El diario de Ethan (híbridos 0.1)

Día 52

No sé cuánto tiempo estuvimos atrapados con Marc, si fueron horas o hasta días. Lo único que recuerdo es dolor por todo mi cuerpo, y oscuridad intercalada con instantes de luz.

Los animahumanos querían saber de dónde veníamos realmente. Sospechaban que veníamos de un grupo de híbridos humano amigables, o de un grupo de humanos, y nos exigían que les reveláramos su ubicación para poder destruirlos a todos.

Marc y yo nos mantuvimos firmes, a pesar de la tortura, y no dijimos ni una palabra. Resistimos.

En un momento, no sé exactamente cómo, la puerta que nos mantenía encerrados en ese oscuro lugar se vino abajo. Se escucharon gritos y sonidos de pelea, y un rato después volví a sentir mis manos y piernas libres. Después de eso no recuerdo más nada.

Desperté mucho más tarde, y al verme sumido en la oscuridad creí que todo había sido un sueño. Llamé a Marc para comprobarlo y me respondió la voz de Estrella, diciéndome que todo estaba bien. Me senté en la cama llorando, e intentando con desesperación abrazarla.

Estrella había encontrado la nota y convenció a Christian para que fuera a ver si estábamos bien. Al encontrar algunas de nuestras cosas tiradas, cosas que los animahumanos no quisieron y dejaron en donde nos encontraron, se dio cuenta de que algo grave nos había pasado. Previsoramente había ido con algunos de los de seguridad por si se daba una situación como esa. No tenía demasiada fe en nosotros.

Lograron escabullirse sigilosamente y llegar hasta dónde estábamos. Tuvieron que pelear porque los descubrieron a último momento. Hubo una baja de nuestro lado. Algo que Christian no olvidaba recordarme siempre que me veía.

Al final nos sacaron de ahí como pudieron. Marc estaba despierto, pero tenía una pierna herida y no podía caminar bien, y yo estaba completamente desmayado. Estrella me contó que pasé unos dos días dormido (sin contar los del viaje, que duró menos porque los chicos nos llevaron a toda velocidad), con breves momentos de conciencia. Mi amigo se recuperó antes, gracias a su condición de híbrido, y fue a visitarme cada día hasta que sané.

Desde el incidente de los animahumanos hasta mi total recuperación, pasó aproximadamente otro mes. Cumpliéndose cuatro meses de mi estadía con los híbridos.

Me sentía terriblemente culpable por el chico que murió por salvarnos a Marc y a mí. Me sentía culpable por haber arriesgado a mi amigo y a híbridos que nada tenían que ver. Podría decirse que fue por inmadurez, impaciencia, o lo que sea. Para mí fue puro egoísmo. Sabía las consecuencias, y de todas formas lo hice. Si no hubiese dejado la nota en mi cama, Estrella no se habría dado cuenta tan pronto, y probablemente nadie habría podido rescatarnos. Entonces Marc y yo habríamos muerto, pero por nuestras propias decisiones erradas, y no habríamos condenado a nadie más.

Después de eso le prometí a Estrella, y a mí mismo, que no volvería a intentar nada hasta que los híbridos se fueran, y que hablaría con ella en todo caso. No volvería a ponerme en peligro a mí ni a nadie más en vano.

Faltaban aproximadamente tres meses para que los animahumanos levantaran el campamento y se fueran, y para que al fin pudiese buscar a mi familia. Y decidí pasarlos lo más tranquilo posible, sin condenar a nadie más.




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