cuando mi vida verdaderamente era feliz de estar con los seres que quería. Llegó al gran salón y veo a varias chicas vestidas como yo, en el momento caí en que este tipo de vestidos indican que eres una esclava, leí un libro sobre la historia vikinga, creo que eso me echará un cable a la hora de tolerar a estos bárbaros.

Las observo a todas detenidamente y me impacta ver a unas cuantas, sus rostros están con grandes moretones y la tristeza que dan todas es evidente en cual sentido. Enserio esto es lo que viven las pobres chicas en esta era, no puede ser más demigrante, observó que algunas de esas pobres chicas solo tienen unos quince o dieciséis años, esto es espantoso. 

-Tu- Me dice una señora con cara de asco.- Ven conmigo a hacer el desayuno para todos.

-Me llamo Jade no tu.- Le solté con descaro sorprendiéndome.- Yo nose como seran ellas pero conmigo cuidado.- Me salió la vena española que le vamos hacer.

-Esclava nunca vuelvas hablarme asi, solo eres basura en este lugar.- Vale creo que la voy a ahorcar.- Ahora ven hace los desayunos antes de que vengas los hombres de entrenar si no quieres que te sacudan esas nalgas.

-Primer- le digo mostrando mi dedo.- que haya caído en este siglo por arte de magia no es mi culpa sinceramente. Segundo.- Le digo mostrando otro de mis desdos.- No me vuelvas a llamar esclava, no soy una esclava, soy una persona libre sin ataduras para que me vengas tú con esa. Tercer.- Le muestro otro dedo- Lleva cuidado no sea que la que le quite la tontería sea yo a ellos y por último, haré el desayuno pero para todo el mundo no solo para los hombres y porque me gusta cocinar porque sino te hago un desplante que ni pintado.

-No entiendo tus palabras extrañas.- Dice la señora.- Acompáñame venga rápido.

 

Vamos como a una cocina, con ollas de barro y metal grandes, se nota que aquí comen todos juntitos. Me fije antes que en medio del salón hay para poder preparar la comida hay, pero sinceramente estoy mas deacuerdo en hacer la comida aquí sin gente que me observe haber que toco o dejo de tocar.

 

-Que ingredientes tenéis para poder hacer el desayuno.

 

Ella me señala un lado para ver lo que hay. En ese momento entraron tres chicas con cubos repletos de leche. Vale es hora de ponernos manos a la obra, vamos a enseñar la bonita gastronomía que tenemos los españoles.

Meti toda la leche en una olla grande para poder calentarla, le dije a las muchachas que fueran a por más, aunque me miraron como sin entender el porqué les explique mis razones. Me fijado en en la casa grande muchas de las esclavas llevan a niños a cuestas, me imagino que gracias a los abusos esos pobres niños nacieron sin un nombramiento oficial, se nota que comen las sobras y eso no lo puedo consentir, son solo niños y mujeres embarazadas casi a los huesos por no comer bien, es hora de poner los pies sobre la mesa. 

Cogí algunas patatas, las pelé y las corté en rodajas, mire que tenían varias piezas de carne, cogí una grande y empecé a cortar delicadamente, no me dan asco estas cosas, mi abuela me hacía limpiar los animales de la granja cuando los matábamos y de ella mi amor por la cocina.

Cuando la leche estuvo en su punto la quite del fuego con la ayuda de unos muchachos vestidos de la misma forma que yo, colocando otra olla con agua para hervir la carne. En este siglo nose como se alimentan los animales pero mejor hervirla antes de que me de una intoxicación. Cuando la vi lo suficientemente bien, la saque y la metió a una especie de sartén para “freír” si se podía decir así la verdad cuando estuvo en su punto la saque y en el mismo lugar puse un poco de agua.

 

-¿Qué haces?- Me dijo la señora boquiabierta.

-Esto no es nada.- Digo cortando unas verduras y haciendo una especie también de ensalada.-  ¿Tenéis frutas o algún tipo de cereal?

-Traigan fruta, trigo y avena!!- Gritó la señora dejándome sorda.- Huelo muy bien.

-Gracias. Eso de hay.- Le digo señalando el agua que puse donde freír la carne.- Es para la comida de acuerdo, es para darle sabor al caldo. ¿Teneis mantequilla o queso?¿Alguna carne aumada?

-Si le diré que te la traigan.

 

Me trajeron queso y algo ahumado parecido al jamón pero me serviria. Vi que había harina y les dije a dos de las chicas como hacer un pan buenísimo. Triture tomate y lo puse en unos cuencos.

 

-Ya está todo listo.- Le dije a la señora.- Llamarlos que vengan a desayunar.- La señora salió disparada mientras todos cooperamos sacando las cosas.

 

Cuando los guerreros entraron, en sus ojos podía observar la sorpresa de ver algo diferente. Axe se sentó en su lugar y Bjorn a su lado. Empecé a servir en tazones la leche mientras una de las chicas con su hijo en la espalda los repartía.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.