El Diario de James Mildway

CAPITULO XXVII: KARLA Y LAS HERMANAS CLEEVER

-Bien James, Karla es pariente de Alexander pero no lo son de sangre, sabes que Karla fue adoptada por el tío de Alexander y por eso es que existe cierto problema con Allice, ya que Karla y Alexander no son familia, y por esa razón Karla se enamoró de Alexander, aunque no sé si sigue enamorada pero en ese tiempo lo estaba. Un día Alexander estaba en su casa en Sayeville, Allice fue de visita a verlo, no le dijo nada sobre su visita así que fue una sorpresa un tanto desagradable para mi hermana ya que no encontraba a Alexander por ningún lado, entonces fue a buscar a casa de su tío que era el más cercano a Alexander pero al llegar solo encontró algo que le partió el corazón en dos, Karla besó a Alexander.

-¿Por qué Kokone iba a hacer algo así?- dije algo emocionado por la noticia.

-Porque Karla fue la que lo hizo, ella misma lo confesó y Allice en ese momento se sintió destrozada por lo que había pasado, pero después de que eso pasara Alexander hizo demasiadas cosas para que Allice lo perdonara y funcionó después de todo, y Alexander está junto con Allice ahora.

-Ya veo, entonces es por eso que ambas se odian y supongo que es la misma razón por la que usted odia a Karla.

-¿De qué hablas James?

-Que usted también se enceló por Karla.

-No tengo por qué sentirme así….- vi que su mirada ocultaba algo

-Señorita Annie dígame la verdad usted está enamorada de Alexander ¿me equivoco?- no dijo nada y se quedó callada un momento.

-Yo…no puedo sentir algo así por él…mi hermana está comprometida con él y no es correcto que yo haga algo así…

-Señorita Annie usted no puede ocultar los sentimientos que tiene por Alexander, pero no creo que valga la pena tener una pelea o incluso llegar a odiarse con su hermana así como pasó con Karla.

-Simplemente James lo que yo pudiese llegar a sentir por Alexander no importa, ellos son felices así que podemos dejarlo así.

-Entiendo cómo se siente señorita Annie, pasé por lo mismo al enamorarme de alguien que no debía y al final entendí que no podría estar con esa persona ya que ama a alguien.

-Te refieres a mi hermana verdad James…-Annie lo sabía, quizás fui muy notorio o quizás ella era muy lista.

-Sí señorita Annie…y al igual que usted debo comprender que ella jamás se fijará en mí ya que ama a Alexander.

-James ¿te puedo pedir algo?

-Sí dígame señorita

-Vamos a un lugar que conozco por unos tragos, quizás eso nos ayude a desahogar mejor nuestras penas.

-Me gustaría mucho señorita Annie pero no sé si sea correcto que usted y yo vayamos a un lugar para ir a beber.

-Vamos James, no me digas que temes que algo malo pase.

-No señorita es solo que me preocupa su seguridad.

-Vamos no pasará nada malo.- No sabía si podía confiar en esto pero de cierta manera quizás podría ayudarme a solucionar y a olvidar.

-De acuerdo señorita iré pero trataré de no beber mucho para que no le pase nada.

-Bien James ve a bañarte, yo haré lo mismo, son las 5 de la tarde te veo a las 7 en la puerta ¿de acuerdo? Ah y se me olvidaba, no lleves tu ropa de alquimista, lleva algo más elegante por favor.

-Supongo entonces que no es mi ropa más adecuada, de acuerdo buscaré algo.

-Bien James nos vemos en un par de horas.

-¿Segura que se siente bien para ir?

-Claro que sí James esto no es nada. Ahora ve no quiero que se te haga tarde.

-De acuerdo señorita Annie.- Salí de su habitación y me fui a bañar.



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En el texto hay: ciencia ficcion, romance, fantasa

Editado: 05.04.2020

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