Sin duda las palabras que salía de su boca estaban llenas de razón, qué sentido tenían los juguetes, sino tenían con quien jugar.
-pero esque, en estos tiempos es indispensable trabajar, la vida es muy cara-respondí, tratando de justificar la ausencia en muchos hogares
-veamos-de nuevo, en la palma de su mano, proyecto varias imágenes-Leslie, mamá en el teléfono, aquí, Tod, papá mensajeando, Chester papá al teléfono, Ari mamá peleando con papá, Bruno, papás trabajando...
Los niños fueron diferentes pero la escena era la misma, caras tristes porque papás no se daban el tiempo de pasarlo con sus hijos...
-ahora, veamos de este lado-también me mostró niños, que se notaba, no eran de "economía despreocupada", había carencia material, y los juguetes, no eran los mejores, pero reían, jugaban con sus padres...
-¿lo ves? El mundo no necesito lujo, necesita calidad...
Y como si la alarma sonara, comenzaron a oirse repicar las campanas de navidad...
-¡¡ya es hora!!!! - se oía que gritaban diferentes voces, y entendí que estaba por comenzar la víspera de navidad, la banda de deseos comenzó a llenarse de cartas, y unas iban a parar al costal de santa, mientras otras se iban a un especia de contenedor qué tenía a un costado escrito "material"
Quise recorrer todo, pero ya nadie se detuvo, era como si se hubieran puesto en modo turbo, busque a santa con la mirada, pero tampoco lo encontraba, trataba de avanzar, pero era como si estuviera pegada, los duendes corrían a mi alrededor y de pronto, un destello salió, dejando a su paso una ligera brisa de nieve y un tintineo que podía reconocer, sonreí ligeramente y como si adivinara que esta aventura había terminado, me mantuve en mi lugar, lista para lo que siguiera...
Parpadee varias veces antes de poder adaptarme a la luz, sin embargo el sonido de los trastos en la cocina me saco completamente del sueño...
-¡mami! Hacemos el desayuno - dijo mi pequeña Nícol apenas me vio entrar a la cocina
-pero no queda bien-agrego Dante
Trataban de preparar hot cakes sin éxito, ya que la leche estaba derramada, la harina regada y la estufa apagada, sonreí ligeramente abrazando a mis hijos, segundos después me puse manos a la obra y pasado el desayuno mi cerebro me trajo un recuerdo de mis sueños...
¿Será verdad? Cuestionaba internamente mientras tomaba una ducha, todo mi día estaba planeado para comenzar con el postre que llevaría a casa de mi amiga, pero hice los planes para más tarde, algo dentro de mi, me pedía que leyera el diario de mamá, y así lo hice...
Querida hija mía, eres tan pequeña, qué me cuesta tanto escribir estas palabras, de verdad deseo que mi ausencia no te halla pesado tanto, se que cuando leas esto, ya habrás entendido que la vida esta llena de buenos y malos momentos, perdoname por no estar, hubiera querido, pero no será así, te amo infinitamente, y los días que pasamos en el taller, haciendo figuras, se quedan en mis memorias más hermosas, ame el momento en que te tuve entre mis brazos, y ame todas tus cartas llenas de ilusión esperando la navidad a nuestro lado, desde la villa de santa yo te cuidare y te amaré siempre...
Con amor, mamá.
Sonreía no podía hacer otra cosa, más que sonreír, no estaba segura de nada, pero sabía que mamá, por alguna razón siempre supo que necesitaría estas palabras, limpie las lágrimas que bajaron por mi rostro, me dispuse a organizar mi día, llame a mi amiga y hablamos un poco, me sentía diferente, de eso, no había duda...