El Devorador de Lágrimas

14

     Ambos detectives escoltaron a Mathew a la sala principal. Mondy pudo notar el extraño comportamiento del señor Patton desde que regresó de perseguir a Michael, cosa que hizo inmediatamente después de notar que el chico les había tendido una trampa, o al menos eso sospechaba que había ocurrido. Pero todavía más extraño era el hecho que Hunt aún esté interesado en el chico, luego de tener suficiente evidencia como para dejarlo ir, todavía fortalezca y apoye el morbo de Mondy por atraparlo. Brendan Mondy empezaba a creer que finalmente Elijah Hunt ya sospechaba de Michael, y tal vez hasta sabía ciertas que cosas que el mismo Mondy desconocía.  

     —¿Qué le sucede a él? —señaló al señor Patton.

     —Está en reposo del... —Hunt recordó que Mondy aún nadaba en la ignorancia, así que decidió callar y cambiar de tema— Mira Brendan, sé que puede parecerte inusual que aún estemos en lo de Michael...

     —Sí. Estaba a punto de preguntar. En el departamento no estabas muy seguro de que él tenga algo que ver con la desaparición de Rachel y ahora...

     —Pensé que tal vez sabría la identidad del hombre que se mencionan en los mensajes, que tal vez aquel sujeto lo estaba amenazando de algún modo y por eso Michael no revelaba todo lo que sabía de una vez, pero ahora es distinto.

     —¿Qué cambió?

     —Tengo mis razones para creerte, Brendan. Es lo único que puedo decirte por ahora.

     Hace un par de horas atrás, y un par de segundos después de que Brendan Mondy y Dusty Herrera salieran a por el Rastro de Michael Patton, Hunt ya había decidido cuál sería su siguiente paso. No tenía a Michael en mente, pero que el chico mintiera le daba un par de minutos a solas con el psicólogo, y a solas era para Hunt "sin la presencia de Mondy cerca". Temía que Brendan desaprobara lo que estaba a punto de pedirle a Holland que hiciera.  

     —¿Profesor Holland? —saludó amablemente Hunt, cuando se acercó al escritorio donde Mondy había dejado a su contacto.

     —En esencia. Usted debe ser el detective Elijah Hunt. Un placer. —El apretón de manos fue firme. Hunt se sintió intimidado al percatarse que Holland nunca bajaba la mirada ni dejaba de sonreír. Era cálido, pero intimidante al mismo tiempo.

     —Necesito que me acompañe. Le explicaré todo lo que necesita saber, pero por favor, deje las preguntas para luego. Debemos actuar de prisa, y terminar antes de que Brendan regrese con... Su paciente. Porque supongo que lo trajeron para que conversara con el niño, ¿verdad?

     —Así es. Pero estoy a su disposición para cualquier otra tarea asignada. ¿De qué trata este encargo especial? —Ambos se dirigieron hacia la sala de interrogatorios. Hunt, con un gesto de la mano, ordenó a Rocha que trajera al señor Patton también.

     —Necesito que le haga una regresión a aquel hombre —señaló con la cabeza hacia Mathew, que poco a poco se levantaba de su siesta al ser sacudido por la detective Rocha.

     —¿Disculpe?

     —Que necesito que le haga una regresión... Ya sabe, que recuerde sucesos del pasado.

     —Sé lo que es una regresión, detective Hunt. Lo que me intriga, es lo inusual de la petición. Me suelen pedir que hable con testigos en estados de shock, pero es la primera vez que me piden una regresión sin tener una orden directa proveniente de un juez. ¿O no es así como funciona?

     —Creo que el tipo puede ser un asesino en serie. Uno que llevo buscando desde hace mucho tiempo.

     —¿El mismo que puede tener en su poder a la señorita Sweet?

     —Tal vez. No estoy seguro si es él el que tiene a la señorita Sweet, pero algo me dice que está conectado con una familia... una familia disfuncional que conocí hace más de cinco años.

     —Entonces está trabajando en un antiguo caso que acaba de cruzarse con el actual... Y espera que le ayude a descifrar si ambos están o no conectados.

     —Es una forma de decirlo. —Rocha tocó la puerta de la sala dos veces, pero Hunt le alzó una mano en señal de espera.

     —A pesar que es muy probable que esta conversación no aporte nada a la búsqueda de Rachel... ¿Está dispuesto a tomar el riesgo? —Le desafió el psicólogo.

     —Mire profesor, estamos perdiendo el tiempo. Sé... Sé que he visto a este sujeto antes, pero no puedo probarlo. Lo he investigado, y nada cuadra como debería hacerlo. Necesito que usted use sus truquitos de magia y traiga a la persona que recuerdo. Que él haya estado ligado a la muerte de una niña de doce, y ahora nuevamente a la desaparición de una de quince, no es coincidencia. ¿Me va a ayudar o será necesario que llame a alguien más experimentado?

     —¿Qué es lo que está buscando en él? 

     —Quiero saber quién era hace cinco años atrás. Si el apellido Peck es nombrado, entonces también quiero que le saque si conoce a Jeanna Henson, y cómo hizo para ser un persona totalmente distinta.

     —Podrá hacerle todas las preguntas que tiene, usted mismo.

     —¿Entonces por qué me las pidió? —inquirió Hunt.

     —Quería conocer sus verdaderas intenciones. —Holland sonrió satisfecho con la respuesta—. Hágalo pasar. Pero le advierto, solo tiene alrededor de diez minutos. Las regresiones son peligrosas, y su mente puede colapsar de un momento a otro. Haga las preguntas correctas.

     Patton entró confundido con toda la trama. Aún algo mareado por las copas de más que cargaba en su sistema, se sentó con dificultad frente al psicólogo.  

     —Señor Patton, él es el profesor Vincent Holland. Es psicólogo de profesión. Está aquí para conversar sobre su menor, Michael.

     —¿Qué le sucede a Michael? —La carrasposa voz de Mathew había regresado.

     —Eso es lo que debemos aclarar, ¿No le parece señor Patton? —intervino Holland— ¿Por qué no nos da algo de privacidad por aquí, detective. —Hunt asintió con la cabeza, y junto a Rocha abandonaron la sala—. ¿Se encuentra bien, señor Patton? 




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