Hoy por fin debería ser la maldita boda, pero saben que me canse de esperar, Axe hace siempre todo lo posible para que no nos casemos, desde aquel día ya todo el poblado sabe que nos acostamos y dicen que yo a Bjorn solo lo quería para que me sacara de la esclavitud cuando eso es totalemente mentira.
Al principio Bjorn me defendía y peleaba con su padre para poder continuar la boda, pero con el tiempo empezó a creer en la gente, las discusiones llegaron como lluvias torrenciales hasta el punto de humillarme delante de Axe y todos sus amigos. Cuando venía en las noches borracho siempre quería acostarse conmigo y me exigió que como su esclava debía hacer caso a todo lo que él dijera, me negaba en absoluto, él salía de la habitación y no volvió a verlo hasta el día siguiente donde se encontraba regocijándose con sus amigos de cosas sin sentido, hasta que una noche que me levante para tomar el aire después de una discusión con él, pase por la puerta de la habitación asignada a Brenda y escuche unos gemidos, cual fue mi desafortunada sorpresa, abrir la puerta y encontrarme con esa asquerosa teniendo relaciones. Cual fue mi reacción pues cogí lo primero que pille y se lo tiré sin más, les grite, los llame de todo y seguí tirando cosas por todo lo que pillaba por el camino. Bjorn se levantó enfadado me gritó y lo peor no fue eso, fue cuando vino el golpe contra mi mejilla y Brenda a sus espaldas se reía de mi.
Mi decisión fue pegarle una patada en sus partes nobles, salí corriendo de esa habitación y corrí fuera de todos, acabe cerca de una casa, toque y me lleve creo que la mejor sorpresa de mi vida.
-Pequeña siento que estés pasando por todo esto.- Dice Casandra tocándome la cabeza.
Estoy tumbada todavía en la cama que me proporcionó ella, pasó una semana de todo aquello, pero lo peor no es eso, es enterarte dos días después de la tragedia que estás esperando un hijo de aquel que te rompe el corazón por segunda vez sin anestesia.
-No hay nada para poder volver a mi tiempo.- Lágrimas caen por mis ojos.- No quiero estar aquí, no quiero que mi hijo se crie aquí.- Dijo tocando mi estomago.
-Pequeña no llores por favor, me parte el alma ver a una persona tan valiente como tu hundirse en minutos.- Me toca la mejilla.- Debes comer por ese pequeño y lo sabes.- Como poco y sin ganas la mayoría de veces, se puede decir que Casandra me mete la comida en la boca a la fuerza.
-Me siento frustrada con todo esto, debe haber algo para volver, si hay viajes de ida siempre puede haber viajes de vuelta.- Casandra pone una cara extraña y se levanta.
-Aseate, ponte ese vestido y sal, te espero en la mesa.- Me mira seriamente.
Cuando sale por la puerta me levanto y voy hacia la cómoda donde está ese vestido, es bonito, no es como los que me daban en el poblado. Casandra vive bastante apartada de ellos, nunca pensé que acabaría aquí, pero creo que el propio destino me guió.
No se nada de Bjorn y la verdad no quiero saberlo, seguramente se case con Brenda y se olvide de mi y siendo sincera no quiero un padre asi para mi hijo, mis propios prejuicios me lo impiden.
Sigo sintiendo algo por él pero que me levantara la mano no se lo perdonaría a nadie, como todo el mundo yo también tengo mis limites.
Cuando estoy lo suficientemente presentable salgo de la habitación y me dirijo al tipo salón. Esta casa por fuera parece pequeña pero es lo suficientemente grande. Voy a la mesa y me siento enfrente de Casandra.
-¿Qué querías hablar conmigo?- Pregunto curiosa.
-De verdad quieres volver a tu siglo.- Dice sirviendo una taza de té mientras yo asiento con la cabeza. Resopla.- De acuerdo, puedes volver con una de las reliquias más apreciadas de este continente. Es una de las reliquias perdidas que los dioses nórdicos arrojaron a los humanos para vivir en paz y conocer otros mundos, quien lo tuviera sería como un rey, pero la avaricia era mucho más mayor los dioses castigaron a los humanos sin esa reliquia entregándose a una guardiana para que nunca poder tocarla y así fue que desapareció y los humanos se cansaron de buscarla, terminando olvidandola.
-Wow!.- Me quedé impresionada de la historia.- ¿Qué tipo de reliquia es esa tan importante?
-El collar de esmeraldas de Freya, pero la única diferencia es que estas esmeraldas se tiñeron de rojo por la sangre de sus súbditos.- Dice Casandra.
-Haber si me enterado bien de la historia.- Me tocó la sien con las dos manos.- Si quiero volver a mi mundo necesito ese collar de nose que diosa para poder volver, pero lo difícil es que desapareció de la faz de la tierra como si no existiera y está en algún lugar de la tierra escondido para no encontrarlo, ¿me equivoco?- Casandra asiente con la cabeza.- Ahora mi pregunta es ¿donde supuestamente está esa guardiana?.
Casandra me mira y se levanta de su asiento, se dirige a un mueble de la sala cogiendo una caja de madera. Vuelve a la mesa dejando la caja, me mira y responde de nuevo. Abre la caja y da la vuelta.
-Yo soy la guardiana del collar.- Dice Casandra dejándome sorprendida mientras miro la obra de arte que hay entre mis ojos.- Quiero ayudarte a volver a tu mundo, desde que te vi aquel dia sabia que este collar te iba a pertenecer a ti, aunque siendo sincera pensé que nunca te pasaría lo de Bjorn, pero el mundo te puede sorprender no. Dentro de una semana será luna llena y es el momento que deberás viajar a tu mundo, quiero que seas su nueva guardiana, cuando viajes a el debes protegerlo con tu vida y quien heredara ese trabajo será tu hijo, podrás viajar por el espacio-tiempo pero no abuses de sus poderes o sino puedes ser castigada por los dioses.
-No quiero utilizar algo que me puede suponer un problema siendo sincera.- Digo desde el fondo de mi corazón.- Pero si esto es lo que puedo hacer para volver a estar con las personas que en verdad me quieren aceptó ser su siguiente guardiana.