El Diario De Diana

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Bebé hermoso, ¿Cuándo nos juntamos? Ya me tienes abandonada desde hace unos días. ¿Pasa algo?”

 

Clara es mi ex novia, hace tiempo que terminé con ella desde que me enamoré de Diana, pero ella no lo sabe; aunque sospecha. Sin embargo, aún sigue buscándome. Yo le he sido infiel innumerables veces y a pesar de eso sigue aquí. Terminamos porque yo no puedo seguir engañándola. Sin embargo, ella también me había engañado con Gerardo una vez.

 

▪▪▪▪

 

Yo: Samuel, ¿puedes prestarme tú libro de química?

11:00am

 

 

Sam: Me imaginé que me lo ibas a pedir.

10:03am

 

Yo: Es que pensé que lo traía, pero no.

10:04am

 

Sam: Está bien, te espero en la fuente para dártelo, pero la próxima avisame antes de que salgamos de la clase de biología y recuerda traer tus libros

10:07am

.

 

Yo: Gracias hermano y disculpa las molestias.

10:09am

 

 

▪▪▪▪

 

Voy a mi casillero para guardar mi libro de biología y veo a Diana buscando algo desesperada. Me acerco para saber qué es.

 

—¿Qué buscas hermosa? —le pregunto.

—No te importa y no me digas hermosa —me contesta fría.

—Solo trato de ayudarte —le digo.

—No necesito tu ayuda —me dice molesta y eso me lastima.

—Solamente quiero ser amable contigo —le confieso.

—¿Desde cuándo quieres ser amable conmigo o es porque me sigues confundiendo con Diana? —me pregunta mientras guarda sus cuadernos.

 

—Desde que me di cuenta que fui un idiota contigo y podes engañarme lo que querrás, pero yo estoy completamente seguro que eres Diana —le respondo y ella se me queda viendo por un momento como si le dije algo impresionante.

 

—Oh, al fin te diste cuenta de lo basura que eres; lamentablemente fue muy tarde para ella porque no se lo estás diciendo a Diana; yo no soy esa chica, tú estás loco —me dice fría.

 

—Perdón Diana, perdón por todo, por favor deja de fingir —le digo y ella me ve sorprendida. Luego noto que se le cristalizan los ojos. Me hace sentir mal, pero eso me dice completamente que es ella.

 

—Yo no sé que le hiciste a ella, pero con un perdón no va a borrar todo lo que le pasó, Lucas —me dice y se va sin más que decir. Me quedo en la misma posición con una tristeza porque realmente me duele que ella me odie por lo que le hice y no quiera decirme que es Diana.

 

⁘⁘⁘

 

—¡Miren a quién tenemos aquí! ¡A la chica cuatro ojos! —grité señalando a Diana que se encontraba sentada en las gradas del gimnasio de baloncesto. Todos mis amigos reían junto conmigo. Mientras ella con su cabeza gacha sin mirarme a la cara.

 

—¡Miren lo tonta que es ese cerebrito! —más y más ofensas.

—¿ERES TONTA O QUÉ? ¡RIDÍCULA DE CUATRO MALDITOS OJOS QUE NO TE SIRVEN PARA NADA PORQUE NO TE DAS CUENTA DE LO QUE HACES! —le gritaba cuando me enojaba por gusto.

 

⁘⁘⁘

 

Todo eso lo puedo recordar perfectamente y la verdad me hace querer llorar y tirarme al abismo por lo idiota que fui, yo era el tonto ridículo. Mi madre me dijo una vez que un hombre japonés de las Artes Marciales llamado Morihei Ueshiba dijo—: Herir a un oponente es herirte a ti mismo—, y no mentía. Aunque él hablaba de las Artes Marciales; muchos lo tomaron para la vida cotidiana. Si tú tiendes a herir a alguien, no se lo haces a esa persona como tú crees; sino te lo haces a ti mismo. Y es así como yo terminé hiriéndome cuando me di cuenta que ella valía más que todas esas mujeres que salieron conmigo para fiestas y más. Incluso Clara era una de ellas.

 

—¿Lucas, estás bien? —me pregunta Samuel. Me recuerdo que tenía que ir a la fuente y no lo hice. Ya hasta perdí la clase.

 

—Sí, perdóname; olvidé que tenía que ir a la fuente —le digo avergonzado.

—Últimamente estás algo distraído —me dice dándome el libro de química. Lo tomo y saco mis lapiceros de mi casillero.

 

—Estoy bien Sam, no te preocupes voy a ver si me dejan entrar que ya es tarde —le digo para que se vaya y no me siga preguntando de lo que me pasa. Él no está tan convencido, pero no me pregunta más. Voy a la clase, pero ya no me dejan entrar; así que me voy a la fuente donde debía haber ido y donde se puede estar tranquilo. Saco el diario de Diana y empiezo a leer la siguiente hoja.

 

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Querido Diario:

 

Hoy fue el peor día de mi vida; es decir, uno de los peores días que he tenido en mi vida. Pero este fue de esos días que jamás olvidaré. Llegué a la universidad con el motivo de no ver a ninguno de mis compañeros fuera del horario de clases para que no me molestaran. Sin embargo, para mi mala suerte me encontré con con Miguel e iba acompañado de Samuel y otro chico que me encantó cuando lo vi. Lucas, es su nombre y el primer día que lo vi, me encantó su sonrisa y esos ojos color miel que hacían juego con su cabello. No obstante, él es igual a todos y aún así soy una masoquista. A pesar de que lo quiero; él es un desgraciado conmigo y realmente no puedo seguir así. Sus amigos se fueron, pero el se quedó conmigo y pensé que me iba a decir algo diferente.

Él me dijo cuatro ojos y quise ignorarlo, pero fue la peor forma porque se acercó a mí y me tiro al suelo. Lo bueno es que solo estábamos él y yo. De repente cuando creí que me levantaría como todo un caballero, pero jaló y luego me lanzó de nuevo al suelo. Entonces me dije a mí misma: No voy a permitir que me siga jodiendo. Me levanté como pude y él solamente se reía de mí y decía—: ¿Qué pasó cuatro ojos? ¿No puedes ver nada? Entonces en cuanto pude ponerme de pie y recoger mis cosas; lo vi furiosa y él comenzó a retarme.




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