¿el día de mi suerte?

☕ Capítulo 22 ☕

—Ya te lo dije, Hank, estoy segura que casi en todas las cafeterías preparan Smoothies de Kiwi, no nos robamos ninguna receta tuya—Le digo yo, doblando las servilletas en triángulos como solía hacerlo para luego acomodarlas donde correspondían, tratando de ignorar a aquel hombre de treinta y cinco años de cabello negro y ojos marrones que me... digo, nos observaba con irritabilidad...estoy segura que le llego la Andropausia.

Se quedo callado por unos momentos, Mientras que yo seguía con mi trabajo en doblar servilletas, como era costumbre, no había tantas personas, como muchas veces lo he dicho, siempre en la tarde eran flojas, una que otra pareja, un grupo de amigos, la señora que siempre venía con su amiga a contar los chimorreos de la semana, de quien le fue infiel a quien, cosas así, lo mismo de siempre, con la diferencia que se había pasado por aquí la Ursula durante la mañana.

Viendola por primera vez informal, pero aun así viéndose jodidamente bien con aquellos pantalones de Jean y esa camisa manga larga con su cabello peinado perfectamente en una coleta, no me sorprendio el hecho de que viniera por aquí, en total, como mucho tres veces la habia visto por aquí, lo que me sorprendio fue verla con una pequeña niña en brazos idéntica a ella, calculaba que debria de tener alrededor de unos cuatros años, menor que Oliver. Sostenía un bolsito de princesas y su bolsa, su extraña amabilidad me había confundido, aun así la atendí, pidiendo una bolsita con roles de canela y galletas de chocolate , todo para llevar.

Ya que llevaba tantas cosas en manos, no pude evitar ayudarla hasta su coche que estaba aparcado al frente, había sido una situación incomoda para las dos, extraña para mi, ¿en que estaba pensando en sentirme celosa por una mujer que ya tenia una familia conformada? Por que hasta hoy me percate en aquella sortija que descansaba en su dedo anular.

Además, Liam ya me había dejado claro que entre ellos dos ya no existia nada.

—He notado que el control de plagas no se a pasado por aquí, lo más seguro es que tengan en una esquina una familia de ratas hospedadas— La voz de Hank me saca de mi limbo, estaba cansada de que siempre sea lo mismo con el , buscando cada vez que puede algún defecto con el cual quiera echarnos a la calle, todo un mundillo.

—A lo mejor son familia tuya—Escucho que murmura Charlie detrás de mi, aunque el estuvo algo inactivo, viniendo y yendo a la cafetería por asuntos familiares, estaba más que enterado de todo lo que sucedía cada vez que el venia, Hank frunció el ceño con una mueca de desagrado para mi amigo color canela pasión, su bigote siempre me a parecido desagradable.

—¿Qué fue lo que dijistes?—Soltó entre dientes, apretando sus puños a su lado, me obligue a reprimir una sonrisa para evitar algún conflicto.

—Que el inspector de Sanidad ha venido aquí durante cuatro veces a la semana señor Hank, gracias por su preocupación—Dice Charlie sin inmutarse por la mirada que le estaba arrojando Hank, en cambio le regalo una sonrisa tan grande que le dejaba sus ojos achinados. Solo asintió, su mirada pasando por los dulces de los estantes, notaba las ganas de querer probar aquel Browinie con extra Chocolate, pero era tan orgulloso que se negaba a comprarle algo a la competencia/no competencia.

—Más te vale muchacho—fue lo único que dijo para darse media vuelta para macharse, Harry el cual le paso por su lado, le regalo un leve asentimiento y prosiguió con su camino hasta nosotros.

—Adivino.

—Problemas de ratas—Dijimos los tres al unísono, Harry se marcho por un lado para atender a una familia que habia llegado, dejándome sola con Charlie.

—Es como un grano en el culo mientras más lo tocas más molesto se vuelve con el paso del tiempo—Charlie apoya sus brazos en la barra, pasando su mano por su rostro, lucia agotado, estresado, me permití detallarlo un poco, notando aquellas bolsas poco notorias que se estaban empezando a formar debajo de sus ojos, del cabello despeinado.

—¿Esta todo bien?— Digo suavemente, no quería ser una entrepita, pero quería poder ayudarlo de alguna forma, Charlie era de esos pocos amigos que de verdad poseían un gran corazón y no se comportaba como un evidioso o gilipollas como en muchas ocasiones había presenciado. EL volteo a verme, sonriéndome de lado asintiendo levemente.

—Si, las cosas con Teffy no han estado del todo bien, y la presiones que me están dejando mi familia cada dia son peores—Asiento comprensiva, en una noche que nos quedamos hasta tarde en la plaza mayor, habíamos contado muchas cosas una de ellas era la manera en que su padre lo estaba forzando al límite, necesitaba un heredero apto para dejar la empresa en buenas manos, era uno de los menores, de unos cinco, los demás ya ocupaban cierta parte del legado de su padre, siendo el junto con su hermana de la misma edad que Karen negarse a ser parte de aquella empresa—Toda una locura.

—¿otra vez te están presionando con ser el CEO?—pregunto, seguía sin entender por que no lo dejaban en manos del hermano mayor, Charles, se notaba que era todo un experto en ello, Charlie se encogio de hombros.

—Bah, lo de siempre, el es uno de los menor de mi problema, por ahora Cher se encarga de dejarle muchos dolores de cabeza cada vez que puede metiéndose en nuevos problemas.— Adoro a Cher, un alma rebelde—pero teffy...

—¿Qué pasa con ella?

—No se como llegamos hasta este punto, pero de la nada solto la idea de querer viajar por el mundo, no tiene nada de malo, la apoyo en todo aquello que ella desee hacer, pero ¿irme? ¿dejar mi trabajo? ¿mi hogar? ¿mis amigos? No es nada fácil, de ser una charla pasiva se volvió una discusión, ella recalcando la falta de interés que le estaba poniendo a nuestra relación, que sería una aventura buena para nosotros ¿Cómo podría irme cuando estoy a nada de terminar mis estudios? De cierta manera siento que no me comprende del todo, y la idea de viajar no es del todo mala, pero no puedo irme sin terminar lo que empecé aquí, así como ella tiene sueños y planes yo también tengo los míos—Pasa su mano por su rostro, termino de acomodar la ultima servilleta—a esta relación le falta mucha comunicación la cual se está empezando a perder...Amo a teffy con locura, son ocho años de relación que tenemos. No sería fácil dejarla ir, eso es lo que me tiene tan mal.



#5845 en Novela romántica
#2367 en Otros
#604 en Humor

En el texto hay: romance, drama, comedia romntica

Editado: 04.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.