—Ya sabia yo que ese chamo no era confiable, mira como me dejo a la muchacha nada mas— Decia Margarita mientras estaba en el trabajo, me sorprende que no la hayan despedido todavía por perder el tiempo, hacia de todo menos el trabajo que le encargaban, pero bueno, ¿Cómo podrían despedir a la dueña?.
Sería algo raro.
El que este como una bruja esta mañana no quiere decir que sea por el, había tenido un problema con el cepillo y la secadora, solo era eso, había dejado mi cabello húmedo sin desenrendar y eso habia sido un error luego de tener una ardua batalla con el cepillo donde estoy segura me quede calva en alguna parte de mi cabeza.
—No ’ombre, tampoco es como si hubiéramos sabido que sucedería semejante cosa, capaz debe de tener una explicación lógica—Asegura Alexander, el ridículo estaba en una barbería— mano pero no me vaya a dejar pelon como la otra vez, rebaja un poco nada mas el pobre barbero rodo los ojos con molestia siguiendo su indicación, nunca se comforma con el corte y siempre buscaba un defecto en el.
—A pues mano, yo se lo que hago—Dice el barbero
—¡Qué explicación que nada! El marditico la dejo sola y despecha’ en el mueble de su casa, tu eres hombre y hombre no es gente—Dice Ana josefina con el celular pegado a la boca, antes que diera chance de que Samuel hablara lo interrumpio grintando con fuerza en el micrófono—¡HOMBRE NO ES GENTE!
—Chaha ¿Cuánto daño te hicieron para que seas asi? Te vas a quedar sola por gafa— Aseguro Samuel, se suponía que hablando con mis amigos del alma me sentiría mejor, pero en realidad, se esta armando una discusión por Liam y sus razones de haberme dejado luego del beso, y ya Ana habia sacado una lista de los pro y los contra mientras se ponía a pelar una yuca.
Estaba sentada en uno de los sacos de harina de la bodega, aun seguía sintiéndome fatal no iba a mentir en eso, a pesar de que ya habia tenido una conversación previa con Charlie donde habíamos puesto de acuerdo en dejar el asunto quieto, sin darle vueltas. Pero ya habia sucedido bastante tiempo.
Dos semanas.
Dos jodidas semanas sin saber nada de el, sin recibir un mensaje o alguna llamada.
Había pasado exactamente dos semanas desde aquel beso que me había dado con Liam en mi departamento, no sabia nada de el desde entonces, ignoraba mis mensajes de texto, mis llamadas, ni siquiera se habia pasado por la Cafeteria como normalmente hacia todos los días, era como si se habia esfumado de la faz de la tierra, sin dejar rastro alguno y auque en el fondo trataba de negarlo realemente me estaba empezando a preocupar por el.
Dos semanas que no sabia nada de Liam.
Habia visto hace tres días a Andrew, era aquel moreno que habia conocido el dia siguiente luego de haber tenido aquel incidente con Liam, se habia pasado por el local para pedir cuatro cafes para llevar, habia tomado el coraje de preguntarle sobre Liam, pero se excuso rapidamente asegurando que iba tarde al trabajo, no era mentira porque llego corriendo y se fue igual, seguía sin saber nada, absolutamente nada.
Y volvi a tener el mismo pensamiento que Charlie me habia prohibido tener, pero difícil de poder evitar cuando ronda por una vez en tu mente sin aviso.
Su falta de interez me hacia entender que...Tenia la culpa.
Tenia la culpa por querer demostrar mis sentimientos, tenia la culpa por engañar mi mente con pensar que realmente habia o almenos exitia la oportunidad de que Liam sintiera lo mismo que yo, tenia la esperanza de tal vez no ser la única que sentía esa conexión entre los dos ¿Qué iba a saber yo que iba a reaccionar asi? No tenia ni la jodida idea que eso fuera pasar, el beso realmente habia sido inesperado, algo que los dos nos habia tomado por sorpresa, habia dejado que mi corazón se ilusionara y ahora era esto lo que recibia cambio.
Un corazón a medio amar, estoy segura que ni al medio llega.
—hey hey... quita esa cara Doc repollo—Dice Samuel el estúpido apodo que me habia colocado desde que eramos unos niños—Conozco esa expresión, no es tu culpa niña, no empieces otras vez
—Si, ya estoy a nada de ir hasta los yunaites y darte un coñazo que organice todas tus ideas y reacomode las neuronas disueltas—Dice Alex, haciendo una breve pausa para enseñar su corte
—Si lo es Samu... lo es por dejar que mi mente hiciera todo un lio, por querer pensar que también le gustaba, me volví un ocho, marico— sentía que era injusto tener abrumar a mis amigos por hacer todo esto un drama, pero la reacción de Liam, su expresión, mierda, simplemente me habia jodido.
—Cielo, a veces los resultados no son los que tendemos a esperar, la vida puede dar muchas vueltas y nunca nos sentimos satisfechos con lo que recibimos a cambio, es como si fuera un tira y afloja, sacar conclusiones precipitadas hara que tu corazón termine de destruirse mas de lo que esta...Andrea tienes que hablar con Liam— dice Samuel, yo solo suelto un bufido.
Más fácil era invocar a un alma del pulgatorio que volver a contactar con ese ser.
—¿Crees que no lo he intentado? Ni siquiera responde mis mensajes ¡no se nada de el! Y realmente me frustra, se que no es mi culpa pero no puedo evitar sentirme asi —okey si, le habia almenos enviado tres menajes, solo tres, preguntándole si estaba todo bien, ni mi mamá se habia atrevido a dejarme en visto tan feo.
—Nunca mandamos en el corazón o en los sentimientos, los resultados son aleartorios pero eso tampoco significa que todo se haya ido a la mierda por completo Andrea, el destino es un juego al azar en el cual tienes que usar tus mejores cartas—Dice esta vez Ana, dejando de conducir para maldecir una persona que cruzo sin aviso previo—deja de culpabilizarte porque no logras nada con eso, las cosas no volveran a ser como antes creyendo que todo lo que pasa es tu culpa.
—¡Samuel Javier hernandez ramirez! ¡Anda limpiarle la mierda al perro! Dejo su tremenda cagada en mi cuarto, póngale las pilas pues—Dijo entrando la mama de Samuel, a la habitación de luego se dio cuenta de que estaba en llamada con nosotros y nos sonrio—Dios los bendiga y me los cuide y lo lleve por el camino del bien mis niños.