Las lágrimas caían por las mejillas de aquella dulce joven en aquel banco, bajo la lluvia. Una fuerte tormenta arrasaba con aquella ciudad. Los árboles de aquí para allá, como si se arrancarian de sus raíces, harían que cualquier persona entrara en pánico, pero eso no le importó; su dolor y la tormenta interna que por dentro sentía, era mucho más fuerte y arrasador que aquella fuerte lluvia acompañada del viento que azotaba los arboles, que no permitía que las personas salieran a las calles o, siquiera, a sus balcones. Pero ahí estaba ella, esa dulce joven que ese día se permitió abrir su corazón y resultó herida.
Se juró nunca más volver a permitirse sentir algo igual por alguien más o por esa misma persona que tanto daño le causó. Juró no volver a permitirse ser débil por alguien más. Juró centrarse en cosas más productivas que esa cosa patética a lo que muchos llamaban amor.
Sentía frío, mucho frío, pero sus ganas de arrancarse aquel intenso dolor de su pecho eran mayores. Sentía ese dolor, ese ardor calar fuertemente en su cuerpo. Sentía como en medio de ese frío producido por estar bajo esa gran tormenta, un calor recorría su cuerpo. Sus sollozos eran ahogados en sus manos, ya que con ellas se tapaba la cara... por pena de ella misma, tal vez.
Ese día esa chica aprendió algo:
Aprendió que dar amor, no garantiza siempre recibir lo mismo.
Aprendió que el amor no siempre es lindo, así como lo pintan en aquellos cuentos e historias que tanto leia su madre para ella.
Aprendió que, antes de amar a alguien mas, debe amarse a si misma y saber que vale mas que cualquier migaja que le puedan ofrecer.
Aprendió que él no la amaba como decía hacerlo...
Él solo quería dañarla... y lo consiguió, dando vida a todas aquellas emociones y sentimientos negativos que ahora ella sentia que la envenenaban...
consiguio desatar su tormenta, sin imaginar que luego llegaria su calma y los papeles serian invertidos, siendo él quien sufriría las consecuencias impuestas por el destino.
#14463 en Otros
#4247 en Relatos cortos
#1814 en Aventura
tristeza muertes y catastrofe, abandono traiciones y sufrimiento
Editado: 16.09.2021