Ya está. Hasta acá llegué. Al fin.
El alivio que me produce poder morir de una puta vez es inmenso, a pesar de estar lleno de miedo.
Deseo tanto que las cosas hubiesen sido diferentes. Poder estar afuera con los chicos, con mamá...
Perdón mamá, perdón. Tendría que haberme ido antes sin que lo supieras, así se habría evitado tu muerte. O mejor aún, debería haberme quedado con los híbridos y que pensaras que había muerto. Al menos habrías llevado el duelo con personas que te querían, al menos estarías viva.
Pido perdón también por en lo que me convertí. Trabajé con las personas que mataron a mamá, a Thalía, y a tantos otros... Ayudé a que pudiesen seguir matando gente impunemente, creyéndose los dioses del universo. Perdón papá, perdón mamá, perdón a todos. Los defraudé terriblemente. A ustedes, y hasta a la pequeña Esperanza ¿Qué futuro ayudé a construir? ¿Y si en un futuro la eligen a ella también para participar en estas casas?
Siento asco hacía mí mismo. Odio. Solo espero terminar de escribir este último día para poder cortarme las venas de una puta vez. Y ni siquiera sé para qué servirá esto. Probablemente sea solo un acto de cobardía más, intentar vivir más tiempo del que me correspondía.
La única esperanza que le queda al mundo ahora mismo, si es que queda alguna, es La Rebelión. Ellos tienen que aliarse con los híbridos para derrotar a W.U.U.C y vivir en paz.
Pero ahora ese ya no es mi problema. Espero que algún día se resuelva todo, aunque yo no vaya a verlo.
Adiós a todos los que conocí. Y para vos, que estás leyendo esto (y deseo de todo corazón que alguien encuentre este puto diario), adiós y gracias por tu tiempo. Nunca dejés de luchar, no dejés que te controlen.
Se feliz y, sobre toda las cosas, se LIBRE.
Porque siempre es mejor morir de pie que vivir de rodillas.
Chau.
Ethan Larios.