El Diario de James Mildway

CAPITULO XXXIII PASADO INCOMPLETO

Regresé a la mansión Cleever, al llegar me recibió Alexander con una cara muy seria.

-Mildway tenemos que hablar.

- ¿Qué pasó Kokone? No me des más malas noticias.

-Vladimir regresó y se ha llevado a Allice y a Annie, el señor Cleever trató de detenerlo, pero cayó ante él, yo no estuve aquí para detenerlo.

-Es imposible yo acabo de matar e incinerar a Vladimir Rivens. Dime cómo es posible que haya pasado algo así.

 

-No lo sé, pero necesitamos rescatar a Annie y a Allice.

-Dime Kokone dónde piensas buscar exactamente

-No lo sé hay que rastrearlas o algo.

- ¿Tienes manera de rastrear a Allice?

-No, la verdad esperaba que tú la tuvieras.

-Eres tonto a veces, pero debemos darnos prisa, yo sí tengo una manera de encontrar a Annie. Vamos no tenemos tiempo.

Subimos a un auto para encontrar a Allice y Annie, por suerte la energía que desprende Annie puedo localizarla con mis espadas ya que es la misma energía que desprendo al luchar.

-Están en las afueras de Deryville, no me gusta el lugar, es el mismo donde tuve el enfrentamiento con tu hermano. - dije preocupado.

-Vamos no tenemos tiempo que perder, ellas nos necesitan Mildway. - En el rostro de Kokone había preocupación y rabia también, era igual que yo…

Llegamos al lugar donde sentía la energía de Annie. Todo estaba muy tranquilo.

-Kokone algo no va bien aquí, debimos venir…-no terminé de hablar cuándo 6 Cold Hunters nos rodearon.

-Vamos Mildway que no quede ninguno vivo. - De la mano de Kokone salió la espada Cleever y se lanzó sin dudarlo contra los Cold Hunters. Yo tomé mis espadas y ataqué con fuerza física, los Cold Hunters eran fuertes, pero acabamos sin mayor problema con ellos.

-Bien Mildway esos fueron…-Kokone salió disparado por un golpe que recibió por la espalda hasta chocar con una roca, solo cayó al suelo, esperaba que no estuviera muerto.

- ¡Kokone!- grité mientras corría hacía él.

-No tiene caso. - Dijo el sujeto que había golpeado a Kokone y puso su espada en frente de mí.

-Esa espada…-dije muy nervioso

-Así es, ésta espada ya la conoces. - La espada que tenía ese sujeto era negra con un aura roja muy intensa, era igual que la espada de Vladimir.

-Vladimir…pero…- el sujeto estaba dándome la espalda y tenía una capucha negra que hacía juego con su ropa.

-Jajaja, no James, tú mataste a Vladimir y él se quedará muerto ya que no pudo evolucionar como yo. - con su mano se quitó la capucha y se dio la vuelta mientras dejaba ver su rostro.

-Tú…eres…- su cabello era blanco, su mirada era fría, tenía el físico de un chico de 18 años. - Eres Peter Kokone…-dije sorprendido.

-Vaya qué insulto James, sí en efecto mi nombre es Peter, pero no Kokone, mi nombre es Peter Rivens también me conocieron como el Doctor Marcus Peter Rivens.

-Tú…tú eres el maldito que encontró a las Rivens Beasts y el maldito que creó a los Cold Hunters, también eres responsable de la muerte de mis amigos…y te has llevado a Annie y a Allice…

-Así es amigo y ellas me servirán para hacer nuevos Cold Hunters, únicos con una sangre muy especial como es la sangre de la familia Cleever.

-Maldito infeliz. - me lancé contra él con todas mis fuerzas y chocamos espadas una y otra vez, pero él no hacía ni un pequeño esfuerzo por defenderse mientras yo estaba usando todo mi poder para atacar.

-No puedes ni tocarme amigo, solo me das lástima. - me dio un golpe en el estómago, jamás había sentido tanto dolor por un golpe; caí de rodillas y solté mis espadas.

-James Mildway el formidable alquimista- dijo Peter mientras se agachaba. - Ahora está de rodillas ante mí, qué decepción eras un alquimista increíble y ahora no eres más que un gusano ya no recuerdas lo que hicimos

- ¿De…de qué hablas? - dije aún lleno de dolor.

-Vaya te voy a recordar las cosas, viniste a mí, como una coincidencia del destino, te encontré desmayado a las afueras de un pueblo que había sido destruido por una guerra entre los humanos, de ahí mi hermano y yo te cuidamos y así es como me lo agradeces, matando a Vladimir, bueno él ya no importa, tú y yo teníamos planes de encontrar la piedra filosofal pero cuando la creamos tú te la quedaste para ti, de ahí desapareciste y jamás supe de ti, bueno es hora de dormir James, cuando despiertes quiero la piedra filosofal, te esperaré en Comstown, ahí me darás la piedra y yo obtendré mi objetivo y tú tendrás a tu familia otra vez, pero date prisa porque los Cold Hunters no son tan pacientes como yo.- Golpeó mi rostro y caí inconsciente.



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En el texto hay: ciencia ficcion, romance, fantasa

Editado: 05.04.2020

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