El Diario De Matt

¿QUÉ PASÓ?

Al entrar a la sala de espera, pude ver a todos, tristes. Mi padre molesto y triste a la vez, preguntaba a la enfermera la situación de Matt. Al oír eso, me acerco a mi padre y le digo, estoy bien. Pero parecía que me ignoraba, decido acercarme donde estaba sentada mi madre, de igual manera solo estaba triste, empecé a gritar, parecía que no llamaba la atención de nadie.

Estuve sentado con ellos una hora, hasta que sale el doctor, y nos dice que el estado de Matt es muy grave, que su estómago ha sido lastimado. Todos tristes solo escuchaban.

La enfermera llevaba algunos medicamentos a la sala de Matt. Voy junto a ella. Y efectivamente, era yo; tumbado en la cama, con unos tubos introducidos en mis venas, con respiración artificial, en ese momento estaba dormido.

No sabía que hacer, trato de despertarlo, o despertarme, pero no hacía efecto.

Al cabo de unos minutos, aparece el viejo con traje, me dice que teníamos enemigos, que confiaban mucho en otro ser igual de fuerte.

*Tú, ¿no eres fuerte?
- Parte de mi fuerza, lo eliminaron. Tengo una teoría, y por eso te elegí. Sin embargo no contaba con este lío. 
*  ¿Es grave?
- Tu cuerpo puede resistirlo, pero hay un ente que mientras estabas fuera de tu cuerpo ha ingresado, en ti.
* ¿No hiciste nada por impedirlo?
- Es más fuerte que yo, hubiese perdido y amigo se hubiera ido conmigo, junto a tu abuelo. Pensé que debía esperar, que habría una solución. Aunque viendo esta circunstancia, creo que debí hacerlo.
* Entiendo, está bien lo que hiciste.
- Escuché, que tu gente se contactaron con el ser de luz. Al parecer es parte de una solución, pero nos afectará.
* ¿En que sentido?
- Será tipo un exorcismo, alejándote del mundo astral. Es como si te pusieran una venda, que no permitirá que veas ni oigas nada del mundo en que nos encontramos. Incluye el ente, y también, todo lo que conoces. 
* Pero...
- Dependerá de ti volvernos a encontrar.

Y desapareció.

¿Porqué todo depende mí? 
Todo esto es tan complicado.

De pronto entra a la habitación mi padre, junto a él un hombre de contextura gruesa. En su mano tenía una Biblia, extremadamente grande.

Padre altísimo de los cielos.
Rey de reyes y señor de señores.
Pido por este niño, que está siendo atormentado por espíritus inmundos...

Empezó a leer unos salmos, que dejé de oírlos, ya que me percaté que mi cuerpo empezó a retorcerse, a gritar con una voz grave.

Me sorprendí, mientras veía como el hombre hablaba con certeza y convicción.

De pronto, todo se puso oscuro.

No sabía donde estaba, parecía que me encontraba en una caja vacía. No puedo oír nada, no sentía miedo. Tenía la curiosidad de que me encontraba en mi mente o que sé yo.
Dentro de un momento escucho, ruido, y abro los ojos. 
Estaban allí, mi gente, mi sangre.
Dirijo las palabras a mi madre.

*¿Qué pasó?
- Te enfermaste, pero ahora ya estás sano.
* Okey. Mamá.

Nos abrazamos.

Mis padres estaban contentos, yo pensaba en "¿tan grave me he enfermado?" Ni que hubiese estado al borde de la muerte para que estén de esta manera.

Al día siguiente, asistí a clases.

Estaban mis compañeros, se acercaban a darme la bienvenida, decían que había faltado una semana. Pero se alegraban de verme.

Creía que había regresado despues de mi cumpleaños, pero ya veo que no.

Pensaba que me estaban trolleando.

Al salir, me encuentro con amigo.

* ¿Cuánto tiempo pasó, desde mi cumpleaños.?
- Una semana.
* ¿Tan mal estuve?
- Lo importante es que ya estás bien. Hoy cocinaremos una de tus comidas favoritas.
* Genial.

¡Hoy comeremos ceviche!

Llegando a casa me sentía cansado,  sin embargo, era mi comida favorita y me mantuve despierto hasta terminar de comer.

Después fui a mi cuarto, me quedé dormido.

Llegaron mis padres, como a las 20:00 horas, me desperté, me preguntaron si es que había soñado algo. Les respondí,  que no.

Me empezaron a platicar de los caminos del bien, mis padres habían decidido ser parte de la vida seguidora del bien.

A mi corta de edad, me pareció emocionante.

Pasaron los días, asistíamos a la iglesia, recuerdo que hice amigos, quienes me decían que nos volveríamos a ver al día siguiente y sucedía que sí nos volvíamos a encontrar.

Me sentía un poco angustiado por algo pero no sabía que era. Continúe con mi vida. No era cosa de preocuparse, los días pasaban con total normalidad. En el colegio todo marchaba bien, obtenía buenas notas, la profesora me felicitaba, decía que mi relación con los demás había mejorado bastante, pero yo me sentía normal, sentía que nada había cambiado, me sentía igual que siempre.

El bravucón ya no estaba en clases, de por sí, nadie se preguntaba eso, pero yo sí,  intenté hablar con la profesora del tema. Me dijo que no pasó nada que decidió cambiarse de colegio.

En fin, no éramos tan amigos, ¿o sí?

17 de noviembre 2004, mi madre estaba con síntomas de que daría a luz a mi hermana. Mi padre la acompañó al hospital, mientras me quedé en casa de mis primos.

18 de noviembre 2004, nace mi hermana...



#1804 en Paranormal
#13941 en Fantasía
#2903 en Magia

En el texto hay: historia, ancianos, romance drama

Editado: 01.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.