El día que vi a Santa

La última navidad

 

Después de acostar a mis pequeños me había entrado la curiosidad, así que decidí revisar esa caja, estando el el piso de mi habitación, lo primero que tome fue mi bota navideña, con el mero tacto pude sentir que aun conservaba aquella nota, ya sabía lo que decía, así que no tenía caso revisarla, la deje a un lado y poco a poco seguí sacando objetos... 

Es curioso lo que guardan nuestros padres de nuestra infancia, había dibujos que no recordaba, juguetes inventados, y mis pequeñas manualidades qué hacía en el taller, "ayudando" a mi madre, me percate de que había un pequeño cuaderno, no recordaba qué fuera mio, y cuando lo abrí, la primera hoja lo dijo todo... 

Margareth Lester

Secretos ocultos no tan ocultos

 

Para mi querida hija... 

 

 

 

No me sentía preparada para leer lo que fuera que estuviera ahí escrito, así que lo cerré de golpe, y como un imán, tome la bota, y saque su contenido, seguía ahí, guardada, el papel estaba tomando un color amarillento, pero era esta la nota que con tanta esperanza escribí... 

Querido santa :

Este año se que me eh portado muy bien, pero para tu tranquilidad, solo quiero una cosa, mi mamá me a contado que los deseos más poderosos son los que se piden desde el corazón, así que estoy segura de que podrás cumplirmelo, mi mami, esta enferma, y no me gusta que le duela, por favor santa, haz que mamá mejore, llevate su cáncer... 

No me había dado cuenta de que las lágrimas habían comenzado a bajar por mi rostro mientras leía, las limpie y le di vuelta a la hoja, no se porque, sabía bien que la respuesta seguía siendo la misma.. 

Pequeña Teressa:

Quiero pedirte una disculpa, es verdad que los deseos de Navidad son los más poderosos, nunca dejes de creer en eso, pero en esta ocasión no puedo hacerlo realidad, te prometo que todo estará bien, pero tendrás que entender que por más que uno quiera, no siempre se puede tener lo que se desea... 

Con cariño santa, nunca dejes de creer. 

 

Las lágrimas seguían bajando, pero esta vez con un poco de amargura, papá cometió un error, pensaba, pero lo entiendo, el lo hizo porque pensaba que era lo mejor para mi, sin embargo, para mi esa fue la última navidad, ese mismo día deje de creer en santa, y en que portarme bien traería recompensas, entendí que la magia no existe, y que santa tampoco... 

Las horas transcurrian y lo único que quería era alejar de mi la idea de preguntarle a papá el porque de algo tan innecesario, atendí a mis hijos hasta que llego la hora de dormir y estando en recostada en mi habitación, tome el teléfono y marque su número :

-¿bueno? 

-hola papá, buenas noches

-¿pasa algo? - pregunto algo alarmado, supongo que por la hora

-No, nada, tranquilo, es solo que estaba revisando la caja que me diste, y encontré la vieja nota que me dejaste, aquella navidad, la última-agregué para que supiera qué me refería a la muerte de mamá 

-¿cual nota? - pregunto confundido 

-la que escribiste al reverso de mi deseo de navidad, estaba dentro de mi bota-y su silencio me decía que estaba pensando 

-No recuerdo haberte dejado nada cariño, esa noche fue caótica y... Bueno, tu sabes que no hubo tiempo para nada-dijo convencido

-de acuerdo papá, gracias, y disculpa por la hora, creo que estoy confundida 

-No hay problema hija, es lo más probable, descansen

-gracias, tu también papá, te quiero 

-y yo a ti hija. 

Sin más palabras, colgamos, dejándome con la duda ¿entonces quien rayos escribió eso? 




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