Anonimo
-¿A que esperáis?- preguntó impaciente.
-¿Deberíamos empezar ya?- pregunté un poco extrañada.
-¿Tu que crees? ¿No crees que ya es la hora?- levantó una ceja y se cruzó de brazos.
-Tienes razón, se lo comunicaré, creo que él estará muy feliz de oír eso- eleve mis comisuras formando una sonrisa.
-Él estará emocionado por ello, se avecinan muertes- Confesó.
Mi sonrisa se expandió al oír eso.
-Si, se avecinan muertes- Relamí mi boca al decir eso, como si estuviera saboreando el momento.
-Savannah, temblarás- dijimos los dos al unísono.