El Diario De Matt

EL PASO DEL TIEMPO

Trataba de aguantar, pero la sensación era tan fuerte que no me pude contener, empecé a llorar, lloraba cual niño pequeño, quería parar pero no podía, entregué el micrófono a alguien que estaba cerca, no me di cuenta quién era, me hice a un lado, mientras todos aplaudían, estaba de pie al lado del equipo de sonido, unas compañeras de clase se acercaron a preguntarme si estaba bien, mientras los demás pensaban que fue parte de la actuación.

- ¿Estás bien? 
* Sí,  no me pasa nada, descuiden.
- Volvamos a los asientos.
* Vale.

Millones de pensamientos venían a mi mente, no podía percibir todo este asunto, mientras sentía como llegaban a mi mente tipo recuerdos, o era mi imaginación, quizá estoy enloqueciendo.

Solo quería que llegue la hora salida, no quería  ver a nadie, me sentía avergonzado, me convertí en el llorón de la clase, ahora de seguro me molestarán o qué sé yo.

Suena el timbre, cojo mi mochila y me retiro. Camino a casa, mientras pensaba en todo lo que me había ocurrido. De lejos escucho mi nombre, era mi compañera de clases.

- Holaa 
* Holaaa
- Diste una buena presentación
* Jajaja, gracias no fue lo que esperaba.
- ¿Porqué lloraste?
* Vi, cosas extrañas 
- ¿Cómo así?
* Unas sombras que envolvían todo y a todos.
- ¿A todos?
* Sí, todo se puso oscuro, y vi a un hombre, estaba bien vestido. Tenía un traje elegante.
- ¿Te asustaste?
* La verdad que no, pero sentí que inyectaba en mi melancolía, mucha melancolía. 
- Creo que estás bromeando conmigo.

Me parecía linda, sin embargo no confiaba mucho en cualquier persona, en realidad no confiaba en nadie. Sin embargo, mientras hablábamos parecía ser buena persona.

Estuvimos hablando hasta que teníamos que ir por distintos caminos, así que nos despedimos. 
Al llegar a casa, tuve que actuar de forma normal, olvidarme todo lo que había pasado.

Los días pasaron, y escucho que en él salón están hablando de lo que ha pasado. Algunos me miraban de manera extraña. Me daba igual, seguía en mi mundo, hasta que después de todo alguien se para al frente y me pregunta.

+¿Es verdad que nosotros estábamos envueltos de sombras?
* No importa.
+ ¿Por qué no importaría?
* Porque no pasó nada. ¿ok?
+ Ahora es el loco del salón 
* ¡Vete a la ***$%#!.

Ahora el grupo me llamaba demente, visionario, y cosas así. 
Pasaron 5 meses, ya era diciembre. Miraba que ya se acababan las clases. Mientras era el cerebrito del salón.  
El día que me entregaron mi certificado por quedar primer puesto, un certificado más como todos los años. Me dicen que hable al frente de mis compañeros.

* Queridos amigos. 
   Sé que las cosas se han tornado de una manera diferente a lo que era antes. Sé que han estado hablando del tema cuando salí llorando del escenario. Tanto fue la curiosidad de ustedes que empezaron a llamarme demente o visionario por no decir otras cosas. En fin, estoy contento, porque cayeron en parte del plan. Quería enfocarme en lo mío, sabía que si hacía esto, no hablaría con alguno de ustedes. No quería encariñarme con ninguno de ustedes, ya que será la última vez que estudiemos juntos. Sin embargo, igualmente los extrañaré, han sido un grupo muy explosivo y divertido a la vez, no todo fue malo. De igual manera me queda informarle que me cambiaré de institución, de por sí, les deseo los mayores éxitos y los recordaré siempre.

De todas maneras sé que debo hacer un hincapié y decirles que no pueden confiar en nadie, le conté la historia a Brenda por el simple hecho de que me parecía de confianza pero era necesario que pase la prueba de confianza, pero como verán no pasó, y sé que de la misma manera ustedes hubieran actuado. 
Gracias, Feliz año.

El grupo empieza aplaudir, algunos estaban tristes, escuché algunos sollozos.

Al salir, escucho mi nombre desde lejos.

- Maaaaaaaaaaaatt
* Hola
- Perdón 
* No es culpa tuya.
- Sabía que me mentías 
* No lo creo. Sabías que te decía la verdad y por eso tuviste que decirlo a todo el mundo.
- Quería ayudar
* No puedes ayudar a nadie, cada uno vive en su mundo y de allí no puedes sacarlo.
- Ahora de seguro no confiarás en mí.
* Parecías buena gente.
- Lo soy, sólo que ya te dije quería ayudar y se lo conté a mi amiga (empieza a llorar)
* No cambias nada llorando. Me jodiste, y tuve que soportar todo durante cinco meses, hasta que se me ocurrió esto.
- Sí, tienes razón. Fui yo quien ocasionó todo esto.
* Ya te dije que no puedes cambiar nada. 
- Creo que tienes que decirme, todas las cosas que sientes.
* La verdad que no esperas eso.
- Lo mejor será que dejemos de hablar.
* No me van a volver a ver, estaré en otra institución, quédate tranquila.
Y pasé a retirarme. Al doblar una esquina, empecé a correr, corría velozmente, sentía la brisa en mi rostro, quería llegar a casa, y tumbarme en la cama, pensar en que me cambiaré de institución me hacía sentir bien.



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En el texto hay: historia, ancianos, romance drama

Editado: 01.08.2020

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