☕ Capítulo 20 ☕

—Luego se despidió de mí con un beso y se fue en su carro—Muevo la caja donde se encontraba almacenada la leche en polvo a un costado soltando un quejido por haberme aplastado mi dedo índice al dejar la caja, dejándola bien acomodada en el lugar que le correspondía. Ver las cajas así me recordaba a las colas que hacía con mi mamá.

Tantos coñazos que tuve por una harina pan me hizo fuerte.

—¿Y ese fue el resumen del mes? ¿eso fue todo?—Escucho la voz inconfundible de Samuel al otro lado de la videollamada, mientras le arrojo una mirada a lo que movia otra caja de leche en polvo tratando de dar algo de orden en el almacén.

—¿Y te parece poco? Los detalles pequeños son los más jugosos ¿ya hicieron el sin fronteras?—Pregunta Ana mientras se acomodaba en el inodoro,sí, estaba en el baño...me dedico a darle una mirada confundida colocando las manos en mi cintura—Ya sabes, el subidon de mesa, el bate chicha, el mena mondongo—Ana suelta un suspiro de frustración al darse cuenta que ninguno estaba captando lo que ella quería decir— ¡Coño chica! ¿ya cogieron? ¿o no?

—El dia que Dios estaba repartiendo la sutileza y el pudor, tu estabas sacándote los mocos para luego comerlos—Alexander niega con la cabeza, su voz salía entrecortada ya que estaba en la maquina corredora en el Gym ¿Cómo podía hacer eso sin que le entrara un aire o terminara muriéndose en el suelo?.

—Soy muy sutil y tengo bastante pudor—Se defiende ella

—¿Qué es chica? Si tu eres una de que si la pantaleta se le mete dentro de la raja se la saca en medio de la calle sin importar quien estuviera viendo, porque eres incapaz de disimular un poco—Margarita tenia al pequeño Adam en sus brazos con un reluciente chupete color azul, soltando un balbuceo como si estuviera de acuerdo—¿ves? Hasta Adam lo sabe

—¡Fue una sola vez!—Se escuso ella.

Solte una risa para luego volver a lo que estaba haciendo, lo cual era darle un poco de orden al almacen, casi nunca teníamos tiempo para hacerlo y yo no estaba tan entusiasmada con la idea de anteder a jóvenes estudiantes debatiéndose sobre quien pediría el numero de una de las camareras, asi que voluntariamente me habia ofrecido a ordenar el almacen, el cual era lo suficientemente grande pero con un espacio reducido con el descontrol que se tenia aquí teniendo en cuenta que pocos se atrevían a venir aquí siendo una tarea que todo el mundo le huye.

Y sinceramente le hacia falta una limpieza, ya podía notar las telarañas en los rincones de las paredes.

Así que, tendría toda la mañana y por asi decirlo, parte de la tarde ocupándome de esta labor, por una parte me servia para aclarar mi mente y darle vueltas a todos los acontecimientos que habían estado ocurriendo durante estas semanas y no solo eso, he estado descuidando un poco mi proyecto a pesar de que tenia una gran parte adelantada no me pintaba la idea de andar corriendo a ultima hora haciendo los reajustes, no podía permitirme descuidarme con eso.

Por otro lado, habia aprovechado el momento de estar sola para ponerme al dia con los marginales, contándolo a detalles de como habia estado marchando las cosas, por supuesto, luego de una extenso discurso sobre como alex recalcaba la falta de interés que estaba empezando a poner en nuestra amistad dejando muy en claro que los habia empezado a apartar. Aunque sabia muy bien que erea bromeando, podía notar el toque de verdad en cada oración, no podía culparlo cuando era la absoluta verdad, ellos eran mi familia y estaba empezando a sacarle el cuerpo de manera inconciente, Tenia que estar más al tanto sobre nuestra sincronía.

Podia escucharlos perfectamente mientras mi celular se mantenía apoyado contra una caja dejando ver una gran vista del almacen donde me encontraba, los escuchaba claramente con los audífonos inalámbricos, el que me escuchara era lo menos ya que el almacen quedea apartado.

Y yo estaba hablando en español.

—Ay pero ya va, no entiendo,—Samuel habla captando la atención de todos—¿son o no son novios? Porque cariño tu tienes un arroz con mango que no estoy entendiendo, y yo que soy lento para captar las cosas, explicate bien.

—En una relación como tal...no— Hicieron una mueca dejándome entender que esto los tenia muy confundidos— Luego lo que paso en...ya saben, dejamos que las cosas fluyeran por si solas, sin forzar nada, no esta demás recordarle que en todo esto del romance nunca habia sido mi prioridad a pesar de que si he tenido una que otras aventuras, pero como las cosas van en serio, preferimos no forzar nada y me siento muy comoda estando asi, me siento comoda estando con el ¿saben? Es muy bonito sentirse así— no pude evitar embozar una sonrisa pensando los momentos compartidos con el— no se como explicarlo

Samuel sonrio soltando un suspiro apartando bruscamente a Nala que se habia subido a el para lamerle la cara.

—¿Cómo cambian las cosas no? antes lo detestabas y ahora estas loca por el, realmente es fascinante como los opuestos se atraen, la forma en la que sus personalidades y orígenes se diferencia pero aun asi manteniendo un vinculo especial que se forjo en poco tiempo y sin olvidar el brillo que toma tus ojos cada vez que hablas de el... no lo veía desde que le habías ganado a Keny jugando al malayo dominó—Todos nos quedamos ante la manera de hablar unos más perplejos que otros, mayormente era el que menos palabras dulce el que decía, teniendo un vocabulario igual de sucio que un baño publico, asi que nos habían impresionado— A verga ¿Qué? Estoy empezando a ver comedias románticas con Helen, no puedo evitar ponerme romántico ¡déjeme quieto pues!

A vaina.

—¿Helen?—preguntamos al unisono sin saber como interpretar nuestras expresiones, las orejas de Samuel se pusieron rojas ante la vergüenza.

—¡No es nadie! Tengo que irme, Nala se cago en la mesa ¡tengo que irme!— termina dando una excusa absurda y sin dejarnos oportunidad de hablar se desconecto de la llamada, quedándonos en silencio