El diario de Ethan (híbridos 0.1)

Día 2

Día dos en las casas.

Esto es tan jodidamente raro…

Mi madre me despertó alrededor del mediodía en el tercer día de encierro en casa. Comimos en silencio, sin atrevernos a hacer ruidos ni hablar. Nos encontrábamos ojerosos y pálidos, parecíamos dos fantasmas.

—Hoy nos vamos —Dijo mamá cuando acabamos de comer—. Más tarde. Vos tenés que estar listo. Cuando yo diga, nos vamos. Y no olvides que tenés que ser muy silencioso.

Yo asentí como única respuesta, demasiado asustado y exhausto por la situación hasta para hablar.

El silencio perduró mientras las horas pasaban y el cielo cambiaba de un celeste puro a mancharse con unas pocas nubes grises de tormenta. Hasta que al fin, a eso de las cinco de la tarde, mamá se levantó de su lugar junto a la ventana y declaró que nos íbamos.

—Vamos a ir al estacionamiento que hay abajo del edificio, nos subimos al auto y nos vamos, ¿okey?

—Okey.

—Te amo. —Me besó la frente tomándome desprevenido, no acostumbraba a demostrar mucho cariño, y se fue a preparar las cosas para irnos, chequeando que no nos olvidáramos de nada importante.

El comienzo de nuestro largo viaje.

 




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