Capítulo 4: El encuentro

Estábamos rumbo a la oficina con Yoan y Lara para poder recoger algunas cosas que necesitábamos para poder partir al barrio Segil, no sabíamos a qué hora exactamente atacaría en objetivo sin embargo estábamos un ochenta por ciento de que atacaría allí tome ese porcentaje por que no sabíamos si sería justamente allí, pero todos teníamos un presentimiento de que ese es el objetivo al que apunta este asesino, todo esto gracias a Yoan ese tipo a pesar de ser joven se pudo percatar de un pequeño detalle como lo sería la distancia de asesinatos, fue en ese momento cuando yo Gorge recordé las habilidades de un gran detective las cuales son:
Ser una persona discreta.
Astuto para lograr la investigación minuciosamente.
Ser una persona muy observadora, es decir, atenta a los detalles.
Deben tener buenos conocimientos en tecnologías.
Una estabilidad anímica, además de la capacidad de no tomar los casos de forma personal.
En efecto, ser curioso.
Ser paciente.
Buena condición física.
No está mal saber distintos idiomas.
Yoan ya ha mostrado varias de estas, me pregunto ¿cómo es que lo hace?

Ya estábamos partiendo al barrio Segil.

—Yoan, no olvides tu arma la necesitaras.
Una recomendación de Gorge me hizo recordar de que no podemos salir sin armas a un lugar donde probablemente una persona peligrosa ataque.

—Ah, si tienes razón.

Coloqué mi arma en su lugar para poder acomodarme el traje, estuve pensando bastante en lo que le diré al asesino si es que lo atrapamos algo como “A partir de ahora esta es mi ciudad y la tendrás que respetar” o  “Estaré aquí para proteger esta ciudad y las personas como tú se pudrirán en la cárcel” o tal vez algunas frases que me hagan sonar como un héroe pero no lo sé siento como si esto ya hubiera pasado antes, es decir como si ya lo hubiera vivido como se llama esto… Déjà vu, creo que esa es la palabra la emoción que sentía antes ya no la siento… como si ya lo atrapamos no es algo divertido si lo descubrimos muy rápido pero sus patrones de ataques eran muy obvios pide a gritos que lo atrapemos.

—Vamos Yoan.

Lara ya estaba apresurada para irnos.

—Ahí voy.

Cuando terminé de sumergirme en mi propio aburrimiento Salí de la oficina para ir al lugar.
Ya estábamos en el barrio Segil, lugar donde supuestamente atraparíamos al objetivo.

—La ventaja es que tenemos todo el lugar cubierto de forma discreta, nadie sabe que toda la zona está rodeada de policías.

Lara estaba contenta de esta facilidad, pero a mí esto no me gustaba ya que si lo atrapamos será muy fácil a no ser que cometa un asesinato en otra parte de este barrio atraiga toda la atención allí y vuelva a atacar en otro lugar donde pueda hacerlo con tranquilidad sabiendo que todos están distraídos, eso sí que sería interesante.

—Recuerden que daremos una vuelta cada 30 minutos para asegurarnos de que todo está bien.

Esto hasta que aparezca es asesino y si no aparece hoy mañana volveremos a estar aquí y así hasta que ataque sin embargo si me lo preguntas es más probable que ataque de noche.
Dimos unas 23 vueltas hasta las 19 pm, sin embargo, no apareció y no hubo noticias ni información sobre el tal vez desaparezca durante una semana y vuelva a atacar aquí de hecho siguiendo su patrón ese es el mapa que tomaría, pero de la emoción lo olvidamos.

—Muy bien chicos mañana temprano aquí no lo olviden y traigan sus armas.

Una vez Gorge termino de decir eso Lara y yo nos fuimos del lugar por ahora estábamos caminando hacia una parada del bus.

—Hoy estuvo todo muy tranquilo ¿no lo crees?

A Lara le gusta conversar mientras camina y eso es muy notorio.

—Pues sí, pero debemos ser pacientes para resolver este caso.

Ella sonrió a lo que le dije y posteriormente respondió.

—A ti sí que te gusta este trabajo ¿verdad Yoan?

En efecto y como ella dijo este trabajo me encanta siento que este es mi propósito en la vida, esto es para lo que nací.

—Sí, todos tienen un objetivo aquí ¿no? Creo que este es el mío.

Después de que dijera eso ella se quedó callada.

—¿A ti te gusta este trabajo?

Quiero saber si piensa como yo, después de todo es mi compañero quiero saber qué es lo que opina.

—Tal vez… no olvídalo, solo es una tontería.

No sé a lo que se refiere, pero si no quiere decirme nada no la obligare, hay que respetar las opiniones de los demás así forjaremos conexiones de lazos profundos.

—Debemos hacer lo que nos gusta así seremos felices por más que eso que hagamos no le guste a nuestro entorno.

Soy de las personas que piensan que nuestra felicidad vale más que otra cosa, y si alguien no está de acuerdo con mi felicidad entonces no tiene que ser parte de mi vida.

—Eso… me gusta.

Ella balbuceó un poco por lo que no la entendí.

—¿Qué?

Ella levanto la cabeza, pareciera que quiso decir algo, pero no lo hizo.

—Entonces, mañana nos vemos.

Después de saludarla ella hizo lo mismo.
Ya estaba volviendo a casa, acompañe a Lara hasta la suya al parecer vivía cerca del barrio Segil y mi casa está del otro lado, es decir, tengo que volver a cruzar el barrio para poder regresar a casa o bueno tomar el bus de regreso, no es que sea tacaño, pero acompañarla me costó ida y vuelta en bus, tendré que gastar tres veces en el autobús.

—Es muy de noche para que jóvenes como tu
anden rondando calles ¿no lo crees?

Cuando estaba llegando a la estación del bus un hombre de aspecto extraño me hablo.

—Tienes razón, pero estas calles no son peligrosas así que no hay de qué preocuparse.

Al ser un barrio de personas de dinero no hay mucho peligro debido al alto patrullaje de la zona, sin embargo….

—Si… pero… ¿sabías que hay un asesino suelto?