El diario de Kristen

Cap 1: La traición

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Era un día callado, el cielo ya estaba opaco lo único que podía hacer era no dejar rastro de mi insolente tristeza al ver todo aquel rechazo de esas personas a las que solía llamar "familia".

Termine bajo la lluvia, mirando hacia arriba con la mente en blanco camine por horas, pague un hotel para quedarme por 4 noches, no era cómodo mucho menos lindo pero era lo que tenía, creen que me puse a llorar? Creen que yo estaba triste? No, no podía sentir tristeza, no podía llorar por algo como eso, lo único que sentía era... el más alto desagrado, el asco más fuerte, mi estómago estaba revuelto en una rabia que ardía, aquellas personas no eran capaces de reconocer alguno de sus cientos de pecados nisiquiera los más grandes. Me jure a mi misma no volver a verlos, hacer como si fueran la escoria más grande del mundo y lo peor para la humanidad, al final creo que es sierto eso de que "la traición nunca viene de un enemigo".

Me acosté en aquella cama que parecía un pedazo de hielo, con los brazos en la cara tapando mis ojos, que era lo que podía hacer? Sola, sin rumbo, sin dinero, sin estudiar, los odiaba o me odiaba? Ya no conocía ninguna respuesta solo tenía preguntas. De alguna forma me que dormida en esa cama, hubiera preferido nunca despertar a nadie le importaba de igual forma...

Desperté con un ruido fuerte que venía de afuera, me quedé centada en la cama pensando que hacer, no queria desayunar no sentía hambre, sin control en mi cuerpo me puse de pie, cogí las llaves, habrí la puerta, heche un bistazo hacia dentro, suspire y serre la puerta, caminado hacia las escaleras pensé que lo mejor sería buscar un trabajo para mantenerme viva hasta encontrar una razón para no sobrevivir y empezar a vivir como lo haría una persona normal, pero, solo tenía dieciséis años, en que lugar aceptarían a alguien menor para trabajar y que den un salario decente, pronto no tendría para comer o para vivir, necesitaba algo rápido.

En el camino vi una cafetería y decidí entrar a comprar un café.

-Buenos días.

Salió un chico que era hermoso y se me quedo viendo a los ojos directamente antes de saludar.

-Buenos días señorita, en que le puedo colaborar?

Su sonrisa era cálida y sus ojos eran muy... lindos, solo me quedé mirándolo y el parecía estar haciendo lo mismo, de repente recordé que yo estaba pidiendo un café y me dio pena haberlo olvidado de repente tanto que me enrrogesi y el solo se reía, con mi voz temblorosa le pedí un café.

-me regalas un café con leche sin azúcar, porfavor.

-claro que si hermosa, dame un momento ya traigo tu café, dame tu nombre para llamarte cuando lo tenga hecho.

-mi nombre?

-si tu nombre.

-mi nombre es Kristen arlet

-entonces eres Kristen? Valla, que nombre tan lindo nunca lo había escuchado, toma asiento te llamare en un momento Kristen.

-esta bien.

Me senté en una mesa en la que había una ventana y note que estaba lloviendo de nuevo y la cafetería estaba sola, no se cuanto tiempo mire por la ventana, pero después de un tiempo llego el con mi café hasta mi mesa.

-Kristen, eres la única en la cafetería, te molesta si me siento con tigo?.

-ha, no no, no me molesta para nada.

El corrió la silla se sentó y me entregó el café, tenía cara de que estaba apunto de hacer preguntas, me miraba detenidamente de repente dijo.

-eres nueva por esta zona, sierto? Nunca te había visto.

Lo mire y le respondí.

-yo soy nueva por aquí, mis padres me hecharon así que me estoy quedando en un hotel de esta zona.

A el pareciera que se le hubiera iluminado la vida y emocionado dijo

-enserió? Y que tal si te vienes a vivir conmigo? Mi apartamento en grande sin problemas podemos vivir hay los dos y te ahorras lo de el arriendo, que te parece? Deberías considerarlo.

Yo lo vi como una oportunidad, no lo dude y acepte.

-si, no veo el porque no, pareces alguien simpático y divertido.

El sonreía tanto que pareciera que se hubiera ganado la lotería, y de repente volvió a hablar.

-necesitas trabajo? Me puedes ayudar acá en la cafetería, trabajo yo solo así que no creo que tengas problemas con eso, cuantos años tienes?

-tengo dieciséis años

El se desplomó en la mesa y suspiro.

-dieciséis? Enserió? Eres muy pequeña voy a tener que cuidarte.

-oye, no necesito que me cuiden yo puedo sola, además no se cua tos años tienes.

-tengo diecisiete cumpliré dieciocho en 6 meses.

-osea que? Los cumples en diciembre.

-si, ve pensando mi regalo de cumpleaños jajajjaja.

-jjajajjajajjajaja

Este tipo era lindo, gracioso, educado, amable, y servicial, no sabía como preguntar su nombre pero el volvió a hablar.

-oye, tu no sabes mi nombre, pregúntamelo, anda.

-cual es tu nombre?

-mi nombre es Eiden

Hasta su nombre era hermoso. Termine de tomar mi café y me tenía que ir así que me despedí de Eiden y el parecía algo triste.

-que te pasa Eiden?

-oye Kristen, por que no te quedas? Puedes empezar a trabajar desde hoy.

-es que tengo que ir hacer algunas cosas, más rato volveré.

-empaca tus cosas para ayudarte con el trasteo mañana por la mañana, y recuerda venir al rato.

-esta bien, empacare ahora mismo, nos vemos más rato.

De camino a casa solo podía pensar en el, y en como había cambiado mi vida entrando a ese café, llegué a la puerta de mi habitación en el hotel, mis cosas ya estaban en pasadas, después de todo solo tenía mi mochila con mi ropa, así que solo me fui a dormir y soñé que...

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En el texto hay: #suspenso, #amor, #traicion

Editado: 21.12.2025

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