Emi le confiesa lo que vio
Emi (en voz baja): —Vi algo. Redd… se reunió con encapuchados. No escuché todo, pero alguien mencionó un "reseteo". No era una conversación común. Hablaban como si supieran lo de la piedra.
Tony (alarmado): —Entonces no está trabajando solo. Esto es más grande de lo que pensamos…
En el bosque, el escuadrón formado por Guther, Navi, Carlos, Israel su hermana Ana el cual sigue viva aquí y Redd son emboscados violentamente. Explosiones, humo y disparos los rodean.
Navi (gritando mientras esquiva una explosión): —¡Nos tendieron una trampa!
Redd (cubriéndose tras un árbol): —¡Retrocedan al punto de extracción!
Carlos: —¡Estamos rodeados!
El caos domina mientras intentan mantener posiciones.
Tony recibe la alerta. Sin perder tiempo, se prepara. Reúne a Emi, Iván y otros miembros leales de la base.
Tony (decidido): —No voy a perderlos otra vez. Vamos por ellos.
Mientras tanto un convoy de emergencia avanzando por caminos del bosque, en silencio, con tensión en el aire.
El equipo de rescate irrumpe en la zona. Se enfrentan con tres encapuchados entre los árboles. La batalla es intensa y brutal.
Tony (enfrentando a uno de ellos): —¡Muéstrame tu cara!
El encapuchado esquiva y ataca sin hablar. Tony logra desarmarlo. En el forcejeo, la máscara cae… y se revela el rostro de Dalton.
Tony (aturdido): —No… tú… ¿cómo…?
Tony descubre que cuando dalton murió en su línea del tiempo lo salvó y gracias a él está aquí pero decubre qué es malo
Dalton (se lanza hacia la oscuridad y desaparece. Los otros encapuchados escapan también. El escuadrón es liberado. Guther y Navi observan a Tony con una mezcla de sorpresa y respeto.
Guther (murmurando): —Gracias…
En otra parte del bosque, Ana, miembro del escuadrón, es ayudada por Emi. Ana está herida, pero sonriente.
Ana: —Gracias por salvarme, Emi. No lo olvidaré.
Emi (mirándola sin expresión): —Yo tampoco.
Pasan unos metros. Emi se detiene.
Emi (susurrando): —Me hubiera gustado que no fueras tú…
Ana (deteniéndose confundida): —¿Qué dijiste?
De pronto, Emi saca un cuchillo y la apuñala sin piedad. Ana cae al suelo, con los ojos abiertos por la sorpresa.
Emi (fríamente al oído): —Demasiado tarde.
Emi se aleja sin mirar atrás. Nadie ha visto nada. el verdadero traidor aún permanece en las sombras.