Enero 19

Hoy...

Clausuro y sello este diario y mi pasado.

Un pasado que, aunque triste, también está lleno de hermosos e inolvidables recuerdos, protagonizados por quienes, en su momento, hicieron parte fundamental de mi existencia:

Víctor, Jonathan, Catiana, papá Ricardo, Adreyna, Jessica, Karla, Letty, Beatriz... y por supuesto, mi amado Daniel.

Hace unas semanas me dieron de alta del hospital.

Fue contradictoria mi salida. Estaba feliz, emocionada y al mismo tiempo aterrada. Cuando ingresé en ese hospital pensé que nunca saldría de ahí. Pensaba que en esa habitación permanecería hasta el último día de mi vida, que para ese entonces calculaba y procuraba bien cercano.

Pero enfrentarme al mundo resultó mucho más sencillo de lo que me imaginaba. Por el contrario, fue realmente gratificante y asombroso redescubrir un mundo que estaba tan lleno de tantas maravillas, de tantas situaciones y experiencias tan cotidianas pero que resultaban para mí tan novedosas, tan excitantes. No fue tan difícil retomar el dominio de mi vida. Poco a poco fui amoldándome a un presente que sentía, concebía y percibía cada vez más agradable y placentero.

Antes, por supuesto, tuve que poner muchas cosas en su sitio, darle a cada recuerdo y a su protagonista su lugar. Las situaciones y detalles que tenía pendientes, tuve entonces que resolverlos.