14 de Septiembre de 2016
Después de la clase de gimnasia salí de prisa a los vestidores, no quería quedarme a escuchar como se burlaba de mi el profesor Ramírez. Él me llamo, alegando querer hablar conmigo, como una tonta creí que se disculparía, al menos para conservar su empleo. Pero en vez de eso me ha sugerido vomitar después de comer, para que mi madre no se preocupe y crea que no comí.
Me pareció una excelente idea, llevo unos días haciéndolo y Flor (mamá) no se ha dado cuenta. Lo mejor es que mi delgadez esta volviendo, como antes. Luego de cada comida subo a mi cuarto a vomitar, como Flor nunca está ella no sospecha de nada.
La cocinera ni se preocupa por mí, solo hace mi comida y se asegura de que no deje nada.