El día en que los monstruos salieron

CAPITULO TRES

UN SILENCIO MONSTRUOSO
 

 

—¿Cuál es tu nombre?— pregunta después de un silencio.

—Morgan Meyers— respondo—¿Y el tuyo?

—Blake Black.

Sonrió.

—¿Acaso tus padres querían que tu nombre rimara? —digo con burla.

—No te burles— dice blanqueando los ojos y me da un golpe en la frente.

Vaya confiansita

—¿A dónde se supone que vamos?

—A un lugar.

—Si no me lo dices, jamás me lo hubiera imaginado—¿A caso se atreve usar el sarcasmo conmigo?

—Vamos a buscar a mi padre en el pueblo siguiente, me dejó algunas cosas y no tengo idea de que significan, me contó sobre ellas, pero no lo suficiente.

Frunce en ceño y por un momento pienso que no entendió lo que dije. Pero luego habla.

—¿Qué cosas?—inquiere con curiosidad.

—Mapas, fotografías y no sé que más.

—¿Me las puedes mostrar?

—Si, claro.

Me quito la mochila, y me siento en el suelo, con una seña le indico que se siente también. Saco cada una de las cosas que tenía en la mochila, la chamarra, los dulces, comida y la botella de agua. Y después saco los mapas, fotografías y un arma.

Él toma el arma.

—¿Por qué no la usaste?—comienza a detallarla—Pudiste haberme disparado con ella. Pero, no es como si lo deseara.

—No se cómo se usa. Se supone que lo usaría mi padre, pero desapareció y me dejó todo esto.—señalo todo lo que se encuentra esparcido en el suelo.

Deja el arma por un lado, y después mira las fotos. Una por una. No es que sean muchas.

—Tu lo tienes.—dice después de un momento.

¿Qué?

Hay que decirlo en voz alta

—¿Qué?

—Mi padre me dijo que es esto. ¿Tu padre no te explico nada?

—Solo me dijo lo esencial.

—¿Y qué es eso?

—Cada tantos años salen de sus cuevas para acabar con la mitad de la población. Son tenebroso y que consumen la vida de las personas. Que siempre tenga conmigo un arma y que este alejada de ellos, al menos diez metros.

—Te dijo muy poco, pero él sabe mucho— me da las fotografías y procede a revisar los mapas—  Una persona cualquiera no tendría este tipo de información, mi padre estuvo buscando información como ésta, pero solo encontró partes de hojas de algunos libros y fotografías en muy mal estado. Pero tú padre, tiene mucha información. Mira— me quita una fotografía y con cuidado va despegando algo. Y cuando quita un pliego de lo que tenía encima,  se van mostrando palabras, y yo reconozco esa letra.

Es la de mi padre.

Al ya no tener nada que cubra esas palabras, distinguimos todo el texto.

“01 de agosto del 2019

Los sueños comienzan a ser más constantes, por la noche salí a él bosque y me encontré con algo extremadamente raro. Enseguida saque mi cámara y le hice una foto, pero en cuanto la tomé este desapareció.

Fue la misma persona de mi sueño. Estoy temiendo de que comience a volverme loco.”

Terminamos de leerla y ponemos atención a la foto.

Apenas si se distingue una silueta.

—Revisa las otras fotos— con cuidado comienza a quitar la parte que cubre los textos.

“15 de octubre del 2019

Todas las noches los estoy soñando, solo se que se aproximan, algo o alguien me lo dice, pero sigo sin saber que o quién es.

Estoy buscando más información, pero aún tengo miedo. Mi hija está haciendo preguntas sobre lo que estoy investigando, pero ni siquiera yo sé con exactitud que es esto.”

 

En la fotografía muestra casi lo mismo que en la otra foto.

Básicamente en todas muestra lo mismo.

“29 de noviembre del 2019.

Por fin he encontrado que es lo que me atormenta por las noches.”

 

“23 de diciembre del 2019

He olvidado que es lo que me atormentaba todas las noches.

No han vuelto a ocurrir esos sueños.

Pero, he encontrado información sobre esas advertencias.

La destrucción del mundo se acerca, unos monstruos vas a salir. “

 

Al tomar la última fotografía, me doy cuenta de algo. La escribió un día antes de que los monstruos salieran.

“04 de febrero del 2020

Mañana es el día. Mis sueños me lo dicen, y la información que encontré me ayudará a acabar con ellos.

Los mapas me guían a un lugar donde se encuentra nuestra salvación.”

Al terminar de leer, nos quedamos un momento tratando de analizar la información.

Blake está en absoluto silencio y tiene cara de concentración, y no se que es lo piensa.

—Mi padre dejo mucha información en casa, pero cuando ellos entraron destruyeron todo, derribaron un tanque de gas, causando una explosión y todo se quemó. Solo conseguí salvar el arco, la mochila que traigo conmigo y las flechas.— guarda nuevamente todo en la mochila y enseguida se levanta.

—¿Por qué usas arcos?— cuestionó. Digo, un arco es una carga pesada e incómoda para traer cargando por todos lados.

—Son silenciosos y pueden tirar desde lejos.

—Puedes ponerle un silenciador al arma

—¿Tienes uno?— pregunta mirándome con incredulidad.

—Vale, lo capto.

Me ayuda a levantarme y damos apenas dos pasos cuando escuchamos ramas crujir, dando la señal de que alguien se aproxima.

Nos ponemos alerta y me pone detrás de él, toma una flecha y vigila de dónde se produjo el ruido.

Las ramas vuelven a crujir y entonces aparecen.

Primero aparece uno, y después otros dos se le unen.

El frío comienza a sentirse en cada rincón de mi cuerpo y ellos solo se encuentran ahí sin hacer un mínimo movimiento.

Blake, quién se encuentra pálido, no hace ningún movimiento y me comienzo a preocupar, por qué ellos se encuentran a menos de veinte metros de nosotros.

Sus aspectos tenebrosos me comienzan a asustar y Blake no mueve ni un maldito centímetro, al no tener señal de que haga algo, le arrebató el arco y la flecha.




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