Capítulo 9

El sabor del Mousse de chocolate se deslizaba por mi lengua luego de haber agarrado una gran porción con aquella cucharilla de plástico que me había robado de la cocina minutos atras, podía sentir los trozos de maní que tanto me encantaban, deje escapar un gran suspiro ante el sabor de aquel manjar hecho por los dioses.

—Está realmente bueno— confirma mi queridísimo Harry sentado al lado mio, al igual que yo comiendo del Mousse de chocolate y maní.

Estábamos los dos sentados en aquellos sacos de harina de trigo en la bodega apartado de los demás, sumergidos en aquel abismo del dulce y parte del salado y que probablemente nos de un dolor de barriga por la cantidad insana que hemos comido del Mousse, el cual se habia preparado hace cuatro días, pero no se repartiría entre los clientes porque seria mal visto entre los demás consumidores el tener que darle algo para nada fresco a pesar de que tenía buena pinta y eso tampoco entraba en la política del reino de los dulces —como solía llamarlo mi sobrino Oliver— Harry se le ocurrió la brillante idea de volverlo a mezclar y agregarle mas cosas para poder comer, ya que habia estado un poco duro y seco.

Muy seco, parecía cemento.

¿Estábamos comiendo un postre de hace cuatro días? Si, no desaprovecharía esta tentadora oferta, son lujos que no todos podrían tener, bueno, excepto los ricos, ellos podían comer esto cada vez que quisieran.

Amelie hace rato había entrado a la bodega para chequear algunas cosas, incluso se habia detenido con nosotros para también comer un poco del Mousse mientras se quejaba del Starbucks que había ido esta mañana con su esposo, ya que el señor tenia antojo de tomar uno latte de ese Starbucks, según Amelie no le agradaba que Math consumiera en aquel local en vez de su cafetería. Aparte para contarnos que Marlone’s se tomó la molestia de quejarse otra vez de la basura que obviamente no dejamos al frente de su local.

Algo loco, lo sé, pero cada quien con sus cosas.

—Vanesa y Charlie realmente se está perdiendo de mucho— le digo mientras llevo otra cucharada a mi boca—No sabe tan feo como había pensado

—Eso es porque le eche un poco de chocolate líquido que sobraba, si no estuviéramos comiendo algo parecido a mierda de enfermo— Yo dejo de comer de mi mousse y lo volteo a ver completamente asqueada—ya sabes, de esa que es pastosa y toda oscura

—Guscala Harry, no era necesario decir eso—Ahora no podía seguir comiendo del mousse sin tener que compararlo con mierda, que desagrable, el solo solto una risa, disfrutaba hacerme maldad.

—Hey, solo lo estaba diciendo en broma—el se encoge de hombros, pero a este paso yo ya no quería seguir comiendo del mousse, linda manera de Harry lazar comentarios en momentos realmente importunos como estos.

—ire por un poco de agua, siento que me darán diabetes aquí ¿quieres que te traiga algo?—le pregunto mientras sacudía mi pantalón en la parte de atrás el cual estaba algo cubierto de harina de trigo

—No, ¿sabes que? Si, mi agua bien fría—el sostiene su estómago mientras hacia una mueca—creo que me esta empezando a doler el estómago bro...

Yo asiento mientras dejo a un adolorido Harry recostado en los sacos de harina de trigo, cruzo aquel pasillo encontrándome con Lucas trabajando en la cocina y en un Charlie estresado explicándole los tipos de cortes que existían en el área de asistente de chef mientras que el otro le llevaba la contraria a propósito, salude a Vanesa que atendía a un señor que no se decidía que comprar y a la señora Lola que tomaba de su te.

Fui al frigorífico que no quedaba tan lejos de la barra y saque la botella de agua de Harry asegurándome que fuera esa y no otra como me había pasado en varias ocaciones, por el rabillo de ojo pude notar cierto movimiento, gire un poco mi rostro para ver de que se trataba.

Cabello castaño peinado hacia atrás perfectamente, traje azul marino, perfil medio perfecto y… joder con ese bendito reloj marca rolex que se asomaba en su muñeca y se mostraba a medida que alzaba su brazo para dar un sorbo a lo que sea que… ¿eso era jugo de regaliz?.

Liam.

Estaba ahí, tomando de aquel asqueroso jugo para enfermos, pero no estaba solo, estaba acompañado de alguien, sentí una fuerte presión en el pecho ese vuelco en el estomago que solo se sentía en situaciones inesperadas,esa melena pelirroja podía notarse a miles de kilómetros de distancia porque era como ver un cerro en candela y esa perfecta postura no me hacia mas que creer que era la bruja de Ursula, estaba enfrente de el, no estaba su amigo, aquel moreno que tanto me agradaba.

Estaban ellos dos.

Solos.

Charlando lo que parecía ser asuntos de trabajos, teniendo en cuenta que Liam tenia enfrente de el una laptop de alta gama en la mesa y teclaba en ella mientras asentia a lo que iba indicando Aurora, digo, Úrsula ¿Por qué de repente me asuste por verlos juntos? Son solo compañeros de trabajo ¿Qué mas da?.

Ni que fuera la gran vaina.

Sabia perfectamente que espiar a las personas estaba mal, pero tenia curiosidad, asi que tome un pañuelo que estaba en el mostrador baje hasta el suelo quedando con las rodillas pegadas al suelo, haciendo el paro que limpiaba el mostrador,aunque, mentira no era, realmente estaba sucio fijándome bien ¿nunca limpiamos aquí o como? Eche un poco de desinfectante sin olor y pase el trapo impregnado en el lugar, por un momento me quede tratando de ver hacia la mesa de liam, la cual siempre era la misma, pero unas piernas taparon mi visibilidad.

Me sentía como una acosadora estando aquí abajo, con mi mano aparte discretamente unos dulces para tener mejor visibilidad de ellos dos, ¿de que estarían hablando? Tenia tanta curiosidad de saber.

—¿Se supone que estas limpiando o contando cuantas hormigas hay muertas?— alzo mi mirada para toparme con aquellos ojos verdes que me veían con curiosidad, yo solo rode los ojos incorporándome para que dar en su altura, sacudiendo mis rodillas que se habían ensuciado.