El día que vi a Santa

Negación

Las cosas que estaban pasando no eran normales, nisiquiera se podría decir que reales, como se explican el hecho de entrar por detrás de un árbol y llegar a ¿la casa de santa? De película ¿no? 

Bueno pues al parecer era lo que estaba pasando, no hablaría, rayos, vieron esa película ¿no? Definitivamente esto se quedaría como un sueño, un grato y raro sueño, de esos que aparecen cuando te alcanzan los recuerdos. 

Lo miraba confundida, tenía una sonrisa que causaba cierta ilusión, pero como era falsa correspondí, solo por educación, por dentro estaba gritándole a mi cerebro ¡¡despierta!! Pero nada funcionaba, dio dos pasos hacia a mi, y como si le hubiera salido raíces a los míos, me quede estática. 

-aquí-dijo señalando mi pecho, justo en el lado del corazón - en un espacio, arrinconaste a esa pequeña, qué sentaba con su madre a realizar decoraciones para la casa, esa pequeña que me hizo esto - y como magia, en la palma de su mano se veía una imagen de la nota que hacia 20 años había escrito. 

Eso se sintió como un balde de agua fría, porque todo mi cuerpo comenzó a temblar, presa de los recuerdos, de la emoción que sentía a lado de mi madre, de la ilusión y esperanza con la que escribí ese deseo, y de la trizteza que me inundó cuando arroje esa última flor al hiexo donde sepultaron a mi madre... 

-si pudiste leerla-pude decir por fin-¿porque hasta apenas te haces presente, ya para que? - pregunte casi en un reproche 

-por esto-cerro su puño y con un movimiento de su mano volvió a abrirlo, mostrándome una nota, con la caligrafía que reconocía <<Nicol>> 

Tomo mi mano, y con cuidado, como si fuera algo muy frágil, la imagen se proyectaba ahora en la palma de mi mano, con un poco de miedo, comencé a leer... 

Querido santa :

Sabemos que hace tiempo mi mamá esta muy triste, a nosotros no nos gusta verla así, ella extraña a la abuela, y aunque ella no puede regresar, solo queremos que te lleves la tristeza de mamá, nos gusta verla sonreír, y queremos que siempre sea así, gracias santa, las galletas son para ti, y a la leche solo le tomamos un poco... Pero no le digas a mamá 

Las lágrimas rodeaban por mi rostro, <<mis niños>>, pensaba, mientras las limpiaba, siempre creí que no lo notaban, pues trababa de ponerles mi mejor cara, ahora, con esta nota, me doy cuenta de lo tonta que eh sido, y de lo ignorante que era, por no notar que ellos sabían y veían mi tristeza. 




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