Con poca utilidad de mis ideas, saque una conclusión, podría trabajar de policía de tránsito, o quizás entrenar a personas con artes marciales. Pues el ser policía tenía que darme ese tipo de disciplina, no todos sabían defenderse, así que yo opte por aprender.
Amelia, se había dado cuenta de mi idea, pero no me dirigió la palabra para nada, además sabía cuál era la razón, no podía darme el gusto de empezar otra discusión.
Tal vez, el ser policía ya no era mi mejor opción, bueno un odio se había llenado en mi interior, pues el ser policías habían arruinado mi vida, y el de la única familia que me quedaba. Todo parecía dejar un agujero en mi interior. Ya era hora de cenar, pero luego de tal problema prefería no comer, así evitaba otra discusión.
Me dirijo a mi dormitorio, Amelia me siguió desde atrás. – Hermano, yo creo en ti, sé que lo vas a lograr— solo espero que esta vez tu elección sea buena.
Pensándolo bien, todo se había ido de mis manos, a veces, se pasaba por mi mente la idea de que todo se había acabado, ahora todo parecía ser una tonta forma de vivir. Mis pensamientos estaban llenos de la rabia y el odio de haber vivido una mentira en mí mismo. Como era posible de que todo haya ocurrido tan rápidamente.
Amelia salió del cuarto sin decir nada más, a pesar de que el sueño aún no se apoderaba de mí, decidí dirigirme a mi escritorio personal. Cogí el diario que me había dado Luz. Y abrí el libro, cogí una pluma y empecé a escribir.
AÑO 2024, OCT- 15
Hola o mejor diría como todo un chibolo, querido diario: hoy ha sido un pésimo, día todo ha ido de mal en peor, a pesar de mis esfuerzos de llevar estos dos últimos años a lo mejor de mi vida, he ido malogrando mi vida. Pensé que ser policía era lo mejor que tendría pero no fue así, ahora he dejado mi sueño atrás, sé que la policía ya no me querrá dentro, ya me imagino que pensara el pueblo de mí.
Mis emociones están siendo construidas equivocadamente, o no lo sé, tal vez mi destino sea vivir una basura de vida. Y a ti Luz, espero que pronto seas una mejor persona, y que agás lo que el corazón te mande. Peor evita cometer los errores que yo cometí, porque tarde o temprano lo malo llegara a tu vida y si no es tas preparada todo por lo que has trabajado se ira a la quiebra.
Jasón White…
Luego de haber escrito me recosté en la cama, y minutos después deje que el sueño me llevara consigo.
Me levante con ganas, al parecer el sueño de ayer había sido reparador, me alegraba que no haya durado tanto tiempo los malos pensamientos. Luego de hacer mi aseo, me dirigí a la sala, Amelia ya hacia preparando el desayuno, las ideas venían como una plancha de olas alegres.
Amelia se quedó mirando el desayuno, parecía que aquellas palabras eran ilógicas, pero todo lo aprendí viendo a la gente cada día y noche. – es sorprendente, ¿eso te enseñaban en la policía?— no, no claro que no… solo que me dedique a aprender de las personas.
Tome un taxi, el cual me llevo a una de las empresas donde se enseñaba liderazgo y disciplina social. El lugar era muy tranquilo y adecuado, al lado de aquella empresa se encontraba una academia de defensa personal e artes marciales. Pero primero quería asegurarme con la enseñanza educativa.