El Diario De Diana

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Querido diario:

 

Mis padres no sospechan que yo me hago pasar por mi hermana desde hace mucho tiempo; finjo ser quien no soy para hacerles pagar a todos lo que me hicieron. No era justo que mis padres me dejaran en Corea con esa vieja que dice ser mi abuela, pero es una pesadilla, solo porque soy una chica extroverrtida, pero mi abuela ya no está y yo me fui a vivir a un maldito internado. Entonces cuando mi hermana me fue a visitar, en un descuido me vestí como ella y me escapé para regresar con mis padres y no ella. Dejé a mi hermana en Corea y por un tiempo no le creyeron que era la verdadera. Esa fue mi venganza contra ella y ahora será la de mis padres y ese chico infeliz que me hizo daño.

 

Te escribe, la que se hace llamar Diana.

 

●●●●

 

¿Qué es esto? Esta no es Diana, algo siniestro hay aquí, no entiendo. Tengo que saber toda la verdad antes de que me vuelva loco. Es una hoja que me entregó Cindy, sobre el diario de su hermana.

 

Tiene toda la razón Cindy; Diana está cumpliendo con su venganza y eso me desgarra el alma. Ella toma el papel y yo agarro una maldita piedra del suelo y me levanto de mi lugar con tanta furia y la lanzo a la nada. Cindy se asusta y se aleja un poco de mí. Empiezo a patear todo y comienzo a gritar con tanta furia mientras se me sale las lágrimas. De repente descargo todo eso y me siento de nuevo a llorar y Cindy se acerca a mí y me abraza. Me dice que lo lamenta y yo la abrazo también. Estabamos en el refugio de Miguel, un lugar donde se va a fumar y beber cuando sus padres se están peleando y nadie sabe de él; excepto Samuel y yo. En estos momentos es eso lo que necesito, un abrazo, para sentirme mejor. Cindy me dice que le duele verme así, que daría lo que fuera para que no pasará estás cosas. Ella toma mi rostro y veo que también llora. Verla así es nuevo para mí porque ella y yo no hablabamos mucho y supuestamente nos llevabamos mal, pero era Diana.

 

 —Tengo que confesarte el por qué mi hermana dice que se está haciendo pasar por mí   —me dice sin dejar de poner sus manos en mis mejillas y mirarme con tanto dolor.

 —Ya sé, tantas veces que la vi en la universidad haciéndose pasar por ti para vengarse por lo que le hice —le digo entre sollozos.

 

 —Sé que fuiste un patán y a veces me cuestionaba el por qué sentía algo por ti, pero cuando supe lo que le hiciste a mi hermana, te odie porque podía haber sido yo; sin embargo, a mi hermana por metiche le tocó y la diferencia es que yo no me hubiera vengado sino te hubiera apartado de mi vida para siempre —me confiesa y la tomo de los hombres.

 

—¿De qué estás hablando? —le pregunto confundido.

—Lucas, cuando dije que Diana no es quien aparenta ser es porque realmente ella no es Diana… —se queda callada y me estresa demasiado.

 

De repente ella me besa. Al principio me alarmo, pero no puedo evitarlo; ella besa demasiado bien. La acercó más a mí tomándola de la cintura. En este momento no sé qué me está pasando, realmente me siento confundido. No sé qué estoy haciendo, pero se siente bien. Cindy acaricia mi cuello y se siente extraño porque ella siempre la había visto como la cuñada.

 

 —¿Lucas?  —nos interrumpe esa voz que no quería escuchar en ese momento. Era Miguel.

 —¡Oh hermano!   —expreso. Cindy parece molesta porque ella no quería terminar esto.

 —¿Qué significa esto Lucas?  —pregunta mi amigo.

 —¿No ves? Me estoy besando con Cindy —le respondo frío. Cindy sonríe.

 —¿Cindy? ¡En mi refugio! ¡Se supone que no le diríamos a nadie más!  —me grita molesto.

 —¡La traje porque estamos en peligro y solo aquí no conoce Diana para que no nos haga daño! —le grito igual.

 

 —Explícame que no estoy entendiendo —me dice.

 —Siéntate porque lo que te contaré es muy largo —le digo y me obedece. Cindy parece estar nerviosa mientras que le empiezo a contar.

 

 —¿Qué está pasando aquí?  —pregunta Samuel, también entrando de la nada y nos preguntamos por qué hay reunión; Miguel me explica que van a jugar videojuegos mientras fuman. Cindy les dice que le explicará, pero les pide que nos dejen solos por un momento. Ellos asienten y salen.

 

—¿Qué me quieres decir Cindy? —le pregunto.

—Te besé porque pensé que ellos no son de fiar y fingí por unos segundos ser mi hermana —me dice.

 

—Ya veo, pero estás nerviosa —le digo.

—Escucha Diana no es Diana, ella es Cindy —me confiesa de golpe.

—¿Qué? —le digo sin entender.

—Yo soy la verdadera Diana Yang Mi Gang y ella es Cindy Yan Gang, ella se hizo pasar por mí desde que empezaste a ser su amiga y que saliste con ella, se creyó en serio el papel mío desde que era una niña que por eso nos tuvieron que cambiar los nombres y cuando la dejaron en Corea, me trataron de nuevo como Diana y así me presentaban hasta que fuimos a nuestro país a visitarla porque mi abuela murió; por lo que mandaron a Cindy a un internado de personas con discapacidad mental, pero ella no sé cómo hizo para hacerse pasar por mí y me dejaran atrapada en el internado y que se fuera con mis padres —me hace una gran confesión y yo quedo con la boca abierta.

 

—¿Estás hablando en serio? —le cuestiono.

—Sí, Lucas, tú me gustabas, pero yo era una nerd, que si me rechazaban, y te empecé a odiar; por lo que dejaste de gustarme y durante las vacaciones que no te vi fue que pasó lo de mi hermana; así que tú saliste con Cindy y no conmigo, te metiste con la equivocada y ahora estás pagando caro porque ella si se está vengando y yo no… y eso que era para mí el que me utilizaras —me dice.




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