La alarma sonara en una hora
Estaba despierta desde hace horas viendo el techo aquellas estrellas fluorescentes que había pegado el día en que me mude, estaban desgastadas y la mayoría estaba despegadas era el intento de un cielo estrellado pero parecía ser otra cosa, tendría que cambiarlas por unas nuevas.
Tenía que recordar hacerlo.
Había pasado la noche despertándome a cada rato sin poder conciliar el sueño hasta que finalmente me quedé despierta, acurrucada en la cama en la oscuridad de mi cuarto, entiendo que Morfeo no me llevaría con el esta vez.
Con desgano me levante de la cama dejando las sabanas revueltas en ella, caminando con pasos perezosos hasta la habitación del baño, al encender la luz me asuste con mi propio reflejo, estaría segura que me confundiría con algún vagabundo del centro de la ciudad.
—Que horrible me veo—Mi cabello estaba enmarañado de una manera sorprendente como si de una bola de pabilo se tratara, tenía unas pequeñas ojeras pero eso ya era por la falta de fescanso, estaba con un sueter mega grande de los Magallanes algo desgastado,se lo habia quitado a mi papá luego de ver el partido de beisbol y la joya de la corona, mis ojos estaban rojos y mis parpados estaban hinchados, parecía un sapo con ese aspecto…demacrado.—Ni cuando hacía esas colas en el súper líder para comprar la harina pan me veía así.
Y lo peor que había podido hacer, era haberme acostado a dormir sin siquiera lavarme el rostro sabiendo muy bien que tenia rímel en ellos.
No había llorado.
Solo un poco, dicen que negativo más negativo era igual a positivo y yo habia decidido ver Yo antes de tí luego de que Liam se habia retirado dejándome sola en el sofá con el signo de interrogación grabado exactamente en mi rostro, había sido una pésima idea por lo visto… me lave la cara y hice mi habitual rutina matutina haber si eso mejoraba un poco mi aspecto.
Usaría aquellas bolsas de te de manzanilla y dos cucharillas para café, habia visto una vez a Karen hacer eso luego de pasar toda la noche llorando leyendo un libro y eso le habia funcionado, asi que seguiría sus pasos solo con quince minutos sería más que suficiente para arreglar mi situación
Tendría suficiente tiempo para hacerlo ante de empezar a trabajar y quería evitar cualquier pregunta sobre mí aspecto lamentable, así que me heche en el sofá con aquellas dos bolsas de manzanilla en mis ojos, solte un largo suspiro dejando que me relajara un poco.
Tenía que librarme de la tensión qué tenía mis hombros.
Ayer habían pasado muchas cosas que no me dieron tiempo de analizar cada una de ellas, pero la cual tenia el mayor impacto en mi era aquel beso que nos habíamos dado los dos, justo en el momento idicado ¿Quién no quería un beso viendo Mamma mia? La atracción entre nosotros dos había sido palpable en el ambiente, yo lo negaba, pero ahí estaban mis amigos para darme dos bofetadas para reaccionar, tenia que haber imaginado que aquel encuentro tiempo atrás tendría gran revelancia entre nosotros dos.
Y Liam era ese tipo de personas que llegaban a tu vida sin darte un aviso previo para estar preparado, con el había abierto la posibilidad de tener una cita, si, seguía recordando la cercanía en el campo de golf o como sonreía cada vez que me sacaba de quicio, supongo que nos habíamos dejado llevar por el ambiente, por el momento, era lo que yo suponía, sus labios serian mi perdición un tacto suave pero relamente firme
Era lo que yo quería creer.
Cuando se alejo bruscamente como si algo hubiera hecho click en el, su falta de explicación fue lo que me dejo un hueco en el pecho, nunca antes habia visto a una persona huir tan rápido, ni siquiera a Samuel cuando veía a los testigos de jehova en una esquina cerca de su casa o cuando Margarita fue perseguida por un perro callejero estando en tacones.
¿Era algo que los dos queríamos? Al menos yo si, no sabría si el también lo quería, pero… ¿uno besa a una persona cuando lo desea no? ¿no? Estaban tan confundida y sentía que mi cabeza estallaría como una papa en un microondas.
Mi mente no dejaba de repetir en un bucle el beso y su reacción, quisiera apagarla y que dejara de sabotear.
¿Deberia escribirle? Si, No.
¿Estaría precionandolo? No lo creo, solamente quería... ¿Que quería? ¿Una repuesta de su comportamiento? ¿Realmente quería eso?.
Mire mi teléfono que estaba aún en la mesita de estar.
Solo un mensaje y ya.
Uno.
Me sente en el sofá dejando caer las bolsa de manzanilla en mi regazo, tomó mi telefono desbloqueando la pantalla abriendo la aplicación de Whatsapp yendo directamente al único chat fijado que tenia.
El cual era el de el.
Escribía y borraba a cada momento, sin saber exactamente cómo empezar ¿Qué podría decirle? ¿Cómo podría empezar la conversación? Espera... apenas eran las seis y cuarenta de la mañana, se que el trabaja pero estaría mal tener que escribirle ahora mismo, era muy temprano, lo correcto seria hacerlo un poco más tarde.
Era lo mejor si no quería que mi mensaje no fuera revisado.
Con toda la fatiga que cargaba encima me arregle, seria otro de esos días que abriría el local temprano, si seguía así llegaría al marco del empleado del mes el cual solo existía en el rincón de mi cabeza, el sol estaba saliendo más temprano y las calles extrañamete estaban más llenas, salude al señor Mack aceptando amablemente el café que siempre me regalaba cada vez que pasaba por su pequeño local, los niños seguía corriendo con sus mochilas de colores y los padres regañándolos, el mismo grupo de personas haciendo ejercicio en la pequeña plaza, el mundo no se habia detenido.
El mundo no habia parado porque yo había empezando con una mala noche y eso me alivio, saber que afuera todo seguiría estando igual mientras que por dentro yo me estaba carcomiendo poco a poco, el mundo seguiría igual aunque yo esté mal.