El diario de Damiana

Junio 16

Ha terminado la sesión con el doctor Morton, son las 10:05 a.m.

Estoy algo cansada, fatigada, pero... debo confesar que también me siento un poco emocionada. Hace mucho, mucho tiempo que no tenía sensación alguna en mis piernas y hoy, aunque no se lo dije al doctor, sentí una leve sensación de hormigueo en mis pies.

- ¿Cómo te fue en tu sesión de hoy? -preguntó Harry, entrando en la habitación.

- ¿Quieres que te confiese algo? -pedí ligeramente sobrecogida. Asintió intrigado.

- Hoy sentí algo en mis pies.

- ¿En serio? -exclamó sonriente. Asentí- Me alegro, preciosa. Eso quiere decir que vamos por buen camino. Tu recuperación está muy cerca.

- Sabes, Harry, no sé qué sería de mí sin ti -le manifesté desde el fondo de mi corazón- ¡En serio! -sonreí ratificándoselo- Cuando llegué a este hospital, me abandoné completamente en el desconsuelo y en la tristeza... inconscientemente me propuse destruirme a mí misma... y lo intenté muchas veces, tú lo sabes perfectamente -asintió- Poco a poco he ido saliendo a flote... hay muchas cosas en mi cabeza que están empezando a cambiar y eso te lo debo a ti.

- Me da mucho gusto escucharte hablar así, tan animada, tan fortalecida. Y mucho más sabiendo que algo tengo yo que ver con ese estado.

- Tiene todo que ver, doctor Parker. Sin su persistente fastidio, sin su constante molestia y acentuada pesadez, no estaría manifestándoselo.

- Es agradable escucharte decir que soy un fastidio, una molestia y un pesado, en verdad, es gratificante -sonreímos divertidos.

- Hablando serio, Harry, te estoy muy agradecida por tu compañía, por tus palabras, por tu apoyo, por esa lucha incansable de sacarme de este lugar, aunque, claro, eso todavía no lo tengo resuelto.

- ¿De qué hablas?

- Aún no me siento preparada para afrontar nada de mi vida pasada... ni siquiera sé si quiero volver a ver a mi hijo -bajé la cabeza acongojada.

- Vamos, preciosa, ¿Qué pasó con el ánimo? -consoló cariñoso, levantando con sus manos mi rostro- Vamos poco a poco, paso a paso. Lo importante es que en esa hermosa cabecita ya se están empezando a dar cambios positivos... esperemos, aguardemos sin prisa, ¿listo? -asentí de acuerdo.

- Por eso te pido que estés conmigo -enfaticé apretando fuertemente sus manos- Te pido que sigas a mi lado, como hasta ahora lo has hecho. Y si me porto como una necia, como una malcriada... no me prestes atención, no me dejes, por favor.

- Ya te lo he dicho, preciosa, no me voy a ir. Aquí estoy, y para ti, aquí estaré siempre.

 

 



#7 en Joven Adulto
#169 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, amor

Editado: 13.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.