Bryan Yan, él era un chico con ojos marrones, alto, y le gustaba practicar karate, todos los días salía en bicicleta desde su casa, hasta el dojo, pero esa tarde, fué la más extraña, un niño, con ojos rojos, le gritó -Hey, Bryan-. Bryan estaba confundido, y murmuró -¿Te conozco?-. Ese niño se fué alejando cada vez más, Bryan estaba un poco asustado. Cuando entró al dojo, vió un gran agujero -¿Que pasó? dijo. Todos preguntaron confundidos -¿Qué pasa?-. Bryan pensó que solo él podía verlo, pero a la vez pensó que le estaban haciendo una broma. Él tenía unos 23 compañeros de karate, en su turno. Bryan pisó el dojo, y sintió que algo le quemaban los pies -¡¡AUCH!!- gritó Bryan, con su pie completamente rojo, al parecer nadie lo escuchó ¿Estaba soñando?. Bryan sin pensarlo dos veces, abrió la puerta, subió a su bicicleta, y se fué del dojo, lo más rápido que podía. Cuando estaba por llegar a la esquina, un taxi, que al parecer volaba, le pasó por al lado -Estoy loco- pensó de inmediato, miró a su alrededor, y podía ver una especie de abejas, pero verdes -Debo ir a casa, rápido- susurró para él mismo.
Cuándo Bryan llegó a su casa, la mamá ¿No estaba?, la notaba completamente vacía, entonces, extendió sus brazos hacia un cajón, para sacar una especie de linterna. Sin hacer ruido, comenzó a buscar por toda la casa, pero nada, no había nadie, intentó encender las luces, pero las mismas no encendian, -¿Hay alguien aquí?- fué lo que gritó Bryan desesperadamente. Nadie respondió. -¿Estaré loco?- pensó, pero al fín escuchó algo, un grito. Bryan no entendía nada, hasta que escuchó: -¡¡TÚ!!-. Bryan muy asustado, abrió la puerta, corriendo, y fué a la casa de su vecino, pero nunca se imaginó lo que iba a suceder. Era de noche, Bryan estaba muy asustado. -¿Que pasó?, le preguntó Mark, su vecino y mejor amigo, Bryan lo miró serio, diciendo -Nada-. Cuando Bryan levantó la mirada, vió a su vecino, vestido igual que él, buzo verde, un pantalón azul y unas zapatillas azules, -¿Por qué estás vestido así?- Pregunto Bryan, y el vecino respondió: -¿Por qué estás vestido así?-. Bryan pensó -¿Me estás intentando asustar?-, su vecino dijo -No-. Bryan, estaba más asustado todavía, y se desmayó.
Cuándo despertó vió a su madre, sentada, leyendo el periódico, y a su padre, tomando café mientras miraba la tele. Sentía algo frío ¡Estaba tirado en el piso! -¿Mamá?, ¿Papá?-, preguntó Bryan, -¿Oíste eso?- preguntó su madre, a su padre. Bryan no lo podía creer, del patio trasero, entró su mascota, un gato negro, con ojos verdes, caminando en dirección hacia Bryan, -¡Floopy!- dijo Bryan, pero se sorprendió cuando Floopy, su gato, lo traspasó, -Sí, estoy loco- dijo Bryan.
Fede Galván ☻ ~~~
Editado: 03.10.2018