El Diario de James Mildway

CAPITULO V: Allice y Annie Cleever

Terminé de contar mi historia, al mismo tiempo Maximillium y yo acabábamos de desayunar cuando escuché dos voces hablando al mismo tiempo diciendo “Buenos días padre” en ese momento volteé a ver quiénes eran las que nos interrumpían y me di cuenta de que eran las hijas de Maximillium, me quedé impresionado al momento. 

-Allice, Annie que bueno que ya despertaron, él es el señor James Mildway, desde hoy se encargará de cuidarlas, James ella es Alice- Me levanté en seguida para saludar a Allice, una chica hermosa tenía 20 años  de pelo café claro ondulado, era en verdad hermosa, me quedé atónito y perplejo, sus bellos ojos cafés me hicieron perderme en ellos, la señorita Allice iba con un vestido azul un poco escotado que me hizo creer mil cosas, pero a pesar de eso no supe cómo reaccionar ante tanta belleza deslumbrante que mis ojos apreciaban en ese momento. 

-Señorita Allice, es un verdadero placer conocerla- Tomé su mano y la besé inclinándome un poco como una expresión de mi respeto, me levanté y giré la mirada hacia la más pequeña, y vi su expresión de disgusto en su cara, eso me hizo molestarme pero a la vez me agradó su forma de ser. 

-Y la más pequeña Annie- Fui con ella e hice lo mismo que con su hermosa hermana, pude notar su disgusto, quizás ella notó el mío pero no olvido jamás mis modales. Annie tenía 19 años  era una chica con pelo negro ondulado, tenía unos ojos negros muy profundos pero tristes, iba con un vestido negro y elegante, como el de su hermana también estaba un poco escotado y debo admitir que la pequeña Annie no estaba mal, también era muy hermosa. 

-Señor James ellas ahora son su responsabilidad, por favor le encargo mucho que las cuide, son mi mayor tesoro y lo único que me queda en este mundo- En ese momento Maximillium abrazó a sus hijas y les sonrió de manera natural y muy cálida. 

-Allice, Annie por favor cuídense y pórtense bien con el señor James ¿de acuerdo? 

-Claro que sí padre, sabe que puede contar con nosotras siempre, ¿o no Annie? 

-No nos queda de otra que convivir con él verdad, trataré de acostumbrarme a alguien como él.-dijo Annie. 

Me molestó y me agradó la forma de ser de esa pequeña Annie, en ese momento Maximillium se acercó a mí para decirme. 

-Le ruego que la disculpe James, Annie es algo dura y no conoce la sutileza, espero no le haya faltado al respeto. 

-Descuide señor Cleever- sonreí- Estoy acostumbrado, además no era yo muy diferente a ella así que no se preocupe, las protegeré con mi vida. 

-Se lo agradezco James y perdonen, debo retirarme tengo que visitar a una persona, por favor niñas pórtense bien y sean buenas con el señor James 

-Sí padre- dijeron las dos al unísono 

Maximillium se retiró y ambas se sentaron a desayunar. 

-Señor James, ¿usted ya ha desayunado cierto?-dijo Allice y con una sonrisa de tonto respondí 

-Sí señorita Allice, he desayunado con su padre, y por favor dígame James, las formalidades no son necesarias conmigo- En ese momento vi un poco disgustada a Annie pero ya se le pasaría al final tenía que aguantarme. 

-Si no les molesta señoritas iré al jardín quisiera poder entrenar un poco y después ustedes díganme qué les apetece hacer el día de hoy. 

-Lo alcanzaremos en cuanto acabemos James- añadió Allice- Y gracias 

Incliné la cabeza un poco y puse mi mano derecha en mi pecho antes de irme. Salí al jardín para poder hacer un pequeño calentamiento, nunca se sabe qué puede pasar si no estás listo para combatir. Tomé mis espadas y empecé a entrenar sin usar magia, no quería asustarlas, solo me importaba impresionar a Allice, debo admitir que jamás imaginé tanta belleza en una mujer, al cabo de 25 minutos ellas llegaron donde estaba, en ese momento dejé de entrenar y les pregunté, especialmente a Allice. 

-Que gusto verlas de nuevo señoritas, díganme por favor ¿qué les apetece hacer hoy? 

-James antes de que puedas hacer algo, necesitas saber qué pasa en la ciudad ¿no crees?- Dijo Annie, debo admitir que su tono no fue muy bueno pero también me agradaba, de cierta manera tenía razón, debía conocer qué era lo que pasaba en la ciudad, no creí que esa ciudad tuviera problemas. 

-Señor James- Dijo Allice-En esta ciudad hay un par de problemas, esas bestias de vez en cuando llegan y atacan nuestra ciudad por eso nuestro padre está preocupado por nuestra seguridad y supongo que por eso lo contrató. 



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En el texto hay: ciencia ficcion, romance, fantasa

Editado: 05.04.2020

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