El diario de Ethan (híbridos 0.1)

Día 53

Viví cinco años ocultando mis sentimientos y pensamientos solo para mí, o hasta poder hablar algo con algunos rebeldes amigos. Ahora puedo escribir todo, todo lo que sé, lo que vi, lo que sentí, y lo que siento. Y me resulta abrumador. La clave en estos años era no pensar demasiado en esos temas, y retomarlo ahora, recordarlo tan vívidamente es difícil, porque duele. Lastima.

No me había dado cuenta de cuánto los extrañaba a todos, de cuánto los necesitaba.

Los meses siguientes transcurrieron tranquilos. No hubo ningún otro incidente más después del que causamos con Marc. Al fin el invierno se estaba yendo, y yo no podía más con mi ansiedad. Estrella lo notaba y me pedía que tuviera paciencia, que ella misma iba a acompañarme hasta la ruta cuando llegara el momento.

Cumplí 14 años. Estrella y Marc me organizaron una pequeña fiesta. Unos híbridos llevaron comida, y otros tocaron algunos instrumentos y cantaron. Estrella me regaló un colgante que había hecho, con el ojo de los híbridos (que dibuje hace unos pocos días) de dije. Marc me regaló su presencia, y un paseo por el bosque. Ese día está entre mis recuerdos más felices.

Aproximadamente un mes después, un grupo de exploradores fue para el lado de la ruta para comprobar si los animahumanos se habían ido o no. Temíamos que después de mi aventura con Marc hubiesen decidido quedarse hasta encontrarnos y vengarse. Por suerte se fueron.

Los exploradores tardaron 15 días entre la ida y la vuelta, ya que se habían demorado un poco para ver si encontraban algo de importancia. Algún indicio de a dónde habían ido, o de si iban a volver algún día.

Volvieron y no esperé ni una semana más para emprender el viaje. Estrella me ayudó a preparar las cosas, e iba a  acompañarme hasta la ruta como prometió. Marc seguía queriendo venir conmigo, y como no tenía ningún familiar con vida no había nadie que se opusiera. Lo único que se le pedía era discreción. Era muy probable que no todos los humanos reaccionaran igual que yo ante la situación, así que teníamos terminantemente prohibido revelar la ubicación de los híbridos.

Me despedí de todos, hasta de Christian, con lágrimas en los ojos. Los iba a extrañar, pero sabía que ellos estarían bien después de que me fuera. En cambio, seguía teniendo la incertidumbre de qué había pasado con mi familia. Tenía que volver.

Si hubiese sabido que ellos estaban bien, ¿los habría buscado de igual forma?




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