2x03:La ceremonia

Tony y Gunther estaban en la estación de policía, sentados frente a un escritorio metálico. Las luces frías del lugar apenas lograban disimular la tensión en el aire. Un nuevo agente entró en la sala: alto, con el cabello oscuro y expresión severa. Se presentó como agente Redd.

—Hola, chicos. Espero que esto sea solo rutina —dijo con voz firme—. Leí su expediente… por lo que pasaron. Pero es imposible que Jeff y su hermano sigan vivos.

Tony lo miró fijamente.
—¿Encontraron los cuerpos?

Redd titubeó.
—Tienes un punto… pero eso no significa que hayan vuelto.

Gunther interrumpió, con el celular en la mano.
—¿Y entonces este mensaje?

Los policías se miraron entre sí. La evidencia era clara: los mensajes sí provenían de Jeff. La amenaza era real. Tony y Gunther necesitarían protección máxima.

---

Días después, llegó el momento de la ceremonia de graduación. El ambiente en la escuela estaba cargado de nervios. Las familias llenaban las gradas, tratando de sonreír pese a todo lo ocurrido.

La maestra directora subió al escenario, con lágrimas contenidas.
—Queridos estudiantes… sé que es difícil decir adiós. Aún más después de los últimos eventos. Pero recuerden esto: a donde vayan, vivan su futuro con esperanza.

Uno a uno, los alumnos comenzaron a pasar por su diploma. Entre el público, los amigos de Raúl discutían en voz baja. Gunther los notó.

—Oigan… ¿qué sucede? —preguntó.

Uno de ellos respondió con inquietud:
—Es que… no hemos podido localizar a Carlos. No vino, no contesta el teléfono. Algo no está bien.

En ese momento llamaron a Gunther para recoger su diploma. Tony, que permanecía en su asiento, recibió una notificación en su celular. La pantalla brillaba con un mensaje escalofriante:

“ESTO APENAS COMIENZA.”

Antes de que pudiera reaccionar, alguien abrió la lona del escenario. Un cuerpo cayó pesadamente frente a todos. Los gritos estallaron en la multitud. Era Carlos, sin vida, con la piel marcada por la violencia.

El pánico se desató. Estudiantes y padres corrían, desesperados por salir del lugar.

El celular de Tony volvió a vibrar. Un nuevo mensaje:

“CUIDA A GUNTHER.”

Tony levantó la vista justo a tiempo para ver hacia el escenario. Una pequeña luz roja parpadeaba bajo la tarima donde Gunther se encontraba.

—¡No! —gritó Tony, corriendo hacia él.

Lo embistió con todas sus fuerzas, derribándolo segundos antes de que una explosión sacudiera el escenario completo. El fuego, los escombros y el humo cubrieron el lugar en un caos total.

---

Momentos después, Tony abrió los ojos entre gritos y llanto. La gente corría desorientada. El humo lo cegaba. Tosió y buscó desesperado a su amigo.

—¡Gunther! ¡Gunther, despierta! —lo sacudió con fuerza.

Por un momento pensó que lo había perdido. Pero tras un par de bofetadas, Gunther abrió los ojos con dificultad.

Ambos se miraron, aturdidos, sabiendo la terrible verdad:
todo había comenzado. Jeff estaba allí.