El diario de Damiana

Julio 03. Un sueño profundo y tranquilo

Me siento terrible...

Desde que Harry salió anoche de la habitación, no he podido sacármelo de la cabeza... me siento muy mal por cómo le hablé. Ya mandé a buscarlo con Susana, pero no viene y de eso hace ya bastante rato.

Está llegando la noche... el sol ya se ocultó y Harry no viene...

Susana me dijo que estaba ocupado, pero... sé que no viene porque no quiere verme... porque está molesto conmigo... no lo culpo... ¡fui una estúpida!, soy una tonta, una...

Ayer pasamos un día maravilloso... a su lado me sentí como hacía mucho, muchísimo tiempo no me sentía. Por eso estoy tan asustada, tan aprehensiva, tan aterrada, tan...

- Aquí estoy, dime, ¿Qué sucede? -es Harry. Mi corazón late presuroso, el temblor volvió y esta vez es más evidente.

- Pensé que no querías verme -musité emocionada.

- Estaba ocupado, atendiendo algunos pacientes -manifestó serio, distante- Dime, ¿te sientes mal físicamente?

- No... solo quería disculparme -reconocí arrepentida- Nada de lo que te dije fue cierto -bajé la cabeza embargada por la pena- Ni una sola de mis palabras fue dicha sinceramente -se acercó un poco.

- Pero cada una de ellas me dolió muchísimo -manifestó sentándose frente a mí. Mis ojos se humedecieron

- Lo siento, soy una tonta. Lamento en verdad haberte hecho daño. Sabes que ese ha sido siempre mi temor desde que supe de tus sentimientos hacia mí... temo dañarte. Y mira, tenía razón, te lastimo y lo peor, lo hago sin querer hacerlo -extendió su mano y limpió las lágrimas de mi rostro. Guardamos silencio un rato. Harry solo me veía y yo... quería abrazarlo, aferrarme fuertemente contra su pecho. Luego, sonrió.

- Sabes... ya eres una mujer adulta, pero te comportas como una chiquilla malcriada y consentida -sonreí complacida por la sonrisa en su rostro- No tengo por qué soportar tus pataletas, pero... te veo y todo se me olvida -mis mejillas se llenaron nuevamente del calor que las envolvió el día anterior y un intenso color rosa las cubrió- No tienes ni siquiera que hablar, el solo hecho de haberme llamado hizo que olvidara completamente la parte desagradable. Estoy pensando seriamente que el que necesita ayuda psicológica soy yo... no soy capaz de molestarme contigo.

Una fuerte emoción casi ahoga mi pecho al escuchar aquellas palabras. La sangre en mis venas corría tan estrepitosamente que casi podía sentir cómo se desbordaba por mi cuerpo.

- Me sentía muy mal, en serio -ratifiqué tomando sus manos- No sé por qué, Harry, necesitaba verte, necesitaba decirte que lo sentía, porque... no sé, me sentía realmente terrible... no soporto que estés lejos de mí, no soporto la idea de que no me hables, me angustia solo pensar que no quieras verme, que...

Sus labios se unieron con los míos en un movimiento tan rápido y certero que recuperarme fue en verdad, complicado. Todo, todo desapareció, no había nada más que ese desbocado remolino de emociones que me sumergió en el más absurdo pero maravilloso aturdimiento. Con sus manos en mi rostro y sus labios en los míos, sentía que, a pesar de estar atada a la silla de ruedas, volaba libremente por prados perfumados y florecidos.

Se separó un poco, con sus ojos cerrados y sus manos aún en mi rostro.

- ¡Dios!, cuánto te amo -susurró en mis labios. Sentí enloquecer. No había cabida en mi pecho para tanta emoción. Abrió lentamente sus ojos y se encontró con los míos que lo miraban aterrados, confundidos, desconcertados; entonces, sonrió. Dulcemente besó mi mejilla. Yo no podía hablar, no había una sola sílaba valiente que osara salir de mi boca- ¿Cómo te sientes? -preguntó discreto, pero visiblemente ansioso. Lo miré en silencio por un largo rato. Luego, sonreí.

- Si -contesté al fin- Realmente me siento muy bien -se me acercó nuevamente y me dio un beso en la frente.

- Ya es tarde, debes descansar -acarició mi cabello- Mañana vengo a mirar cómo sigues -se acercó a mi oído- Te amo -susurró apoyando su mejilla en mi rostro- Te amo muchísimo.

Salió de la habitación y yo... caí sumergida plácidamente, por primera vez en 5 años, en un sueño profundo y tranquilo.

 

 



#7 en Joven Adulto
#173 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, amor

Editado: 13.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.