El Diario de James Mildway

CAPITULO XXXII LA VERDAD DE VLADIMIR

Llegué a Comstown en un auto, como esperaba la ciudad estaba igual de desierta, empecé a investigar cualquier cosa que Vladimir pudo haber escondido en ese lugar, traté por un par de horas, pero no había nada.

-Vaya, veo que jamás te vas a rendir- oí una voz detrás de mí y rápidamente volteé para ver a ese maldito de Vladimir.

-Nunca me libraré de ti verdad maldito asesino-dije muy serio empuñando mis espadas.

-Vaya veo que solo vienes de nuevo para atacar a tu viejo amigo

-Tú no eres mi amigo, jamás podría ser amigo de un maldito asesino como tú.

-Vaya James rompes mi corazón.

-Te romperé cada hueso del cuerpo y después sufrirás mucho más que eso.

-Así como lo hiciste con tu buen amigo Darío. Bueno no puedo razonar contigo James, adelante vamos a acabar con esto. -de su mano soltó una esfera muy extraña y de ahí salió un Cold Hunter.-Vamos James ya conoces a mis mascotas, pero ésta no es hecha con tus amigos así que no te contengas o morirás.

- ¡Eres una maldita escoria! - grité furioso mientras me lanzaba para atacar al Cold Hunter. Mis espadas cortaban al Cold Hunter con facilidad, pero jamás imaginé que ese maldito de Vladimir pudiera hacer muchas cosas con esos Cold Hunters. Otro Cold Hunter me golpeó por detrás, un réptil que podía hacerse invisible y una especie de león eran las bestias que Vladimir pudo crear.

-Vamos James, quiero ver el resultado de mis experimentos, estos Cold Hunters son hechos con una mezcla especial entre humanos y Rivens Beasts y todo gracias a Darío que me ofreció a la gente de las arenas para poder experimentar. - empezó a reír

-Jamás…nunca…-mi energía empezó a ser más fuerte en mí, era la misma energía que sentí esa noche. - ¡YO NUNCA TE PERDONARÉ MALDITO!

Estaba furioso y me lancé con todas mis fuerzas para cortar la cabeza de ambos Cold Hunters, pude matar a uno, pero el otro se salvó por poco.

-Vaya esa es la fuerza que quiero ver. - Dijo Vladimir mientras soltaba otra esfera.- ahora verás algo más increíble.

De la esfera salió un Cold Hunter muy raro, tenía una cabeza enorme con un cuello muy largo, pensé que era una serpiente, pero en eso vi que tenía un cuerpo con 6 patas.

- ¿Has escuchado la historia de la Hidra James? Te presento a lo más avanzado en armas, el Cold Hunter Hidra, trata de cortar su cabeza y te llevarás una sorpresa.

Mi enfado era demasiado grande, maté al Cold Hunter reptil, corté la cabeza del Cold Hunter Hidra, pero no murió, de su cuerpo crecieron dos cabezas.

-Exactamente James- dijo Vladimir riendo- entre más cabezas cortes más van a crecer. - Tenía razón no podía seguir de esa manera o jamás acabaría. Ya que solo la energía física funcionaba contra los Cold Hunters decidí usar toda la que pudiera, me lancé contra esa bestia y evitando ser aplastado por sus cabezas le corté sus piernas para que no pudiera moverse, tenía que encontrar el corazón que lo mantenía vivo, usando sus cabezas me embistieron y caí al suelo perdiendo mis espadas, esa maldita bestia estaba a punto de tragarme pero usando la fuerza que tenía pude sostener su boca para que no me comiera vivo, pude empujar su cabeza y busqué mis espadas al tenerlas no pude perder el tiempo y las clavé en su cuerpo para partirlo a la mitad. El Cold Hunter había muerto gracias a eso.

-Felicidades James- dijo Vladimir aplaudiendo. - Pudiste vencer al Cold Hunter más fuerte que tenía y sabes algo…eso me pone furioso a mí.- Lo vi directamente lleno de odio y rencor hacia él por lo que había hecho con mis amigos. Vladimir empuñó su espada negra.

-Te mataré maldito asesino. - dije lleno de rabia.

-Ven James, aunque seas especial y fuerte te cortaré en pedazos y te haré un Cold Hunter más.

Me lancé contra él y nuestras espadas empezaron a chocar una y otra vez. Vladimir era más fuerte ahora, apenas podía defenderme de sus ataques, mi cuerpo seguía débil.

-Vaya James no estás en forma jajajaja. - Seguí peleando y decidí llevar al límite mi cuerpo y mi fuerza. Con cada choque de su espada con las mías mi cuerpo dolía más pero empecé a ir más allá de mi límite; recordé el mismo dolor que me hizo sentir en las arenas, recordé la traición de mi amigo Darío, también vi lo que le podría pasar a mi familia que tengo ahora, recordé a mi antigua familia…fue en ese momento que vi fuego, un maldito fuego que se llevaba todo menos a mí, fue en ese momento que mi cuerpo se envolvió en esa energía roja de nuevo.

- ¡JAMÁS TE PERDONARÉ MALDITO! - grité furioso. Mis espadas tenían esa aura roja que yo tenía.

-Ahora se puso interesante James. - dijo con una sonrisa.

Empezamos a luchar de nuevo, mi cuerpo ya no sentía dolor, solo tenía ansias de sangre, de ver correr la sangre de ese maldito Vladimir, verlo suplicar por su vida era todo lo que deseaba. Choque tras choque de nuestras espadas fue destruyendo lo que había alrededor, poco a poco nuestra fuerza estaba cortando incluso el aire, cada vez más rápido los dos y cada vez mi rabia aumentaba más y más, en un descuido pude golpear el estómago de Vladimir con tal fuerza que no pudo mantener su espada en manos, antes de que cayera al suelo lancé mis espadas para que lo clavaran en el suelo, y así fue pude perforar sus brazos.



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En el texto hay: ciencia ficcion, romance, fantasa

Editado: 05.04.2020

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