El Diario de James Mildway

CAPITULO XX EL PASADO DE ALEXANDER

Íbamos rumbo a casa, el viaje iba a llevarnos un buen rato así que debía preguntar algo a Kokone, mi curiosidad era muy grande para no preguntar.

-Kokone quisiera preguntarte ¿cómo llegaste hasta aquí?

-¿Quieres en serio hablar de ello ahora Mildway?- dijo sin quitar la vista del camino.

-Ahora que he conocido tu ciudad de origen y a tu familia me gustaría saberlo.

-Bueno si así lo quieres te lo contaré. Supongo no lo sabes pero Sayeville no es mi ciudad de origen yo vengo de Comstown claro que cuando era niño no se llamaba así, mis padres vivieron ahí 10 años antes de que murieran mi madre se llamaba Katherine Kokone y mi padre Michael Kokone, ellos no querían la responsabilidad de manejar la ciudad de Sayeville así que mi madre dejó que su hermano se encargará de manejarla, como sabes mi tío George Kokone es el que ha gobernado a la ciudad por estos últimos años, ha sido justo y honorable pero algo egoísta. Yo vivía con mis padres como ya lo sabes, el día de su muerte yo tenía 7 años, cuando murieron decidí ir a Sayeville donde mi tío podría recibirme, no sabía cómo llegar pero mi instinto me guio hasta Sayeville pero antes de llegar encontré a un pequeño niño que lloraba solo tenía 5 años y al igual que yo no tenía padres me acerqué a él y le pregunté qué hacía solo, solo respondió "mamá y papá me dejaron" Al oír esto lo llevé conmigo, intenté hacer que hablara y aunque me costó trabajo al fin me dijo su nombre y creo ya lo conoces, Peter. Después de caminar tanto llegamos a Sayeville donde mi tío me esperaba algo llegar le conté lo que había pasado incluso con ese niño y le pedí que lo aceptara como parte de la familia Kokone, con esfuerzo mi tío aceptó, desde ese día Peter y yo hemos estado entrenando arduamente para proteger a los indefensos. Un día a nuestro entrenamiento llegó una chica que ya también conociste: Karla Kokone la hija de mi tío es decir mi prima, ya que mi tío nunca tuvo un hijo con mi tía ellos decidieron adoptar a una niña esa niña era Karla, al morir mi tía por una enfermedad en su corazón mi tío decidió que Karla debía entrenar para ser fuerte y algún día ocuparse de Sayeville así que la hizo entrenar con Peter y conmigo, sinceramente fuimos muy duros con ella pero poco a poco se adaptó a nuestro ritmo, cuando llegaron a ser fuertes les enseñé cómo usar su energía física así como la que yo utilizo, a Peter le fue fácil adaptarse a ese poder pero para Karla fue difícil se adaptó a su manera por eso no utiliza armas ya que ella misma desarrolló ese poder en sus manos.

-Kokone...-interrumpí un poco nervioso- ¿Cuándo conociste a la familia Cleever y en especial a la señorita Allice?

-Bueno si quieres saberlo te diré. Era una tarde normal yo acababa de entrenar cuando mi tío me habló al parecer tenía una misión para mí, me envió a Deryville para que entregara una carta importante para la familia Cleever así que partí para Deryville pero los Rivens no querían que esa carta fuera entregada así que intentaron detenerme pero por suerte yo había entrenado lo suficiente para poder acabar con ellos sin ningún problema. Llegué a Deryville en una noche tranquila y me reuní con Maximillium Cleever para entregarle la carta que uniría a nuestras familias y fue ahí donde conocí a Allice una chica hermosa y muy bien portada, por nuestras circunstancias solo pude admirarla un poco a distancia, pero con el paso del tiempo pude acercarme a ella y abrir su corazón para que pudiera estar conmigo, sinceramente es una mujer bastante difícil pero vale la pena por cada minuto que estoy con ella.

-Vaya Kokone pareces todo un tipo enamorado jajajajajaja- dije un poco celoso de que haya tenido esa suerte.

-Dime Mildway ¿acaso tú no te has enamorado?

-Te contaré lo poco que recuerdo Kokone, la verdad yo tuve una familia en mi vida pasada, una esposa y una hija Elizabeth y Martha Mildway, lo que recuerdo es que yo vivía en paz y tranquilo con las personas ya que ellas eran todo para mí y nunca quise hacerles daño.

-¿Qué pasó con ellas Mildway?

-Sinceramente no lo sé Kokone- dije algo triste- tengo sueños en los que veo fuego y ellas atrapadas en él, no pude llegar a salvarlas al parecer, hoy en día debo admitir que me enamoré de alguien pero eso es un secreto que no te puedo decir aún Kokone, pero a pesar del dolor de mi pasado yo sé que hay algo bueno de todo esto.

-¿Qué es lo bueno?

-Conocí a la familia Cleever y gracias a ello conocí a alguien con quien competir y superar.

-Me agrada que pienses así y te diré que jamás dejaré que me superes Mildway



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En el texto hay: ciencia ficcion, romance, fantasa

Editado: 05.04.2020

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