El Diario De Diana

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Querido Diario:

Es la primera vez que escribo aquí; me alegra que mis padres me hayan regalado un diario por mi cumpleaños, es de las mejores cosas que me han regalado.

Bien, la verdad no sé cómo empezar, pero quiero contarte que mañana será mi primer día de clases en la universidad y ya quiero conocer cómo es el lugar. Espero conocer amigos muy buenos porque últimamente he estado muy sola y se burlan de mí. Me duele que todo el mundo me diga que soy fea y que sólo soy un estorbo solamente porque soy gordita.

Y que decirte en el tema del amor; soy la peor, desde que tengo memoria, no he tenido novio. Ningún chico me invita a salir y eso me pone muy mal. ¿Qué tiene que sea gordita y use lentes? Yo sé que no todas las coreanas son así. En los k—dramas casi siempre hay una chica bien delgada y hermosa más que yo. Pero supongo, que soy extraña en este país Guatemala porque es raro que haya coreanos. A veces echo de menos mi país ya que quisas ahí no sería tratada de esta manera o no sé realmente porque allá son muy estrictos con la comida.

Pero aparte de ello, mi familia me apoya en muchas cosas, de hecho, soy la más inteligente a lo que se refiere a temas con los números. Mi padre dice que seré una gran empresaria si sigo con mis notas que no bajan de cien. Siempre he soñado con ser dueña de una empresa de dulces; me encantan los dulces, en especial los chocolates. Espero algún día serlo. Bien este es todo.

Te escribe con mucha emoción. Diana Gang.

 

●●●●

—¿Qué lees, Padi? —se acerca uno de mis mejores amigos, yo me asusto y oculto el diario de Diana.

—Nada Migue —digo rápidamente. Me encuentro sentado cerca de un árbol que había en el campo de la universidad. Él frunce el ceño, creo que no está muy convencido.

 —A mí no me engañas, tienes algo en la mano —me dice moviendo la cabeza para ver que observa en mi mano. Nadie debe saber que tomé el diario de Diana, ni ella lo sabe y tampoco quiero que se entere ahora.

 —Está bien te diré...  —le dije—. Pero antes... ¡Mira ahí está Katy Perry!

Grito y Miguel gira haciendo que me diera tiempo de salir corriendo. Él grita que soy un tramposo y creo que me segue, pero logro escapar a los baños del gimnasio, ahí nadie me verá. Recibo unos mensajes en whatsapp de Sam antes de seguir leyendo:

 

▪▪▪▪

Sam: Padilla tenemos que organizar la fiesta en tu casa, no lo olvides.

10:00am

Yo: Claro que no me olvido, esa fiesta va a ser increíble.

10:05am

Sam: Dices lo mismo de todas, pero tienes razón.

10:10am

Yo: Obvio que la tengo.

10:11am

Sam: Siempre modesto, bien nos vemos porque sino la profesora me quita el teléfono.

10:15am

(Sam se desconecta)

 

Luego observo el diario y recuerdo cuando lo tomé, jamás creí que Diana escribía en uno como estos. Es más no conocía nada de ella, tanto que daba miedo y más cuando ella desapareció de la nada y ahora apareció siendo otra chica a la que ya no reconozco y busco en estas páginas, una respuesta y les contaré cómo lo encontré  

♦♦♦♦

Al instante que iba caminando hacia mi casillero, no me di cuenta que frente a mí yacía una distraída chica de la cual me enamoré cuando era apenas una nerd y que llevaba muchas cosas en sus manos. Ambos nos chocamos y todas las cosas de ella se cayeron por todo el suelo e incluso sus lentes estaban en el suelo, la cual no deja de usar, pero ahora impone una moda. Se ve hermosa con ellos y sin ellos se ve aun más hermosa. Aunque ella dice ser otra persona, lo que hace ser más extraño, dice que se llama Cindy y todo el mundo se la cree; mas no yo.

Dicen que las personas achinadas, coreanas o japonesas, son dificiles de distinguir, pero ella es la única coreana que sabe más de este lugar de lo que quiere fingir.

—¿Por qué no te fijas en dónde caminas, idiota? —me preguntó molesta, me merecía que me tratara así por todo lo que le hice pasar. Ella me odia, lo sé y yo la amo cada día más. En el lugar había mucha gente cerca de nosotros. Ella se agachó para agarrar sus cosas al igual que yo lo hice para ayudarla. No tenía cara para hablarle.

 —Te pregunté algo —me dijo y yo sólo susurré un: “Lo siento”. No sabía qué más decir, tantas veces que le pedí perdón y ella no lo ha aceptado desde entonces.

Hace un año, todos la trataban tan mal, se burlaban de ella, la insultaban y lo más tonto es que yo les seguí el cuento a todos, creo que soy la peor persona del mundo. Ella siempre me trataba bien, me ayudaba con mis tareas, me cubría mis tonterías y más; prácticamente Diana daba todo por mí y yo sólo jugué con sus sentimientos. Todos me decían que ella me quería, pero nunca lo creí, además si yo llegaba a salir con ella todos me hubieran tratado igual o peor. A mí solamente me daba lastima y ahora me doy cuenta que fui un estúpido. Ella podía ser muy buena persona, pero su apariencia no le ayudaba, hasta parecía que se vestía como mi abuela. ¿Quién usa faldas y blusas flojas en estos tiempos? Me refiero a lo juvenil. Quizás si las hay y no me di cuenta. Además, no le ayudaba los lentes y el peinado de trenzas cuando tenía el cabello largo. No obstante, por raro que parezca, extraño todo lo que ella era antes porque ahora tengo que lidiar con un montón de muertos de hambre que van tras ella.




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