Han pasado dos semanas desde que me dieron los latigazos en la espalda, Bjorn no me ha dejado salir ni de la habitación, no quería que nadie hablara de mi o me mandaran cosas forzosas por hacer. Desde ese día está más amoroso y me trata con más cariño, todas os preguntareis y cómo va lo de casarnos, psssss siendo sincera me negué a que le dijera las cosas él solo a su padre, se enfado y hasta hizo un berrinche como un niño pequeño. Me costó horrores hacerle entrar en razón pero con mis buenos argumentos lo conseguí, quiero ver la cara de ese viejo estupido haber que piensa de que su hijito haya caído a mis pies.
Estas dos semanas he tenido que hacer malabares para que tuviera sus manitas quietas, intentando que nos acostemos más de una vez, pero huyó como una cobarde. Siendo sincera creo que no me siento muy preparada para que su cosa grande entre dentro de mi, aunque besitos y arrumacos si tenemos. Para mi el primer beso fue hermoso, nos lo dimos con pasión y desenfreno, casi se me van los cables perdiendo mi virginidad, pero pare antes de tiempo, me entró el razonamiento de repente y lo aparte.
Ya nos hemos visto desnudos y su cosa me da mucho miedo, seguro que me desgarra. Si al final nos conceden casarnos me tocara, pero quiero estar preparada mentalmente de lo que viene y ahora mismo no lo estoy mucho que digamos. Ojala estuviera mi hermana aquí para decirme como relajarme y como va la cosa, fue la que más me dio por saco para perder mi virginidad, ya que ella a una edad temprana lo hizo y yo decidí esperar a darle el regalo a mi principe azul, sinceramente eso lo pense de niña, ahora me arrepiento un poco. Porque esperado hasta ahora para perder mi virginidad, muy sencillo, mi familia es muy conservador la verdad, mis padres me inculcaron esos valores, pero vamos mi hermana se los paso por la flor, porque con el primer novio que tuvo callo.
-Disculpe señorita.- Dice Elena una de las esclavas de la casa, ella es española, aunque hable el dialecto más medieval pero al menos nos entendemos.
-Pasa pequeña, no hace falta que me digas señorita.- Le digo con amor.
-Me ordenaron traerle la comida.
-No hacía falta, hoy voy a salir de esta habitación.- Le digo en español.
Elena es un amor de niña, tiene sólo diecisiete años, la secuestraron y se la entregaron a Axe como regalo, casi ahorcó a Bjorn cuando supo que fue él quien la trajo a este lugar, es solo una niña. La pobre tubo a su primer hijo hace cinco meses por una violación, ya que no son relaciones consentidas. El hijo es uno de los tantos hermanos pequeños de Bjorn, pero al ser hijo de una esclava no se considera hijo de Hersin, solo un simple bastardo, algo horrible a estas alturas.
Todos se preguntaran y la mama de Bjorn, ella murió cuando dio a luz a mi querido niño hermoso, no aguanto el parto y siendo sincera las condiciones higiénicas tampoco esque digamos que sean un lujo.
Bjorn siempre fue el niño de los ojos de Axe y sigue siendo así sin ninguna duda.
-El señor dijo que todavía no puede salir de los aposentos.- Me dice asustada.
-El no manda en mí, me siento agobiada encerrada en estas cuatro paredes, se acabó de estar aquí, ya estoy mejor necesito caminar, tomar aire fresco o sino morir aquí dentro.- Estoy estresada siendo sincera.
-Por favor Jade sino me castigaran.- Dice llorando con súplica Elena.
-Tranquila no saldre.- Resoplo acercándome a ella.- Nunca vuelvas a llorar delante mía, debes ser fuerte Elena.
-Ya no puedo más.- y se oye un llanto a su espalda.- Shhh mi amor, ya te doy de comer espera un poco.
-Siéntate y dale alimento a tu bebe.- Es una hermosa niña rubia, como no pueden querer a esta criaturita y tratar a su madre tan mal.
-No, el señor se puede enfadar.
-No dejare que te toque un pelo Elena.
Ella me mira con asombro sabiendo que si digo que ella es sagrada a Bjorn el no ara nada en contra de ella. Es la única que sabe que él y yo estamos juntos, pero su discreción me ayuda a saber que es una buena niña y no tiene malas intenciones en contra de ninguno de nosotros.
La puerta es azotada de repente entrando Bjorn en ella, fija su mirada en Elena, está decidido en decirle algo hasta que yo me pongo en su campo de visión y resopla.
-Jade no puedes dejar que las esclavas hagan eso en nuestra habitación.- Dice resignado.
-Bjorn yo le dije a ella que lo hiciera ten un poco de compasión, ella no tiene la culpa de la situación que tú le has hecho tomar.- Le digo pegando con mi dedo índice en el pecho.- Y más ten un poco de piedad a la que le están dando de comer es a tu hermana.
-Esa cosa no es nada de mi parte.- Dice con desprecio hacia Elena.
-Esa cosa como tu la llamas es un bebe sin culpa donde se convirtió algo de tu parte en el momento que tu padre puso las manos en Elena me escuchas.- Digo enfrentándolo.
Él resopla porque sabe que si se me mete una idea entre pecho y espalda no hay nadie quien me la saque. Me ha ido conociendo poco a poco y dice que para él soy como su pequeña princesa guerrera.
-¿Cómo te encuentras cariño?- Me dice con amor.
-Mejor.- Se que lo que le voy a decir alomejor no le guste mucho pero es hora de ver la luz y dar cara al asunto importante.- Hoy quiero que hablemos con tu padre.
-No! Aún estás delicada.- Me dice acariciando su mejilla.
-Estoy bien, debemos dejar las cosas aclaradas con tu padre y lo sabes. Debes romper ese compromiso que quiere unirte a esa persona.
-De acuerdo.
Salgo de alegría y lo abrazo. Elena nos sonríe sabiendo que en verdad lo que sentimos es auténtico y no una mentira de mal gusto.
Salgo con Bjorn por la puerta dejando a Elena dentro con el calor de la chimenea mientra se alimenta a su niña, se que él dice que no le gustan esas acciones, pero cuando se piensa que no nos damos cuentas lo pillo mirando a la pequeña con amor. Creo que es el único de los niños que le ha llegado tanto en el corazón, solo por la simple razón que le hago pasar más tiempo con ella.