El diario de Damiana

Cuentas saldadas. Parte II

Con Catiana.

Unos días antes de viajar, fui a ver a Catiana.

Harry se negaba a que fuera a verla. Se rehusaba a que siquiera me acercara a un metro de distancia de aquella mujer que tanto dolor trajo a mi vida. Pero yo sentía que debía hacerlo. Necesitaba hacerlo.

Desde ese día en el hospital, nunca más volví a tener contacto alguno con ella. Para ese entonces, Jessica me alcanzó a comentar que estaba viajando o algo así, pero en esos momentos no quería saber absolutamente nada de la vida de quien había sido mi mejor amiga y que al mismo tiempo me había dañado tan profundamente. Estando yo en el hospital, intentó verme en varias ocasiones. Harry desconfiaba de sus intenciones, por lo tanto, no permitió que ella ingresara a mi habitación, y nunca me lo informó. Por eso, cuando lo supe, quise verla.

Ha estado internada en varias ocasiones en clínicas para personas adictas al alcohol y otras sustancias. Se recuperaba por períodos cortos, pero reincidía una y otra vez. Cuando fui a verla, llevaba alrededor de seis meses en ese lugar. Estaba muy delgada. Increíblemente demacrada. Aunque con mejor apariencia que la última vez que la vi. Su rostro estaba libre de maquillaje y profundas líneas se acentuaban debajo de sus ojos verdes. Su larga cabellera rubia ya no existía, ahora llevaba muy corto el cabello. Ese día vestía un pantalón de mezclilla y un suéter de lana ancho. A simple vista podía notarse que no habían sido nada fáciles los años transcurridos, pues su mirada reflejaba un terrible abatimiento y desconsuelo. Al ver a aquella persona frente a mí, no solo sentí un fuerte dolor en mi pecho... no pude evitar sentir una profunda tristeza. Estaba sentada con las piernas recogidas, en una silla colgante en el patio trasero. Al verme sonrió distante, ausente. Me senté junto a ella, atónita, conmovida.

- La vida ha sido un poco dura conmigo -susurró batida, rato después- Desde que Andrés murió todo para mí perdió sentido. Puedes creerlo... la razón de mi existencia... esfumada, evaporada... aniquilada.

- ¿Qué le pasó a tu cabello? -pregunté inquieta. Encogió los hombros en un gesto de indiferencia- Gastabas mucho tiempo y dinero en su cuidado, ¿por qué te lo cortaste?

- Eso fue hace mucho tiempo... mi cabello, mi ropa, mi maquillaje... nada de eso importa -me miró desinteresada- El cabello me lo corté el mismo día del funeral de Andrés.

Guardamos silencio por largo rato.

- Te ves bien -manifestó amable, asentí discreta- ¿Para qué has venido?, Damiana -preguntó triste- ¿Para ver en lo que me he convertido?

- No -contesté afectuosa- En unos días me iré para Boston. Me radicaré definitivamente en esa ciudad y no podía irme sin despedirme de ti.

- ¿Vas a vivir con los Regueiro?

- No, me voy a casar con Harry. Él dirigirá uno de los hospitales más reconocidos de esa ciudad y nos instalaremos allá -me miró sorprendida.

- ¿En serio? -asentí. Sonrió- Así que después de todo, Harry logró conquistarte -su sonrisa se borró lentamente- ¿Y Andrés?, ¿ya lo olvidaste?

- No. Nunca lo he hecho y nunca lo haré -se levantó de la silla y caminó un poco.

- ¿Sabes de qué me estaba acordando hace algunos días? -preguntó con la mirada invadida por la nostalgia- Recordé el día en que cumplí 18 años -sonreí ahogada por el recuerdo- Yo estaba estudiando mi primer año de medicina y ese día no solo prometí terminar mi carrera satisfactoriamente, sino que, además, me convertiría en la mejor y más reconocida cuidadora de canes del país... juntas, tú y yo, crearíamos una exitosa institución encargada de la protección y defensa de los animales.

- Tú te encargarías de defender y cuidar a los animales y yo me encargaría de la administración.

- Ese día prometimos crecer y permanecer juntas sin importar las adversidades... entonces renovamos nuestro pacto de hermandad.

- Estaríamos eternamente unidas por nuestra amistad, unidas como la sangre que fluía en esos momentos de nuestro dedo índice... -me paré frente a ella, contemplando la vieja cicatriz en mi dedo- Ese día te sentías y te veías segura, realizada, dueña del universo. Pero lo más importante... ese día eras mi mejor amiga, mi hermana.

- Lo era -exclamó mirándome distante y mostrándome su dedo cicatrizado- Pero... han pasado tantos años, he pasado por tantas terapias, por manos de tantos terapeutas, especialistas, psicoanalistas... y... aún no logro comprender qué pasó en mi corazón... -se sentó nuevamente- Fui a buscarte en varias ocasiones al hospital, pero Harry no me dejó verte.

- Lo sé, me lo dijo hace unos días, por eso estoy aquí.

- Cada vez que voy a terapia, ya sea individual o grupal, y me piden que evoque un recuerdo feliz, un recuerdo que me llene de paz, de calma... inevitablemente eres parte esencial del recuerdo -me senté una vez más a su lado- Mi vida está dividida en dos grandes secciones: antes y después de Andrés. Antes: era feliz, estaba tranquila, llena de esperanzas, ilusiones... después: soy infinitamente desdichada y desgraciada. Antes: tenía una gran y maravillosa amiga a mi lado, a quién consideraba mi hermana, mi soporte, mi fortaleza... después: eras mi enemiga, mi rival, la barrera más alta e impenetrable para acceder a lo que consideraba mi única felicidad -una lágrima se deslizó por sus mejillas- Me hice mucho daño... me entregué a una adicción de la cual aún no me recupero... abandoné mi carrera, mis adoradas mascotas... desprecié a amigos tan incondicionales como lo fueron Harry y Jessica... te lastimé a ti... -bajó la cabeza arrepentida- No te culpo si aún me odias por eso.

- Fue algo realmente doloroso, pero... -sonreí comprensiva- Eso hace parte ya del pasado.

- No pasa un solo día en que no lo lamente... por eso fui a verte al hospital. Necesitaba que lo supieras... necesitaba pedirte perdón, que supieras también que lamentaba todo lo que te dije ese día cuando fuiste a verme al hospital... aún hay en mi corazón sentimientos confusos y contradictorios, pero... ahora sé que fui injusta contigo y me extralimité y... bueno -suspiró profundamente- Aquí estoy nuevamente, intentando encontrarle una pequeña luz de salida a este túnel interminable.



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En el texto hay: romance, drama, amor

Editado: 13.04.2024

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