La casa de Sarah. (8:30 A.m.)
Sarah: -se despierta y nota que Jack no estaba- ¿Jack? –Suspira mirando la ventana abierta- te fuiste de nuevo ¿verdad?...
Jack: -entrando a la habitación con una bandeja y acercándose a la cama- sí, me fui pero a la cocina, perdón la demora je je –sonríe y le da la bandeja- buenos días cariño
Sarah: -sorprendida- b-buenos días amor mío… je je, me tomaste por sorpresa –lo mira sonriendo-
Jack: -le da un beso y coge una manzana- bueno cariño tengo que ir a trabajar, llevo tiempo sin reportarme ja ja –sonríe con malicia- volveré pronto –coge su chaqueta y su equipo-
Sarah: -lo coge de la mano- te estaré esperando –le suelta el brazo- adiós cariño
Jack: -se pone su chaqueta y salta por la ventana- uff, he vuelto querida ciudad –camino a la comisaria y miro a el detective- hola colega he vuelto
D. Frederick: -mira a Jack sorprendido- Tu, cómo pudiste volver, todos pensaron que estabas muerto, Lo lamento pero tengo que decirte que la Señorita Sarah tiene un pretendiente y soy yo
-sonríe presuntuoso-
Jack: -lo mira y ríe despacio- ¿en serio?, suerte colega –caminando adentro de la comisaria- la necesitaras mucho –sonríe-
D. Frederick: -molesto- no eres necesario en la vida de Sarah, yo si lo soy –coge su arma y un cuchillo- hey Jack vamos a buscar a tu gemelo malvado
Jack: a ¿el destripador?, si está bien, me topé con el ayer en la noche pero estaba desarmado –sin expresión-
D. Frederick: entonces ¿tú eres quien buscaba Jack?, interesante, serás buena carnada para la próxima investigación.
Jack: -leo el periódico y sonrió- las muertes no han disminuido y Jack ataca de nuevo –piensa- (pero si yo he estado fuera, acaso alguien me admira en secreto, que tierno) bueno creo que deberíamos buscar pistas Frederick –salgo de la comisaria con el detective-
D. Frederick: -caminando a mi lado escucha ruidos extraños en una fábrica de calzado- hey Jack, prepara el arma escucho algo dentro –saca su arma y entra con Jack- ¡quien anda hay!
Jack: -miro una sombra y salto al lado de unas cajas- Frederick cuidado –miro como lo tiran contra la pared- Mm… ¿quién demonios eres?
Desconocido: hola, me dicen sebastian, soy solo un mayordomo –sin expresión- me avisaron que tenía que eliminar o capturar a un detective llamado Jack el heredero de la fortuna de mis amos, un bastardo que por suerte sobrevivió, por la mirada deduzco que eres tu –le lanza a Jack pero es detenido con una mano-
Jack: -mira a sus ojos y suspira- uff, llévame donde quieras, me aburre pelear con alguien tan lento –lo tira al suelo-
Sebastián: cómo pudiste detenerme, soy el acróbata más rápido que hubo en todo el mundo –alterado- debe ser un error –le esposa y lo lleva a una carrosa- vamos joven Jack
D. Frederick: -despertando- eh… ¿jack? ¡jack! –se para y se coge la cabeza adolorido- bueno, me ahorraron el trabajo de deshacerme de el –mira algunas pistas y las ignora- adiós Jack –caminando por la calle mira a Sarah y se acerca a ella- señorita buenas noches
Sarah: -lo mira- Buenas noches Frederick, un gusto verlo esta noche tan bella –sonríe-
D. Frederick: -sonríe y mira una lágrima salir de los ojos de Sarah- ¿qué sucede?, ¿por qué lloras?
Sarah: Jack, él es el motivo por el cual lloro –se limpia las lágrimas y sonríe- lo siento, no puedo hablar de eso –se aleja caminando a su casa-
D. Frederick: -suspira y fuma un cigarro- ese bastardo seguro se aprovechó de la señorita Sarah y luego huyo, me las va a pagar
*mientras el detective Frederick estaba planeando una venganza, Jack era dirigido ante la mansión de sus abuelos y su padre quien los consideraban un bastardo*
Sebastián: joven Jack hemos llegado –baja de la carrosa-
Jack: -baja de la carrosa y suspira quitándose las esposas- que aburrimiento –camina y espera mirando a que abran la puerta-
Sebastián: -toca la puerta y abren la puerta- señor y señora, este es joven Jack su nieto.
Jack: -los miro con una sonrisa- me presento ante vosotros, soy Jack su nieto, aunque no deseen aceptarlo.
Señores nobles: -miran a Jack- pasen, tenemos que hablar con “nuestro nieto” –mira a Jack y a Sebastián entrar-
Jack: -mira alrededor de la mansión- muy grande, fuera de la ciudad y gusto como me gusta en el campo –se sienta en un sillón-
Sebastián: cualquier petición suya será aceptada joven Jack – se retira-
Señores nobles: Bueno Jack te seremos sinceros, no queremos que un noble sea residente en la ciudad, tienes nuestra sangre, tienes un porte excelente y el carisma muy grande, preferimos que te quedes aquí y heredes nuestra fortuna en vez de nuestro alcohólico hijo Marco tu padre
Jack: -mirándolos- ¿cuál padre?, en lo que corresponde a mí, soy un bastardo que no tiene familia ¿no?