El Diario De Matt

NACIMIENTO

Todo se remonta al año 1997, una noche en luna llena unos jóvenes habían jurado su amor, por lo que decidieron tener un hijo. aquellos días ellos vivían al lado del mar, se alimentaban de peces y de todo lo que le brindaba la naturaleza.
La noche del parto, se convirtió en una tragedia, ya que se encontraban lejos de la ciudad, sin embargo el padre buscaba medios para dirigirse al hospital. 
En su desesperación, apareció un viejo con traje.
+Hola joven, ¿porqué tan desesperado?
-Hola, estoy buscando un medio para llegar al hospital. ¡HOY NACE MI HIJO! 
+Te puedo ayudar con eso, tengo mis caballos.
-¿En serio?, muchas gracias, me sería de gran ayuda. Le pagaré lo que desee.
+(Solo sonríe y se retira)
Pasando la media hora, llega el viejo con traje, a lo que le dice que se apresure, que no hay tiempo, que él siente que el nacimiento está cerca.
El padre le dice, 
-¿cuánto le debo, amable señor?
+Hoy nace el niño, y gracias a él nosotros prevaleceremos.
-No comprendo, ud. ¿quién es?
+Soy el viejo con traje.
Al finalizar esa frase aparece su esposa a sus espaldas, se veía muy joven y hermosa para ser esposa del viejo. Pero eso no era asunto importante.
Por lo que ambos gritando dicen ¡Rápido, el nacimiento está cerca! 
Los jóvenes tomaron el caballo y fueron rumbo a la ciudad, pensando en las frases que escucharon, sin embargo se olvidaron de la frase, al llegar al hospital, los doctores le brindan una silla de ruedas a la madre, y la conducen a la sala de partos.
19:20 horas del primer día de la semana, nací y de nombre me pusieron Matt. Me llevaron a la sala donde colocan a los recién nacidos, y apareció el viejo con traje. Sabe Dios como ingresó,  ya que era un área restringida, sin embargo me tuvo en sus brazos, podía sentir el frío, la sensación de estar en un congelador, pero eso no era lo que me llamó la atención, sino más bien, su mano sobre mi frente, mencionando frases extrañas. 
Al cabo de unos minutos me deja en la incubadora, y desaparece. Ingresa la enfermera y me lleva con mis padres. Posteriormente, ellos me llevan a un lugar, a que llamamos: Hogar.
Era cálido y reconfortante, sin embargo cuando cumplí dos años tuvimos que mudarnos a los exteriores de la ciudad. 
Cuando cumplí cuatro años, nuevamente nos mudamos, esta vez estábamos cerca al centro de la ciudad. 
Esta casa era extraña, bueno es lo que me hacía sentir, quizá porque se notaba los bordes barrocos de antaño. 
Pero daba igual, era nuestro hogar.
En mi cumpleaños número cinco, invitaron a mis primos y amigos, por lo que tuve muchos regalos, me sentía emocionado, hasta que casualmente maté a un hámster, mascota de mi tío, mis primos echaron a llorar y me miraban mal, sentí una opresión por decirle cosas malas pero me detuve.
Mis padres pensaron que mejor era despedir a todos, y que la fiesta acabara, desde allí sabía que no podía contar con alguien. 
Esa día me fui a dormir antes de media noche, al quedarme completamente dormido, empecé a soñar:
*Me encontraba en una habitación con mamparas que daban la vista al mar, la habitación era completamente blanca, desde las sábanas hasta las cortinas. Estuve de pie en la puerta, asombrado de aquel lugar, e ingresé. La puerta se cierra, veo que detrás de la cortina había una joven, se notaba que era alta o bueno yo tenía cinco años, eso es cierto estaba enano. Sin embargo hablábamos, no recuerdo de que temas, solo sé que conversábamos.

Algo que no mencioné es que ella estaba completamente desnuda, recuerdo que cuando me acostaba en sus pechos, sentía la calma, parecían almohadones suaves y frescos. El problema era cuando tenía que despertar, en realidad no quería irme de allí, era genial. 
6:30 muy temprano para mí, pero mis padres me tenían que despertar para ir al pre-escolar.

Cuando llegué al lugar, habían muchos niños y niñas, algunos ingresaban felices y otros llorando, el que me llamó la atención fue un niño que más adelante le preguntaría su nombre, su nombre es Pedro. Aquel niño era re nervioso, tanto que un día uno de los malos del salón, se acercó y él se orinó en los pantalones. 
Me acerqué y les dije que no les molestaran, que se las verían conmigo. Error mío, hacerme el héroe, se ingeniaron para hacerme la vida imposible toda la época escolar.
Yo no lo sabía aún, así que me daba igual. Un día en el break, me subí a los juegos donde te subes por una escalera y luego desciendes resbalándote. Subía las gradas cual bombero, sin miedo a nada, justo al llegar a la cima mis manos resbalan, y caí.

 



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En el texto hay: historia, ancianos, romance drama

Editado: 01.08.2020

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